Pendencia absoluta en el súper

La situación es fácil, vengo de un viaje transatlántico y al llegar a mi ciudad me planteo la terrible situación de una nevera vacía de encurtidos y buenas maltas teutónicas con las que regar el gaznate de alpha hijo de perra que tengo. visualizo la compra de algo de calidad (es la primera vez que compro en un establecimiento que no sea el corte inglés) aunque acepto la compra de productos básicos en tu super de desconfianza. se trata de un super de barrio. odio toparme con mierdas proletarias y mileuristas barrigudos haciendo la compra con su novia otaku y bipolar de mierda, además de fea, llorandole al lado. tengo el A8 en la puerta y ansío que el tránsito de morralla humana haga rápido sus compras, la chica de la caja no posee gracia alguna, tan solo un módulo de FP de ofimática en el que le han enseñado a copiar carpetas y organizarlas en el escritorio de un portatil con un pentium 3 (jaja ya los i7 son mierda hoy día) y no tiene ningun don de gentes. total que llega mi turno. la chica de la caja me mira y se sorprende al ver los ropajes que abrigan mi puta masa musucular: cualquier prenda que me cubre supera el sueldo completo de todo lo que cobrará con su contrato de mierda anual. compro algo de jamón, queso (al corte) y un par de latas de cerveza. la conversación ha sido algo así

- deme una bolsa (le hablo de usted por mantener las formas)
- y las que quiera, jiji (se ríe mirándome los pectorales marcados en la camisa burberry)
- yo creo que en una me cabe todo... - respondo gracioso, el viaje ha sido una putísima mierda, odio los aviones. sus pezones casi atravesaban el puto jersey cutre con el logotipo del hipermercado.
- no creo que te quepa todo eso en una solo, jiji - todo eso diciéndolo con mirada socarrona mirando el pollon que se me marcaba en el pantalón fruto de imaginarme empotrándo ese coñito medio sindomre de down sobre la caja registradora o sobre alguna anciana fallecida que iba a pedir cambio.

he salido del establecimiento, enciendo el v8 y desaparezco.

menos que cero.
acabo de llegar de Bruselas, espero que hayan puesto la chimenea en casa.

Tochaco. No leído. Hasta luego.