En el mundo mediterráneo del sur es frecuente el recurso a los empanados de las carnes y de los pescados y al uso de masas mezcladas de harina o pan rallado con carne denominadas albóndigas. La idea es sencilla: es dieta de pobre. De lo que se trata es de llenar como se pueda. A dia de hoy, tal procedimiento tradicional es inaceptable por lo que de irresponsable puede ser en el caso de tutelar hijas. Las madres que dan a sus niños " macarrones" ó " albóndigas" como respuesta ante la pregunta del niño al salir del colegio "mamá, ¿ qué hay para comer?" hacen un mal favor a la mitad de su progenie. Pues la condición de gordo, perfectamente deseable y asumible en el hombre, ya que todo lo que ata al cuerpo libera a la mente, y la mente es la única soberana, se torna destino horrendo en la mujer. La cual gana una vida adulta de calidad cuando llega a ella en condiciones de matar-atacar-enterrar los huesos. O sea: perra rabiosa y bien perra. No una gordi más con pinta de niña grandota y gordota.



Los niños (XY) deben de ser cebados y las niñas (XX) enflaquecidas. El niño ha de aprender costura y la niña artes marciales. Así se construye un mundo de pensadores y guerreras. Lo contrario de la mierda actual.