El barco de Porkys

¿ Os acordáis de la película de los ochenta?. En países que apuestan por la vida y con tradición por el emprendimiento como son los Estados Unidos, los negocios tipo esparcimiento son instituciones que incluso generan ideas para las películas. En el filme, los malos estudiantes son los buenos emprendedores que viven su existencia gozando de los placeres entorno a un fluvial negocio muy a la americana.

Lugares como el Moulin Rouge en París o series norteamericanas como la del Montecito o Cheers nos hablan de momentos felices entorno a negocios que, desde la óptica española, son muy pensionados. Obvio que también en EEUU, y que los propietarios sostienen grandes cantidades de información, condicionantes, problemas, tensiones y deberes.



Pero lo que en EEUU es toda una institución, en España es sólo una anécdota. El propietario de negocio de consumo y ocio tiene unas ganas de jubilarse que no puede. Debido a la increíble carga fiscal, la competencia de especies extranjeras que dañan nuestra ecología y el absoluto abandono de las instituciones.



En un país abrir un negocio de los pensionados debería ser sencillo. Porque mucha gente tira por derroteros abstractos para evitar esa carga física brutal no compensada. Es obvio que no es lo mismo inversor que propietario, dueño, camarero, bailarina etc. Pero cualquiera de esos extremos está tocado por un " no compensa". Que sólo se salva en el lado de los que apoquinan el dinero. Para luego abandonar como sucedió con el Bandalai. Que del Quintero acabó en manos de familiares de Chaves, con sucesivos cambios de nombre.




un negocio es una institución que debería perdurar cuando ha sido el referente de generaciones en búsqueda de ocio y esparcimiento

paradójicamente la única forma de negocio sano después de dos mil años es esa APESTOSA ORGANIZACIÓN CRIMINAL ASESINA LLAMADA IGLESIA CATÓLICA

mi única fé es para con ANHELA, la asociación de propietarios de locales de alterne

lo mejor de mi vida lo he disfrutado allí