Y me lo dice ahora, me acabo de tomar un vaso de agua cojones!!!
Susan King, candidata liberal demócrata por el distrito de Telford (Inglaterra), ha asegurado sin ningún atisbo de duda, en plena campaña para las elecciones legislativas británicas, que “hay millones de ‘hormonas feminizantes’ en el agua del grifo y eso está cambiando la sexualidad de las personas sin que se den cuentan“. Y como diría el gran Shrek: “Y voy yo y me lo trago“.
La política afirma que tales declaraciones, recogidas por el diario británico The Telegraph, se sustentan en “varias décadas de exhaustivo trabajo científico“. En resumen, King sostiene que echarse un trago del líquido elemento es añadir feminidad poco a poco. Vamos, que si eres un sediento, en cuestión de un par de días desfilas en la marcha del World Pride. ¡¡¡Estamos locos!!!
Como si esto no fuera suficiente, King fue directora del National Pure Water Association, una organización sin ánimo de lucro que quiere eliminar el flúor del agua corriente a toda costa, aunque muchos estudios sostienen sus beneficios para reducir la caries dental. La obsesión de este mujer por buscar ‘componentes raritos’ en el líquido transparente parece casi enfermiza.
Estas explosivas declaraciones se unen a la polvareda montada por el líder de su partido, Tim Farron, que repite sin pestañear que “tener sexo gay es un pecado“. Ahí queda eso, por si a alguien no le quedaban claras las bases ideológicas de la formación.
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