Es la opción más sensata: los aditivos junto con la sal son dos excesos comunes en los alimentos del supermercado; es muy dificil elaborar una dieta con alimentos saludables en ese sentido, y no solo por estricta composición sino por oferta comercial. La cual, en última instancia, se basa en expectativa estética del consumidor y patrones de producción.
Las condiciones medioambientales de crianza y de recogida, el tratamiento con productos fitosanitarios, la participación de otros seres vivos; todos ellos resultan en efectos acumulativos que intervienen en la aparición de enfermedades a largo plazo por depósito de oligoelementos y trazas en el metabolismo en sucesivas generaciones y por interacciones inesperadas.
Luego está el asunto del conocimiento responsable de hábitos de alimentación: las personas adultas no están hechas biológicamente para beber leche,
es así de simple. Este alimento está concebido para ser consumido por niños; la celiaquía sería lo esperable en un adulto sano, y el
Instituto Puleva de Nutrición, las
Conferencias de Pediatría con el generoso patrocinio de Nestlé de la que tal vez -tal vez- algún usuario de por aquí sepa algo y calle en actitud prudente y modosita, y las calificaciones de nutrición conocidas como
NutriScores supuestamente para ayudar al consumidor en su derecho a una dieta sana
y que en la práctica le llegan a poner un B- a una hortaliza y un A+ a una tableta de cacao hacen sin duda todo lo posible para ofrecernos las mejores garantías nutricionales en los tiempos de las
batallas bursátiles americanas por el agua potable y las aldeas
donde los bebés maman Coca-Cola con el visto bueno del presi.
El asunto es que la responsabilidad individual es requisito necesario pero no suficiente, a tenor de lo expuesto en este mismo mensaje en las líneas superiores. La promoción y la prevención superan la esfera de la decisión a nivel consumidor; y ahí el político como intermediario pinta entre cero y números negativos (o sea que incluso empeora la situación con preferencia a la gran empresa y perjuicio de las dietas).