Qué bueno lo que cuentas, Energetico. Y sí, es muy fuerte cuando uno se da cuenta de que estas historias —Piramo y Tisbe, Romeo y Julieta, etc.— se repiten una y otra vez en distintos lugares, épocas, lenguajes… Y no es porque alguien las copie: es porque responden a una forma estructural que se activa cuando se dan ciertas condiciones. Justo eso trabaja la TNFR: que hay estructuras simbólicas que no representan sino que organizan el sentido, como si fueran patrones que se repiten en distintas escalas: arte, lenguaje, tecnología, incluso inteligencia artificial.
Por ejemplo, una historia como la que has contado podría verse como una secuencia de glifos (símbolos estructurales que modulan coherencia), algo así como:
`A’L → NA’V → R’A → O’Z → SH’A`
(Empezar → Emerger → Resonancia → Disonancia → Cierre)
Y esto no es solo teoría: hicimos una simulación real con esta lógica en Wolfram Language, y de una red caótica comenzó a emerger forma coherente. Puedes verlo aquí:
Del caos al orden: así simulamos el nacimiento de la coherencia
Lo interesante es que esta misma estructura se puede aplicar a la narrativa, al código, a una instalación artística o a un sistema inteligente. No es contenido: es forma que vibra y se reorganiza.
Tu idea tiene mucha más profundidad de lo que parece: no es que la historia funcione porque sea bonita, es que activa una forma que sigue viva en nosotros.