Operación Anthropoid

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    Operación Anthropoid

    Durante la Segunda Guerra Mundial, la Operación Antropoide consistió en el atentado contra el más poderoso y temido de los jerarcas nazis, el Obergruppenführer (Teniente General) Reinhard Heydrich, jefe de la RSHA, Protector de Bohemia y Moravia y uno de los artífices de la solución final.



    La operación


    La operación comenzó la noche del 28 de diciembre de 1941 con la llegada de dos comandos checos, los Rotmistr (Sargentos) Jan Kubiš y Jozef Gabčík, provenientes del Reino Unido a bordo de un bombardero Halifax perteneciente al escuadrón 138 de la RAF, que fueron lanzados en paracaídas junto con otros comandos británicos. Por un error de navegación se los lanzó en Nehvizdy, a 20 km de la capital checa, pero provistos de papeles falsos de identificación y vestidos de paisanos lograron contactar a la resistencia checa en Pilsen.

    En Praga contactarían a otro guerrillero, Karel Čurda, para ultimar los detalles con la resistencia checa.

    Una vez contactados, comenzaron por estudiar minuciosamente los hábitos de desplazamiento de Heydrich y advirtieron que invariablemente empleaba la misma ruta cuando marchaba desde el castillo hacia el aeropuerto, en Praga, y siempre a la misma hora. La elaboración del atentado era sumamente simple: emboscar el cabriolet de Heydrich y asesinarlo.

    En la ruta del Castillo de Praga a las oficinas de Heydrich había una curva muy cerrada que obligaba al chofer a aminorar la velocidad del vehículo del dirigente nazi y este fue el punto de ataque elegido.

    Por fin, después de varios ensayos y titubeos, la fecha del atentado fue fijada para la mañana del 27 de mayo de 1942.

    El martes 26 por la noche, Heydrich asistió con su esposa Lina a un homenaje a su padre, el músico Bruno Heydrich, en el palacio de Waldstein, en Praga. La última foto en vida le fue tomada a la salida del homenaje.


    Última fotografía de Heydrich, tomada el 26 de mayo de 1942.
    Tres guerrilleros se apostaron en un recodo del camino a la entrada a Praga, justo por donde pasaría Heydrich ese domingo. Uno de ellos, Kubiš, llevaba una granada británica antitanque No. 73 modificada; otro, Gabčík, un subfusil Sten y el tercero, el Podporučík (subteniente) Josef Valčík, haría las señales con un pequeño espejo.

    El día fijado suponían que Heydrich pasaría por allí cerca de las diez de la mañana, pero excepcionalmente, y para sorpresa de los comandos, no apareció a la hora estimada, por lo que se pusieron muy nerviosos y pensaron en abortar la misión.

    Heydrich, en efecto, se había retrasado, pues de modo inusual se había quedado media hora más en el castillo para atender un asunto urgente de última hora, pero después subió a su coche descapotable y tomó la ruta habitual.

    Cuando ya iban a abandonar la zona, Valcik avisó a los demás que el vehículo venía en camino y sin escolta, por lo que los militares rápidamente volvieron a sus puestos.

    El coche en el que venía Heydrich no llevaba protección, pues este pensaba que era imposible arriesgarse a atentar contra alguien tan poderoso como él.

    Al llegar a la curva, el Mercedes-Benz 320 redujo la velocidad y en ese momento Gabčík empuñó su Sten con la intención de abrir fuego, pero el arma se bloqueó y Gabčík se puso muy nervioso, mientras observaba al temido jefe de las SS.

    Heydrich, al percatarse de la situación, se levantó del asiento con el coche aún en marcha y se aprestó a sacar su Luger para repeler el ataque. Gabčík, completamente aterrorizado, abandonó el subfusil lanzándolo a la vereda y echó a correr. Kubiš, menos nervioso, pudo activar la granada y arrojarla en el momento justo en que Heydrich apuntaba con la pistola en su dirección, cayendo al costado de la rueda trasera derecha.


    Recompensa ofrecida por los nazis para capturar a Josef Valčík
    El Oberscharführer (suboficial) Klein, chófer de Heydrich, pistola en mano también, consiguió bajarse en persecución de Kubiš. En ese momento, la granada estalló al lado de la puerta trasera derecha, alcanzando las esquirlas en la espalda de Heydrich, hiriéndole. Instintivamente, se volteó protegiendo su rostro con los brazos; aun así, pudo bajarse del vehículo y lograr dar algunos pasos y disparar a los atacantes, antes de quedar tumbado en la acera agarrado a una reja y desangrándose. El SS Klein alcanzó a Kubiš en una esquina, pero este le disparó por sorpresa, dejándolo malherido. Kubiš tomó una bicicleta y escapó del lugar.


