se pone a 4, le abro esas cacho nalgas y le escupo el ano. Me encaramo en plan sátiro, Allá vamos. La inserto y se escurre hasta el fondo. Embistámosla pues. Le follo el culo a saco, mirando en el espejo cómo poseo su cuerpo, su boca abierta en una mueca de vicio, las tetas balanceándose a lo loco y el péndulo de su rabo como una campana desquiciada, tilín-tilín, en todo un baile de frenesí. Se le escapa un pedo que me hace vibrar la polla y le brotan unas burbujitas de espumilla marrón. A pesar de lo cochino, no me desagrada. Es tan femenina que toda ella me gusta, hasta su mierda. después de media hora taladrando ojete me corro como un caballo.