El mundo es un lugar extraño

Uno, inmerso en su rutina y en su vida, no se fija demasiado en el resto de individuos que pueblan su mundo, pero a veces se fija, empieza a observar a su alrededor y no ve más que incorrección, locura por todas partes.

Miras a la derecha, y ves a un hombre de mediana edad con la locura marcada en el rostro, sonriendo siniestramente en una negación perpetua de vaivenes de cabeza. A la izquierda, un grupo ocioso se encuentra en un lujoso descapotable, soportando alegremente el ardiente sol de mediodía, en sus 35 grados de temperatura. Están intentando aparcar en una zona prohibida, en un espacio claramente demasiado pequeño para el coche. Sale una ¿mujer? del vehículo y se pone detrás para guiar al conductor en su inalcanzable hazaña. Está a punto de chocar contra la pilona urbana. El individuo avisa débilmente. El coche choca con fuerza. Se ríen.

En tu trayecto al hogar, ves también otro tipo de seres recorriendo las calles, los ves donde quiera que mires. Nadie parece reparar en ellos, en lo que significan sus bultos y sus formas. Si alguien lo intuye, lo olvida pronto. La gente vive, la gente muere. Vive el presente e ignora el futuro. Fui y seré me ponen triste, tomo un gramo de soma, y sólo soy.

Finalmente llegas a casa, y te encuentras con el familiar panorama. No acostumbras a reflexionar sobre ello, ya que es algo que ves todos los días, pero hoy lo haces, como última reflexión del trayecto. ¿Qué locura es ésta, que ha invadido la mente de las gentes? Unos se copian a otros, lo que antes era excéntrico y minoritario, ahora es la nueva moda. Sólo uno cree en lo que lleva puesto, los demás siguen la corriente y se adhieren cual rémora en el tiburón. ¿Por qué lo hacen? No para comerse las migajas del escualo, algo de todos modos inalcanzable. No porque su raciocinio les haya llevado ahí, y tampoco por su corazón. Ni ellos saben por qué lo hacen, de ahí radica la locura.

Yo a veces llevo un pequeño espejo y hago como que me miro pero en realidad miro a los de atrás mío sin que se percaten de que les estoy mirando y ponen cada cara que madre mía