    Un Sten Mark II, similar al empleado por Gabčík.
    El resto de los guerrilleros checos lograron huir a la carrera, con la amarga sensación de haber fallado en el objetivo de la misión.


    El Mercedes-Benz 320 de Heydrich tras el atentado.
    Heydrich fue auxiliado por una mujer checa y llevado al hospital de Bulovka, en Praga, donde insistió en ser atendido solamente por médicos alemanes. Las heridas de Heydrich comprometían el bazo, había restos de crin del relleno del asiento, la tela, metales y parte de su uniforme. Parecía que Heydrich podría salvarse si era tratado a tiempo, pero un obstinado Heydrich prefirió ser atendido por doctores de absoluta confianza.

    El Reichsführer-SS Heinrich Himmler envió al médico del Waffen-SS Karl Gebhardt, quien inició un tratamiento con sulfamidas. El retraso en recibir atención médica permitió que las esquirlas de metal y restos de crines del asiento incrustados infectaran no solo la herida, sino que se propagaran al torrente sanguíneo a través del bazo que estaba abierto.

    Esto probablemente le costó la vida, pues cuarenta y ocho horas después las heridas recibidas, en especial una esquirla alojada en el bazo, se infectaron y provocaron una septicemia generalizada, que al cabo de ocho días le causaron la muerte. Sus atacantes no llegarían a saberlo.

    Mientras Heydrich estaba en el hospital, las tropas SS salieron a las calles de Praga y se dedicaron a buscar a los guerrilleros. Aunque se detuvo a miles de sospechosos, no lograron dar con su paradero y se ofreció una recompensa de 100.000 coronas checas a quien revelara el escondite de los atacantes de Heydrich. Pero mientras tanto Heydrich fallecía sin salir del coma el 4 de junio de 1942. Se empezó ofreciendo recompensas y se desató una ola de ejecuciones en la capital checa.


    Ventanilla de la Iglesia de San Cirilo, que da a la cripta en donde fueron acorralados los guerrilleros.
    Al final, el 16 de junio, uno de los implicados, Karel Čurda, impactado con la ola de ejecuciones entre la población checa, cometió delación y se presentó ante el Obergruppenführer Karl Hermann Frank, traicionando a sus camaradas. Los denunció al SS dando su paradero, con la esperanza ingenua de que, si sacrificaba a sus compañeros, las ejecuciones sumarias se detendrían, lo que en la realidad no sucedió.

    Los guerrilleros checos se habían refugiado en la antigua iglesia de los Santos Cirilo y Metodio, en una especie de cripta subterránea con catacumbas, donde una de las ventanillas daba a la calle.

    Finalmente, los principales perpetradores del atentado, Josef Bublík, Jozef Gabčík, Jan Hrubý, Jan Kubiš, Adolf Opálka, Jaroslav Švarc y Josef Valčík, quedaron atrapados en la iglesia. A las 4:15 del 18 de junio de 1942, la cripta fue rodeada y asediada por 800 soldados del Heer y el Waffen-SS. Después de una lucha de siete horas, los nazis habían perdido catorce hombres y otros veintiuno resultaron heridos. Seis comandos se suicidaron para no caer



    UN GRAN AGRADECIMIENTO A ESTOS HEROES, ESO ES LO QUE PASA CUANDO TIRANOS OCUPAN TU MADRE PATRIA, HONOR Y GLORIA

    GLORIA PARA

    Jan Kubiš
    Sargento
    Perteneciente a las fuerzas checas en el exilio. Reclutado por el SOE para el contacto con la clandestinidad checa-Activó la granada de mano que hirió de gravedad a Heydrich.



    Jozef Gabčík
    Sargento.

    Soldado eslovaco reclutado por el SOE para apoyar en el remate de la Operación.



    Adolf Opálka
    Teniente primero
    Soldado checo reclutado por el SOE para dirigir la Operación.


