Iniciado por
Satou
En el barro tirada, golpeada y humillada grita por un día más de vida, no me mates yo quiero seguir siendo tuya, ella en ese preciso instante se dio cuenta de que le gustaba esa vida, ser golpeada y humillada a todas horas, sentía verdadero placer al ser despreciada de esa manera.
Esa reacción no fue en el momento, tal vez los 4 años de cautiverio tuviesen algo que ver, llegó un momento que no podía estar sin su paliza diaria, se sentía inquieta sin su amo, se sentía nerviosa sin sentir dolor en su ya destrozado cuerpo.
En ese momento él pensó y se dio cuenta de que podría usarla como un auténtico objeto, al fin y al cabo su alma estaba totalmente corrompida, ella le amaba, a su amo y absoluto señor. No había remordimientos de ningún tipo, él fue quien la raptó, le tuvo dos meses atada en el sótano y golpeaba brutalmente mañana, tarde y noche, le suplicó una muerte rápida, pero en lugar de eso le dobló las palizas diarias, ahora también le torturaría por las noches, sería despertada dos veces para ser golpeada. Alimentación? Pan y agua como los perros, de vez en cuando sobras de muslitos de pollo.
Finalmente pasaron los dos meses y le quitó el candado a la cadena, lo sustituyó por una correa de cuero, totalmente desnuda le dio un lavado con agua fría, otra vez volvió a llorar. Harto de verle la cara decidió comprarle una máscara, de esas que se ajustan a la cara que dan auténtico terror, nunca más le dejaría quitársela pues iba bien cosida a la correa del cuello.
Sexualmente? No, no había interés sexual alguno, solo quería un perro inteligente para desahogarse, bien es cierto que cuando le puso la máscara ella se volvió más atractiva, ese agujero de la boca era llamativo, y él no tuvo reparos en violarla oralmente centenares de veces.
Era usada principalmente como mesa de salón, ella se acostumbró a estar horas en posición perrito con un cristal y un mantel encima, cada vez que se movía lo pagaría caro con auténtica violencia, exagerada, desproporcionada, tanto que a ella no le gustaba.
Incluso alguna vez él recibió visitas se sentaron en el salón y usaron la mesa para tomar café, lamentablemente en un momento ella de movió medio centímetro, suficiente para tenerla sin agua ni pan una semana, además atada sin poder moverse con los ojos abiertos por la fuerza con un artilugio que compró en Amazon.
Dicho esto volvamos al principio, cuando ella le suplicó por su vida, él pensó y se enfadó, en ese suelo embarrado le dio una fuerte patada en la cabeza, que doloroso pero ella se sintió feliz...
En fin, démosle otra oportunidad, de vuelta a casa ella no sabía lo que le esperaba, ansiosa por volver a su jaula y ser golpeada, pobre diabla con el cerebro trillado no sabes lo que te espera. Nada más llegar le pidió que se tumbara boca abajo en el suelo del sótano, ella se tumbó esperando ser azotada, pero sonó un plashhh, seguido de un fuerte grito de dolor inmenso, le había cortado el brazo derecho a la altura del hombro con un hacha. Hasta aquí puedo contar, todo lo que sigue es demasiado oscuro.
Años después fue encontrada en un ataúd, viva, vestida como una muñeca de porcelana y con nueva máscara a juego, sin moverse ya que su amo le dijo que permaneciera ahí. Él se cansó y le perdonó la vida, desapareció y fue encontrada por los vecinos ya que dejó la puerta abierta. Nunca se recuperó, acabó suicidándose, y sus padres destrozados, jamás esa pobre familia pudo haber imaginado que otro humano como ellos sería capaz de hacer semejantes aberraciones a su hija adolescente, nunca te fíes de nadie, es un buen consejo.
A ver si sabéis en qué película me he basado.