Desde hace algún tiempo vengo observando que en las películas suele aparecer cada vez con más frecuencia un tipo de personaje que reparte estopa a diestro y siniestro, y que se enfrenta a tipos grandes, fuertes y peligrosos. Este personaje se trata normalmente de una mujer experta en todo tipo de técnicas de lucha, capaz de salir de todos los fregados y que propina patadas en los testículos como quien se come una caja de donuts. Me viene por ejemplo a la mente la película de los Vengadores, donde una deslumbrante Scarlett Johannson se enfrenta con guardias de seguridad, mafiosos, soldados de élite, guerreros ninja e incluso aliens sin descuidar su peinado. Es fuerte, independiente, temeraria y por supuesto letal.
"Sucker Punch"* fue una cinta de gran presupuesto -y bastante mala por cierto- ambientada durante la Primera Guerra Mundial, donde un equipo de soldados de élite formado por tres atractivas mujeres causaban estragos en las líneas enemigas. Estas chicas hacían su aparición en las trincheras perfectamente maquilladas, con un cuerpo moldeado tras muchas horas de gimnasio, dieta vegetariana y un vestuario de fantasía. Es como si la guerra fuese el paseo marítimo de una playa californiana.
Hay muchos más ejemplos:
Kick Ass 1 y Kick Ass 2.* Una niña, y más tarde una adolescente lucha contra las mafias y las masacra de mil maneras.
Los ángeles de Charlie. Tres preciosidades pelean, luchan contra todos los malos y ganan.
Tomb Raider, el Sr. y la Sra. Smith, Desafío Total... Hay miles de ejemplos y el post se haría interminable. Lo cierto es que el modelo de mujer "pegapatadas" es algo cada vez más común.
En el episodio VII de Star Wars, nos tenemos que creer que Reye es capaz de manejar el Halcón Milenario mejor que Han Solo en un día y derrotar a Kylo sin experiencia previa en la fuerza, porque ella lo vale.
La cultura de la "Igualdad" (o mejor dicho, de la "supremacía femenina") ha llegado también al cine y a la televisión. De hecho un buen número de personajes icónicamente masculinos han sido "transexuados" en estos últimos años en secuelas, precuelas y reinicios. Por poner algunos ejemplos, el comandante Adama de la serie Galáctica, el famoso piloto Starbuck de la misma serie, el mítico M de las películas de James Bond, el capitán de la nave de Star Trek, o la secuela todavía no estrenada de '300', una película donde todo el ejército griego está comandado por una mujer. Parece que hay que meter a una mujer en una película como sea -véase la última del Hobbit- si no no estaríamos siendo "igualitarios".
La mujer pegapatadas es la contrapartida femenistoide a personajes o superhéroes enteramente masculinos, como James Bond, Superman, Batman o Terminator. Esta es la gran paradoja de la cultura de la "Igualdaz", que promulga lograr la "igualdaz absoluta de genaro" entre el hombre y la mujer, eliminando cualquier rastro de femineidad en la mujer.
Alguno podrá decir que las mujeres hoy en día son equiparables a los hombres en todos los aspectos. Es aquí donde se encuentra el grandísimo ERROR. A los feministoides se les olvida que hombres y mujeres somos biológica y mentalmente distintos:
*el hombre actual es descendiente de cazadores y guerreros*, algo para lo que hemos sido diseñados biológicamente, como resultado de una exigente selección genética.
Desde el inicio de los tiempos el hombre ha tenido que batallar duramente en un entorno altamente competitivo para obtener recursos, proveer y proteger a su familia. Se vio envuelto en un *
brutal proceso de selección natural *que fue una auténtica criba en el sentido más crudo de la palabra. Los hombres fueron masacrados y exterminados a lo largo de generaciones, y sólo los más fuertes, hábiles y capaces lograron sobrevivir a los enfrentamientos entre clanes y tribus.
El hombre actual ha heredado muchas características de aquellos hombres, entre ellas podríamos citar sus genes, su físico, y su capacidad de sacrificio y de supervivencia. Las mujeres por el contrario cumplieron otras funciones y experimentaron un proceso de selección distinto (que no entraremos a discutir en este post). Ellas raras veces se vieron directamente involucradas en batalla, y por lo general fueron asimiladas por los vencedores en lugar de ser exterminadas.
Por eso el "somos iguales" y el "podemos lograr lo mismo" no es comparable cuando nos referimos a un contexto que los hombres han dominado *por imperativo biológico* desde el inicio de los tiempos. La cultura feministoide se empeña en "igualizar" al hombre y a la mujer, ignorando el hecho que hombre y mujer somos aptos para distintas funciones y tan DISTINTOS que casi podríamos afirmar que somos especies diferentes.
Lo más tragicómico del asunto es que su estrategia para "igualizar" consiste en masculinizar a la mujer convirtiéndola en poco más que una patética caricatura del hombre.
Soy consciente que las películas suelen mostrar una realidad absurda e inexistente, pero no me cabe duda de que son poderosas herramientas mediáticas y cuentan con una capacidad considerable de influenciar a sus espectadores. Por lo pronto se me ocurren un par de preguntas, ¿Puede este modelo de mujer influenciar perjudicialmente a las mujeres? ¿Es peligroso que las mujeres puedan creerse "sin límites" físicamente? Juzguen ustedes mismos: