ha debido de leerme, pues en el último encuentro me dejó caer la idea de que tanta inútil erudicción como mucho sólo sería empleable como portavoz de VOX. Además aludió a la hipomanía de Hitler. El tipo no cree en esquizofrenias hebefrénicas pero tampoco en fibromialgias. Y me recomendó no ir a lo fácil ( paguita) sino hacerme gorrilla y usar un cobertizo ( bien! colega!, bien!...). Desde siempre he considerado a la clase médica como la más carente de sentido común del mundo. Me llama delgado por hiperactividad cuando no entiende que tener que recorrerse decenas de kilómetros diarios para comer, y comer mal, es una causa más que evidente de tal delgadez. No hay nada que esté tan bien repartido como la razón. Todo el mundo cree tenerla. Especialmente ese oficio, el de médico, que engloba a los personajes más siesos del mundo. La fibromialgia puede esconder otros problemas no localizables de manera evidente. Pero cualquier cosa con características concretas y origen no claro merece ser conceptuado. Lo que es una contradicción por mi parte que niego la existencia de la esquizofrenia como enfermedad. En la medida que la considero un pensar diferente. Y que sin embargo apoyaría como causa para una paga, pero no por tal pensar " enfermo". Sino por las condiciones de origen " no claro" que las causan. Con la verborrea intento escapar de un problema quizás enunciable como más sencillo: incapacidad y no discapacidad. Pero se mantiene otra idea base: la gente usa los conceptos como aparataje de lucha económica. Puedes intentar vender medicación o sacar pagas. Y en cualquiera de los dos casos ¿ cuál es el transfondo real de todo?. El conocimiento se opone al poder. El poder sólo necesita una idea, una masa crítica y un aprovechamiento de resultados.