  2. #2
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    Operación Anthropoid
    Durante la Segunda Guerra Mundial, la Operación Antropoide consistió en el atentado contra el más poderoso y temido de los jerarcas nazis, el Obergruppenführer (Teniente General) Reinhard Heydrich, jefe de la RSHA, Protector de Bohemia y Moravia y uno de los artífices de la solución final.



    La operación


    La operación comenzó la noche del 28 de diciembre de 1941 con la llegada de dos comandos checos, los Rotmistr (Sargentos) Jan Kubiš y Jozef Gabčík, provenientes del Reino Unido a bordo de un bombardero Halifax perteneciente al escuadrón 138 de la RAF, que fueron lanzados en paracaídas junto con otros comandos británicos. Por un error de navegación se los lanzó en Nehvizdy, a 20 km de la capital checa, pero provistos de papeles falsos de identificación y vestidos de paisanos lograron contactar a la resistencia checa en Pilsen.

    En Praga contactarían a otro guerrillero, Karel Čurda, para ultimar los detalles con la resistencia checa.

    Una vez contactados, comenzaron por estudiar minuciosamente los hábitos de desplazamiento de Heydrich y advirtieron que invariablemente empleaba la misma ruta cuando marchaba desde el castillo hacia el aeropuerto, en Praga, y siempre a la misma hora. La elaboración del atentado era sumamente simple: emboscar el cabriolet de Heydrich y asesinarlo.

    En la ruta del Castillo de Praga a las oficinas de Heydrich había una curva muy cerrada que obligaba al chofer a aminorar la velocidad del vehículo del dirigente nazi y este fue el punto de ataque elegido.

    Por fin, después de varios ensayos y titubeos, la fecha del atentado fue fijada para la mañana del 27 de mayo de 1942.

    El martes 26 por la noche, Heydrich asistió con su esposa Lina a un homenaje a su padre, el músico Bruno Heydrich, en el palacio de Waldstein, en Praga. La última foto en vida le fue tomada a la salida del homenaje.


    Última fotografía de Heydrich, tomada el 26 de mayo de 1942.
    Tres guerrilleros se apostaron en un recodo del camino a la entrada a Praga, justo por donde pasaría Heydrich ese domingo. Uno de ellos, Kubiš, llevaba una granada británica antitanque No. 73 modificada; otro, Gabčík, un subfusil Sten y el tercero, el Podporučík (subteniente) Josef Valčík, haría las señales con un pequeño espejo.

    El día fijado suponían que Heydrich pasaría por allí cerca de las diez de la mañana, pero excepcionalmente, y para sorpresa de los comandos, no apareció a la hora estimada, por lo que se pusieron muy nerviosos y pensaron en abortar la misión.

    Heydrich, en efecto, se había retrasado, pues de modo inusual se había quedado media hora más en el castillo para atender un asunto urgente de última hora, pero después subió a su coche descapotable y tomó la ruta habitual.

    Cuando ya iban a abandonar la zona, Valcik avisó a los demás que el vehículo venía en camino y sin escolta, por lo que los militares rápidamente volvieron a sus puestos.

    El coche en el que venía Heydrich no llevaba protección, pues este pensaba que era imposible arriesgarse a atentar contra alguien tan poderoso como él.

    Al llegar a la curva, el Mercedes-Benz 320 redujo la velocidad y en ese momento Gabčík empuñó su Sten con la intención de abrir fuego, pero el arma se bloqueó y Gabčík se puso muy nervioso, mientras observaba al temido jefe de las SS.

    Heydrich, al percatarse de la situación, se levantó del asiento con el coche aún en marcha y se aprestó a sacar su Luger para repeler el ataque. Gabčík, completamente aterrorizado, abandonó el subfusil lanzándolo a la vereda y echó a correr. Kubiš, menos nervioso, pudo activar la granada y arrojarla en el momento justo en que Heydrich apuntaba con la pistola en su dirección, cayendo al costado de la rueda trasera derecha.


    Recompensa ofrecida por los nazis para capturar a Josef Valčík
    El Oberscharführer (suboficial) Klein, chófer de Heydrich, pistola en mano también, consiguió bajarse en persecución de Kubiš. En ese momento, la granada estalló al lado de la puerta trasera derecha, alcanzando las esquirlas en la espalda de Heydrich, hiriéndole. Instintivamente, se volteó protegiendo su rostro con los brazos; aun así, pudo bajarse del vehículo y lograr dar algunos pasos y disparar a los atacantes, antes de quedar tumbado en la acera agarrado a una reja y desangrándose. El SS Klein alcanzó a Kubiš en una esquina, pero este le disparó por sorpresa, dejándolo malherido. Kubiš tomó una bicicleta y escapó del lugar.


