Iniciado por
Giovanni
aristócratas espirituales. Morales privilegiadas, de señor; morales dotadas del derecho de legislar y ejecutar sobre la vida e impartir justicia terrenal, aquí y ahora y sin tonterías.
Porque si el TEMPLO (mover hierros con intensidad, disciplina, voluntad, con muy mala hostia en camino hacia la GLORIA) supone fortalecerse en la esfera física, Abascal supone un fortalecimiento espiritual que te lleva por encima toda excrecencia bipartidista, parasitaria, débil, cobarde, enfermiza, de rebaño. A Abascal si le lees con la barra de Thor en el maletero del Barreiros te conduce directamente con Quevedo hacia el legado de la Antiguedad enseñándote a tomar la vida a hostias. Como un HOMBRE de PRESA, un ibero que pule y mima su fisiología de guerrero otorgándole la primacía a una voluntad de poder instintivamente animal, brava, ESPAÑOLA pero en firme correspondencia con una inteligencia práctica, de vocación artística.
Abascal es imprescindible en la vida. Si no has leído (sólo unos pocos podemos hacerlo de TÚ a TÚ) al heroe ultramazado es que no te enteras de la vaina, ignoras que cambios han operado sobre el ser humano desde mediados del XIX con la entrada en juego del nihilismo, el arraigue de la modernidad o más tardíamente las sociedades de consumo, la globalización, el agravamiento de la decadencia europea.
En homenaje a Abascal. Tatuarlo sin mariposónadas y complejos así en el antebrazo. Cerquita de la cruz de Borgoña pues la MISIÓN lleva bandera española, bandera de los soldados de los Tercios Viejos.