Estaba yo esta misma mañana desayunando para enfrentarme a mi primer día de curro y ojeando la interné cuando una amiga me pasa esto, después de verlo he dicho ¡coño lo tengo que compartir con los folelos y que vean que el progama Master Chef es una putísima mierda al lado de las maravillas culinarias que se esconden en el mundo de la repostería! Aunque he de reconocer que mi mayor sorpresa ha llegado del pastel dedicado a pipas carancha
Otra repostera que ha cruzado los límites del buen gusto es Sarah Hardy. Su pastel de pollo crudo es tan brillante en ejecución como repulsivo a la vista, con esa piel entre rosa y amarillenta y esos bultitos tan logrados. ¿A quién le puede apetecer algo así?

Entero da asco. / FOODBEAST

Abierto, más. / TRENDHUNTER
Ahora bien, a la hora de producir rechazo nadie gana a la cerda vampira, una monstruosidad pergeñada por algún sádico que supera los momentos más gore de nuestros cochinillos asados. Atención a los pezones, que son especialmente apetitosos.

La última reencarnación de Drácula. / HELABLOG
La mezcla de la fiebre por los cupcakes con el universo sexual también ha producido auténticos engendros venidos del infierno. En la web London Feminist, donde parecen tener el chichi pa' magdalenas, han creado estas preciosidades que sólo podrían excitar a una lesbiana ninfómana o a Michael Douglas. Desde aquí animo a Alma Obregón a que nos enseñe a hacerlos en su programa Cupcake Maniacs.

Espero que esas perlitas no representen lo que creo que representan. / LONDON FEMINIST
Uno de los momentos más gloriosos de incomprensión ocurrió con esta tarta. El encargo expresaba claramente lo que el comprador quería que pusieran en ella: "Nada". El pastelero, incapaz de entender semejante acto de sobriedad decorativa, decoró la tarta con esa palabra. Y ganó el Premio Internacional al Imbécil del Año.

Nada, de Carmen Laforet. / THE NEW YORK TIMES
Es fácil conseguir que la decoración de un pastel recuerde a un cagarro: basta con tener a mano una crema de chocolate, una manga pastelera y la suficiente torpeza a la hora de hacer figuras. Sin embargo, hay casos que sobresalen en repugnancia, como estos donuts recogidos por la maravillosa e imprescindible web de repostería incorrecta Cake Wrecks.

Donut con zurullo. / CAKE WRECKS
Agárrate que vienen curvas. Los máximos niveles de incorrección en repostería los alcanzan sin ninguna duda los pasteles que reproducen bebés, relativamente habituales en los baby-showers estadounidenses. Todos son macabros, pero hay algunos que superan todo lo imaginable.

Sólo faltan los restos de placenta. / HAPPY PLACE

¡Gallardón! ¡Que alguien llame a Gallardón! / PINTEREST
Dejo para el final lo más fuerte. El que probablemente sea el pastel más incorrecto de todos los tiempos. Una absoluta aberración que reproduce ese momento tan apetitoso de la vida: el parto.

Aprieta, Olivia, aprieta. / HOLY TACO
Sí, todos hemos visto ya miles de pasteles de muertos vivientes, brujas y monstruos por internet. Pero hay casos que sobrepasan lo imaginable y poseen una capacidad de producir repugnancia que asusta. Un pie con dedo montado y uñas llenas de hongos y unas deliciosas entrañas de persona comida por los zombis son nuestras apuestas en este apartado.

A mí dejadme las uñas, que son lo más rico. / CAKE WRECKS
Este caso podría pertenecer a la categoría de los pasteles con bebés, pero lo meto aquí porque me parece más propio de una película de terror. "Ashley, siento lo de tu aborto. Todavía te quiero, Fred", dice el texto de la tarta. Si la figura del fetito es comestible, Fred, yo no viviría tranquilo en la misma ciudad que tú.

Aborto repostero. / HAPPY PLACE
Encontraréis el artículo completo here (
Repostería incorrecta: pasteles que nunca deberían haber existido >> El Comidista >> Blogs EL PAÍS) ya que no he puesto todos porque hay alguno más. No sé a vosotros, pero a mi las ganas de comer tartas se me han quitado por un tiempo.