tamaño de cabeza en relación al corporal

Los jíbaros reducían las cabezas de sus enemigos. Los árabes las cortan. La cabeza representa la individualidad a eliminar. Ese horror histórico ha puesto de relieve la importancia del cerebro y sus periféricos de adquisición de datos y expresión de contenidos como símbolo reduccionista del yo. Criogenización total para los ricos. De la cabeza tan sólo para los no tan pudientes.

La ciencia dice que la longevidad de una especie se puede calcular de manera aproximada por el tamaño de la cabeza en relación al corporal. Pero no es tan así. Los galápagos tienen cuerpos enormes y los ciento cincuenta años de algunas tortugas gigantes son elocuentes.

A Albert Einstein se le criticaba que su cabeza era pequeña en relación a su gran cuerpo. De joven era musculoso pero su epigenética comprometida le hizo poco a poco apartarse de lo físico para dedicarse a la física. El abuso del chocolate y del salchichón hizo el resto. El científico decía que a algunos la cabeza sólo les servía para llevar sombreros...

Ésta es la realidad: la diferenciación morfológica es inversamente proporcional al desarrollo en masa. Algunos sesos pesan mucho, pero tienen pocas circunvalaciones y sinapsis en relación a otros más pequeños pero mejor conexionados. Los carnívoros viven en un universo cinegético en donde lo básico son las coordenadas para así efectuar las estrategias de caza. Los herbívoros lo mismo respecto de las huídas. A los omnívoros les corresponde la autoconsciencia y el enorme progreso en la construcción de sinfonías espaciotemporales: el modo.

Las especulaciones sobre tamaños, ya sea por discusiones sobre cuestiones evolutivas o por análisis morfológicos, suelen tener más en consideración el aspecto bruto " másico" que la consideración cualitativa de la calidad interior.

Pero lo más interesante es que existe una segunda complejidad en la elaboración del cerebro. Ya no sólo el tamaño y las conexiones. Sino también el contenido ideético. Alguien que, por ejemplo, siendo inteligente y teniendo cultura siga aferrado, sin elaboraciones propias, al conjunto de supersticiones de la tribu puede ser calificado como de " mente pequeña".

Yo soy el cabeza de mi barrio loko