El mundillo sadomaso está lleno de afortunadas expresiones exportables conceptualmente a otros ámbitos. Desde el mismo palabro " switch" ( interruptor en inglés) que designa la alternancia en el carácter de dominante/sumiso, sobre la que podemos construir o deducir ( tanto da) el concepto " rol" como alternativa a " orientación" ( y explicar la famosa " bisexualidad"), hasta hermosos aforismos como el de
" no hay mayor esclavitud que una libertad no deseada", para aludir a la pérdida de independencia personal como un posible deseable para la felicidad. Pero de todas las expresiones interesantes, una de la más esclarecedoras es la de " sexo vainilla":
aquel que hace o tiene la mayoría
Entras en una heladería. Chocolate amargo, praliné, turrón con trozos de almendra, pistacho con avellanas, galleta y rayadura de coco... ¡ Joder! ¡ para volverse loco!. Así que pides uno de vainilla. Como la mayoría. La mayoría que no tiene vicio porque no se ha parado a identificarlo.
El mundo sadomaso es lugar para intelectuales y gentes con verbo. Los juntapalabras que amplían el mundo. Su mundo. En ocasiones el de otros.
He conocido mujeres especiales cuyas formas de comportamiento en la cama ( o el jergón
...) anunciaban su gusto por lo diferente. Pero ha sido siempre decepcionante comprobar como, finalmente, parecía que sólo entendían de mancharse las comisuras de los labios con vainilla...
Patético. Pareciera que el sexo de calidad no fuese compatible con una relación. Por culpa de la presión social.
¡ Elige tu sabor especial!
hará más fácil que haya una relación...