Tema serio Pensamiento Profundo

Hay cosas que cambian por inercia...hay cosas que deben cambiar para el bien de la humanidad
...hay cosas que no deberían cambiar por funcionar bien.

A mi no me gustan los toros porque no me divierte el sufrimiento ajeno pero también es cierto que no me crié con esta tradición.

Tampoco me gusta la tradición de matar al cerdo aunque crecí asistiendo y haciendo embutidos etc. Tampico me gustaba cuando tenía que quitarle el cuello a las gallinas, emborrachar al pavo antes de decapitarlo con el hacha, pegarles con el mango del cuchillo entre los ojos a los conejos pá luego despellejarlos...pero lo hice, en el pueblo no comprabamos la carne de la tienda.
Ahora no lo hago, ni siquiera compro carne y menos comerla.
Pero hay gente que se considera defensora de los animales pero comen carne a diario y si les digo que yo para comer tenía que sacrificar me miran como si fuera una salvaje.

Me gusta la caza Si, pero respetando las reglas, sólo se dispara a machos viejos. Y es necesario para controlar la población porque cada vez hay menos bosques por lo tanto menos comida. Más animales en menos espacio hace que se propaguen las enfermedades hasta llegar a epidemias, algunas que se transmiten al ser humano.

Costumbres o ritos religiosos, mientras no se trate de mutilar, como cuando cortan el clítoris a las niñas, o como en la antigüedad en China atar los pies de las niñas para no desarrollarse etc, no deberían de prohibirse. Que quede a elección de cada cual.
Anda que no me divertía de pequeña en los entierros, con las plañideras. O al velar al muerto cuando le ataban hilos de las manos para moverlas y así asustar a la peña....o como se reunía la gente para velar al difunto durante toda la noche, bebiendo y recordando momentos graciosos de su vida. Claro, una tragedia para la familia pero que se superaba mejor gracias al apoyo colectivo.

O en las bodas, cuando la familia del novio venía a pedir la mano de la novia a los padres pero les entregaban a un hombre vestido de novia para llevárselo. O durante la fiesta cuando se raptaba a la novia y se pedía al novio cualquier chorrada para devolversela pero sin un zapato cosa que llevaba a más negociaciones para recuperar también el zapato.
O al acabar la misa a ver cuál de los dos novios es el primero en pisar el pie del otro para saber quién será el que mande más en la casa.

No sé, yo me crié en el pueblo con mis abuelos y tengo mil recuerdos más para contar, recuerdos felices aunque no tuve ni tablet, móvil ni PlayStation.

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Súbete a ese corsa pedorro y date conta el toro de osborne. Paleto putafeliz.

El jaca lo ha dicho,, colorao.