    Un Sten Mark II, similar al empleado por Gabčík.
    El resto de los guerrilleros checos lograron huir a la carrera, con la amarga sensación de haber fallado en el objetivo de la misión.


    El Mercedes-Benz 320 de Heydrich tras el atentado.
    Heydrich fue auxiliado por una mujer checa y llevado al hospital de Bulovka, en Praga, donde insistió en ser atendido solamente por médicos alemanes. Las heridas de Heydrich comprometían el bazo, había restos de crin del relleno del asiento, la tela, metales y parte de su uniforme. Parecía que Heydrich podría salvarse si era tratado a tiempo, pero un obstinado Heydrich prefirió ser atendido por doctores de absoluta confianza.

    El Reichsführer-SS Heinrich Himmler envió al médico del Waffen-SS Karl Gebhardt, quien inició un tratamiento con sulfamidas. El retraso en recibir atención médica permitió que las esquirlas de metal y restos de crines del asiento incrustados infectaran no solo la herida, sino que se propagaran al torrente sanguíneo a través del bazo que estaba abierto.

    Esto probablemente le costó la vida, pues cuarenta y ocho horas después las heridas recibidas, en especial una esquirla alojada en el bazo, se infectaron y provocaron una septicemia generalizada, que al cabo de ocho días le causaron la muerte. Sus atacantes no llegarían a saberlo.

    Mientras Heydrich estaba en el hospital, las tropas SS salieron a las calles de Praga y se dedicaron a buscar a los guerrilleros. Aunque se detuvo a miles de sospechosos, no lograron dar con su paradero y se ofreció una recompensa de 100.000 coronas checas a quien revelara el escondite de los atacantes de Heydrich. Pero mientras tanto Heydrich fallecía sin salir del coma el 4 de junio de 1942. Se empezó ofreciendo recompensas y se desató una ola de ejecuciones en la capital checa.


    Ventanilla de la Iglesia de San Cirilo, que da a la cripta en donde fueron acorralados los guerrilleros.
    Al final, el 16 de junio, uno de los implicados, Karel Čurda, impactado con la ola de ejecuciones entre la población checa, cometió delación y se presentó ante el Obergruppenführer Karl Hermann Frank, traicionando a sus camaradas. Los denunció al SS dando su paradero, con la esperanza ingenua de que, si sacrificaba a sus compañeros, las ejecuciones sumarias se detendrían, lo que en la realidad no sucedió.

    Los guerrilleros checos se habían refugiado en la antigua iglesia de los Santos Cirilo y Metodio, en una especie de cripta subterránea con catacumbas, donde una de las ventanillas daba a la calle.

    Finalmente, los principales perpetradores del atentado, Josef Bublík, Jozef Gabčík, Jan Hrubý, Jan Kubiš, Adolf Opálka, Jaroslav Švarc y Josef Valčík, quedaron atrapados en la iglesia. A las 4:15 del 18 de junio de 1942, la cripta fue rodeada y asediada por 800 soldados del Heer y el Waffen-SS. Después de una lucha de siete horas, los nazis habían perdido catorce hombres y otros veintiuno resultaron heridos. Seis comandos se suicidaron para no caer



    UN GRAN AGRADECIMIENTO A ESTOS HEROES, ESO ES LO QUE PASA CUANDO TIRANOS OCUPAN TU MADRE PATRIA, HONOR Y GLORIA

    GLORIA PARA

    Jan Kubiš
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    Perteneciente a las fuerzas checas en el exilio. Reclutado por el SOE para el contacto con la clandestinidad checa-Activó la granada de mano que hirió de gravedad a Heydrich.



    Jozef Gabčík
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    Adolf Opálka
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    No lo digas, ya sabemos que no tienes el suficiente intelecto para leer tanto.

  3. #3
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  4. #4
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    A ti que te pasa, como que citas tan rápido? Tienes algún tipo de brujería o que

  5. #5
    ✓|•TORTUGA NINJA•|✓ Avatar de MICHELANGELO
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    Me importa una puta mierda

  6. #6
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    Sólo leí hasta "solución final".


  7. #7
    ForoParalelo: Miembro Avatar de pepinho
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    Si en vez de esa mierda, pusieras link a la peli sería más interesante

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