la naturaleza se maquilla

gracias a nosotros. Ella no podría tener presas, embalses, estaciones espaciales, autopistas, ciudades... Todo eso, la " artificialeza", lo pusimos nosotros. Poco a poco se embebía " bit" ( información) en el diseño del it. En el tek. La patente indica que software y hardware son " la misma cosa". De ese modo se acercaba la energía física primordial a la consciencia en estado puro. Separadas por la repulsión esencial. En el límite, una plena yuxtaposición sin anulación. Pero como eso es imposible, la no anulación de los estrictos contrarios, la yuxtaposición no podía ser plena. De forma " natural" la separación garantizada por los ciclos de explosiones y contracciones. De forma artificial la re-intro de la consciencia en el juego mediante una codificación hadrónica. Pero de modo más logrado, existiendo un Ishvara eterno en su futuro, una vacuola para salvar a éste de la destrucción. Ese es el miedo de la naturaleza. Miedo a desaparecer, expresado multinivel, y ansia de desaparecer. Para así solucionar la tensión de modo definitivo. El delirio de un ser supremo es el anhelo de Ser pero al tiempo el miedo a dejar el ser. Porque se expresa a todos los niveles. Igual que la repulsión esencial. Por tanto un espíritu delirante. Un Olk, Dios de los Delirantes, premiando a quienes luchan por utopías personales. Usándonos para acercarse a su nacimiento futuro. Pero con miedo ante un acontecimiento que, a todas luces, le privará de su soporte material. La naturaleza ansía liberarse de sí misma pero tiene miedo a hacerlo. Quiere hacerlo totalmente embebida en el espíritu. Y el espíritu no puede, por otro lado, desapegarse hasta la renuncia a su propia consciencia de calificador de encuentros de entornos, contornos y dintornos. El vacío perfecto de la nada absoluta es la única verdadera fortaleza. Que el espíritu, en cualquiera de sus dimensiones, desde la abstracción homogénea pura e isotópica hasta la mínima expresión bioquímica, no puede lograr alcanzar para tener refugio.