Tema serio La noche en la que los currantes evitaron el Chernobil español

Corre el año 1989, una noche de octubre en la central nuclear de Vandellos al sur de la provincia de Tarragona se declara un incendio en una sala de turbinas, el motivo una modificación en los sistemas por parte de un responsable de mantenimiento muy bien considerado en la central y que se salta todas las normas al introducir modificaciones por su cuenta ante el beneplácito de sus responsables.

El aparatoso incendio afecta a 25000 litros de aceite lubricante y tienen que acudir bomberos de todos los parques disponibles en un perímetro de 100km incluso fuera de sevicio, durante las labores de extinción el abundante agua empleada empieza a filtrarse al subterráneo donde casualmente se encuentra la sala de turbosoplantes que refrigeran el reactor.
La sala acaba por inundarse con más de 1m de agua y los 4 turbosoplantes comienzan a fallar uno detrás de otro... si estos elementos dejan de funcionar el grafito en el interior del núcleo del reactor alcanzará una temperatura insostenible y la temida fusión del núcleo sería una realidad pudiendo producirse liberación de particulas radioactivas al exterior que dependiendo del grado de gravedad en la emisión hubiera supuesto un accidente nuclear de similares características a Chernobil o Fukushima, por lo que una buena parte de las provincias de Tarragona y Castellón hubieran tenido que ser desalojadas como mínimo.

En la sala de contro varios ingenieros y físicos nucleares de guardia esa noche comienzan a alarmarse y llaman a sus familias para que abandonen la zona o se encierren a cal y canto en las casas mientras de fondo se oyen gritos de "se nos va el reactor!" Inmediatamente llamaron a los empleados que estaban de retén, como Carlos Arriola, que trabajaba en el mantenimiento mecánico de la instalación. “Había mucho humo, lo prioritario era achicar el agua. Fui uno de los primeros en bajar a la cava de reactor, a oscuras, no había casi iluminación, ruido de alarmas, bidones flotando, un metro y medio de agua…”, relata. “Un bombero no paraba de decirme: ¿Pero aquí estamos seguros?. El agua nos llegaba hasta el cuello y no sabíamos si estaba contaminada, hasta que la probé y por suerte era salada”, añade Arriola, quien recuerda que la mayoría de los trabajadores acudieron a echar una mano para atajar los problemas. “Éramos los únicos que conocíamos la central y podíamos solucionarlo”, solo quedaba en funcionamiento un turbosoplante los demás estaban fuera de servicio ya que los cuadros eléctricos se habían inundado, todos menos uno que a duras penas mantenía el reactor en el límite permisible, mientras las malas lenguas que algunos altos cargos de la provincia ponían pues en polvorosa incluso utilizando helicópteros de la guardia civil con el pretexto de informar q la delegación él gobierno en Barcelona.

Al final el buen trabajo del modesto electricista que instaló el cuadro eléctrico del último turbosoplante, el único que no dejó de funcionar salvo el reactor y el futuro de miles de personas .








Podcast para esta noche, un trabajador de la central cuenta todo lo ocurrido esa noche y en días posteriores, recomendable


El accidente de Vandellos I contado desde dentro
http://www.ivoox.com/7198546