si me lees los hilos, sabrás que es un medio gusto. Encuentro hembras interesantes y de personalidad guay que tienen el inconveniente de que son anchas de abajo, en mayor o menor medida pero lo suficiente como para que influya en la psique, y me resultan finalmente adictas al sagrado menester de buscar cabrón que las emputezca. Y yo, que tengo sus amistades, cariños y escarceos, acabo roto. En cambio con las leonas de verdad, con cola de leona fitness o boxing y no culazo gordo, me encuentro con psicologías buenas de " caña en cama y cariño fuera". Mientras que las otras, como no las lleves constantemente, se encabronan en el contacto diario por el furor uterino descompensado.El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.