Lo triste es que al grueso de la población es muy fácil engañarla.
No es necesario que una raza alienígena venga a colonizarlos o aniquilarnos, lo más triste es que somos nosotros mismos los que nos auto-destruimos sólo por intereses espurios.
Se ha demostrado la fragilidad mental de la gente. Ahora tienen carta blanca...Para lo que sea.
Que Dios nos coja confesados.