Iniciado por
Soujin
Te diré que tu drama es bastante común y cansino, el eterno pesar que lastra una persona por generar una depresión que se agraba con el tiempo, la dejadez y el abandono; y llega hasta el absurdo de mitificar su dolor como un ser vanidoso que se cree único, digno y estoico, autovenerado por otorgarse una soledad que él mismo se impone para así justificar su trasfondo mediocre, su actitud vaga y cobarde.
No te equivoques. No eres digno ni guardas en ti la esencia de la verdad revelada por la desesperación y la catarsis. Eres un vulgar sufridor de la vida, un farsante emocional que ha convertido su tristeza en profesión porque te resulta placentero y te aporta la identidad que necesitas para justificar tu insustancial personalidad.
Ohh, pobre criatura desarraigada. Ohh, pobre alma en pena que busca el calor negado.
Lo siento, tonto, no van a escribir poemas sobre ti. Nadie te dará la gloria que buscas ni beberás del dulce cáliz de la misericordia. No sonarán trompetas ni caerán hojas de los árboles en tu honor.
Simplemente eres ridículo.
La vida en sí está llena de experiencias auténticamente dolorosas que lejos quedas tú de merecer las caricias del faro de la compasión. El mundo está repleto de seres vivos que atraviesan un drama real, mucho más real que el tuyo y que tristemente se pierden en el silencio, con gritos y desgarros que se apagan en el tiempo al caer el sol.
No eres nada comparado con ello.
El animal que gimió de dolor y exhaló su último aliento al ser devorado en la oscuridad, aquella madre a cuyos hijos vió morir y soportó la primera mañana del resto de su vida en soledad y con las ubres heladas, apaleada, moribunda y con la mirada para siempre perdida. Qué sabrás tú de sufrir.
El auténtico drama y sacrificio no está en hundirse en un pozo y exhibir tu dolor como una prostituta buscando clientes, sino en levantarse cada mañana con el alma hundida y el corazón atravesado, marchando por el camino portando encima mil veces tu propio peso que nunca mengua, nunca disminuye, nunca te abandona sino que se mantiene perenne, indiferente, inamovible, inmortal.
Sigue creyendo tus mentiras porque el mundo seguirá girando, y nadie escribirá poemas por ti.