Suelo hacer cosas así

Es bien

Muy profundo. Como si vivieras en un semisótano, que es lo más probable.

Los triceps me parecen muy jodido para trabajar con la maquinita esa de cuerdas...menos mal que hay más ejercicios para eso.

Pá no tener sueño rubifen+Monster 500ml(hay light también pero pá entrenar me tomo uno con azucar).

Luego saco a pasear a mis perritas, limpio la casa, me ducho y hago la comida. Para eso me tomo un Monster light 500ml( pipi+popo por tanta cafeína y edulcorante/laxante).

Tv+siesta. Me tomo un orfidal y media mirtazapina para dormir.

Me despierto de la siesta sobre la 17h. Me tomo un nesscafe soluble con leche desnatada y azúcar moreno + un rubifen.

Salgo a dar un paseo por la playa, sacó a las perrita y de paso la basura.

Al volver porrito+cena+dejar todo recogido+leer, forear, tv para bajar el ritmo.

A las 22.30h orfidal+melatonina+mirtazapina y a mimir.

Si me levanto temprano puedo forear mientras me despejo.*

Lo que mas me cuesta de todo esto lo que va siendo mi día, son los triceps. Suerte que limpiando se trabajan también un poco.

Tanto circunloquio para decidirte a llamar a una shemale de pasión.com

El frescoño que me bofeteo a las 6 de la mañana al levantarme para hacer un pis, me hizo volverme de un salto bajo las sábanas. Temblando traumatizada por lo inesperado de la situación, no tuve más remedio que mirarme encima.

Mientras disfrutaba del cálido chorrito que empapaba mi braga-faja, pude relajarme y dar rienda suelta a mi flatulencia mañanera que lleno de un placido aroma mi lujoso dormitorio al feng shui.

Con mucho sentir tuve que abandonar mi cómodo lecho para seguir con mi ritual matutino.
Mi tan apreciada prenda de vestir se había enfriado dejando solo un húmedo recuerdo que no me dejo mas opcion que quitarmela para así tirarla por la ventana de la cocina a donde bajé a por la milagrosa poción burbujeante que me esperaba sonriente en la nevera en su colorido envase de aluminio.

Con aquella lata llena del néctar de los dioses, a base de cafeína, taurina y ginseng, decidí trasladarme hasta el sofá que aún conservaba el contorno de mi trasero del día anterior.

El sol tímidamente hacia notar su anaranjada presencia anunciando con su aún delicado calor, el inicio de un gran día.

Tomé ansiosa un gran sorbo directamente de la lata seguido de otro y otro hasta dejarla a la mitad que decidí tomarme acompañando con medio paquete de tabaco. El humo denso flotaba en el salón al ritmo de mis potentes y afrutados erructos provocados por la deliciosa alquimia de mi bebida energética.

Sin darme cuenta ya habían pasado tres horas del día cosa que he pude comprobar al mirar mi reloj del Buda que compré en los chinos y que ahora impregna de elegancia con su lujoso diseño una pared.

Ahora, despierta, me gustaría estar dormida. ¡Qué mucho falta hasta mi queridísima siesta!

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