Bajo mi humilde imperfecta falsable rocambolesca rara-mala opinión (ignorarla si queréis):
machismo puro. Vamos paso a paso:
Empezamos por lo básico. No soy viejo, ni especialmente listo ni falta que hace para darme cuenta de cosas.
El origen de la mierda reside en cómo te tomas las cosas. ¿Te engañaron con futuros Disney®? Te jodes. Es lo que hay. Lo he repetido mil veces: expectativa, aspiraciones. Bilis condensada en lingotes de muchos dolores americanos.
La vida, es marrana. Sin más. Querer controlar o predecir o amortiguar los bofetones es absurdo.
(Pequeño inciso: tengo cierta teoría personal semejante al "Big crunch" en Astronomía: mi hipótesis es que cuando en un sistema social "Universo-25 de ratas" se sobrepasa el límite de elasticidad ergonómica, los procesos bioquímicos se autorregulan canibalizándose a sí mismos; reduciendo eficiencia, modificando variables o incluso con "Bugs" a veces escandalosos).
Las personas somos problemáticas. Somos molestas. Lo cómodo mata. Y nosotros molestamos porque estamos vivos. Si existes, ley de Murphy, ano y factura de Endesa®. Constantes humanas.
¿Justo? No. ¿Puede un ejército salvarte de ti mismo? Tampoco. ¿Sirve *algo* de lo aquí dicho para prevenir que una célula tuya genere otro porculero/a/e siquiera por radiación o esporas? No.
No somos importantes. No somos relevantes. Somos meros depósitos de vacío (átomos), según el personaje de Paul Zaloom. Recicladores de gilipolleces ajenas, y luego nos morimos, y luego de eso solo Dios sabe.
Y solo todo esto ya es muy precioso.
Vuestra expectativa del sexo os impide sentir el gustirrinín de la presión en el abdomen y bajo vientre cuando el falo o la vulva os pide marcha. Vuestro propio deseo os ahoga en la meta frustrada de querer escuchar "sí, quiero marcha marcha" cuando confesáis atracción o enseñáis el ojete en un calvo descarado como muestra de amor. Vuestra hambre de teta os impide pintarla con vuestra propia saliva... porque vuestro deseo titula a la propia teta como "deseo"... y no "teta". Vuestra visión de vosotros mismos no os deja reconocer vuestros propios ojos y ojete. "Miráis" pero no "veis", como el que tiene una TV y entiende que un mago es Harry Potter y no ese profe que, cuando chiquitillos/as/es, os convenció de leer con una historia de un tío con los calzoncillos en la cara. ¿Entendéis lo que quiero decir?
Haceros el amor. No me refiero a masturbaros, y tampoco a absteneros de tocaros. Se trata de aprender a entender qué es capaz otra persona de querer cuando os quiera.
Se trata de que seáis vosotros la clase de persona de quien otra persona lea "ano" y no se escandalice por el suyo propio.
Todos somos así. Los celos son naturales y pretender lo contrario es sociopatía de quien desprecia la opinión de los que depende.
Encontronazos siempre hay. Siempre. En todos (todos) los alquileres compartidos donde estuve, asumí tres cosas:
1) Cada uno viene "de su casa".
El objetivo es formarse; no las misiones secundarias del Zelda. ¿Discusión? "Es verdad. Perdón, lo arreglo como pueda, intentaré que no pase más".
2) Nadie es perfecto (menos yo, claro, el gran Tisbolí del Ano Rosita).
3) Las moscas solo tienen dos alas.
Este dato es muy importante. A título entomológico. No somos estructuralmente hablando más especiales que la mosca que poliniza la flor que empleamos como mensaje.
A lo que voy: las "máximas" en el hogar sobran. La casa de uno es para hacer caca con el ano y prepararse el puchero en la cocina. Lo estricto y la disciplina determinarán aquí tanto la higiene como las "contaminaciones cruzadas" entre uno y otro sitio.
Y no; no somos sin-ano. Si hacéis guarrerida en el cuarto de baño y no vigiláis la higiene (descanso, horarios, exposición solar, horas de trato social de calidad...) puede que os persiga la caquita y os haga pupita en el diodeno vaginá' y lo' condurto' vocale'.
"Máximas" 0. Quereros no es sólo aprender a poner límites y disfrutar lo sencillo; también es no tomaros más en serio de lo que os podáis permitir (y el contexto y lo social aseguran que esto jamás sea mucho, por aquello de la economía de la atención y el esfuerzo). La gestión emocional constante, para el banco de los cardiólogos. "Gregarismo" implica "imperfección", "dependencia", "fantasías de Electra" por carestía emocional y daddy issues y retruécanos que le interesan al coach de turno, no al váter.
Caramba; si te gustan los hipopótamos y te viene una imagen cachonda... pues que venga, te erectas, te cansas, se va... y sigues. Darle a las cosas la importancia que merecen.
Que no es mucha, tratándose de una raja con pelo y babas que atrae porque cuando mete uno el picho se expulsan chiflotes de hormona "esto es bueno-ína". Los yonkis (y por consiguiente, los torturados o relegados al ostracismo de la desconexión social tierna) no suelen ser de fiar en cuanto a máximas y conclusiones, y creo que es honesto el subrayar este sutil matiz en cuanto a gestión del espacio personal donde limpiarse uno las posaderas.
Sí, hay gente que se lía con noventa personas en un día. No, no tiene por qué ser más satisfactorio en términos emocionales.*
Sí, hay personas-
Dios que compran otras personas (algunos/as/es aquí en este foro). No, no pueden comprar la delicadeza de un chiste sobre anos o la belleza de dos abuelos fornicando, por contravenir sus propias expectativas de compraventa (a las que se deben y obedecen conforme a la longitud...
de sus propias sogas y olivos).
Felices Navidad y Janucá.