En mi caso no fue tanto el odio, el odio fue algo a lo que aferrarme, algo que me salía solo. Lo que evita que cruce la línea, es el miedo. Pero a diferencia de ellos, no el miedo al castigo, sino el miedo a lo que podría convertirme, una miniatura que ya hay en mi, pero que podría crecer tanto si sobrepasará esa línea, una parte de mi que odio, que odio con todas mis fuerzas, que siempre he querido desprenderme de ella, pero nunca he podido, y ahora sé que nunca podré, sin embargo, sé lo que es, por eso puedo detectarlos, por que una parte de mi, es como ellos. Por eso les odio tanto, porque en el fondo, odio esa parte de mi mismo. Que me recuerda lo que NO debo ser, lo que no QUIERO ser
Exposicion rubricada por TBag