Iniciado por
Djtheo
Tengo 39 años y hace 6 tuve un accidente en la nieve, con la tabla de snow. No lo recuerdo. Desperté en el hospital tetrapléjico nivel C5 Asia-A. Para el que no esté familiarizado con la lesión medular esto quiere decir que me partí el cuello a nivel de la cervical 5. Ni siento ni muevo nada de pecho para abajo. Los brazos los tengo afectados parcialmente. Me funciona el bíceps pero no el tríceps, las muñecas las muevo para arriba pero no para abajo y las manos las tengo inútiles totales. No muevo ni un dedo.
Estoy casado desde un año y medio antes del accidente. Me casé al acabar la carrera y como estuve trabajando un tiempo me quedó una pensión suficiente para vivir e incluso me da para ahorrar algo en ocasiones. Mi mujer siempre ha estado a mi lado, sobrellevando como mejor puede las dificultades que esta situación conlleva.
Hace dos años tuvimos un hijo. Con dos cojones (es chico). Nos planteamos tener otro a corto-medio plazo.
Más o menos éste soy yo ahora.
La cuestión es que hay tres maneras incorrectas que a mí se me ocurran de tratar a la gente con algún tipo de minusvalía (a mí particularmente me da igual el término minusválido, discapacitado, paralítico… el término políticamente correcto ahora es Persona con Diversidad Funcional en general y Persona con Movilidad Reducida en particular, me parece bien, pero no es mi lucha):
1.- No estás, no vales, no existes.
Muchas (muchísimas) veces voy con mi mujer a cualquier sitio, por ejemplo a un cine o teatro, y le preguntan a mi mujer:
— ¿Se puede pasar a un asiento?
¡Cabrón, que estoy aquí!.
Entiéndaseme que sé que nadie lleva mala voluntad. Es solo que es una situación excepcional y no se sabe cómo reaccionar. Bueno, pues así no.
Si tienes algo que decirle a mi mujer, díselo. Sí tienes algo que decirme a mí, dímelo a mí.
2.- Condescendiente.
Pobrecito. En este punto se engloba la mayor parte de la gente mayor.
— ¡Ay, bonico!. ¿Qué te ha pasado?.
Seguido de caras de pena y unas palabras de ánimo. Repito que con toda la buena voluntad. Habitualmente lo que sigue es un:
— Pues yo de joven estuve a punto… A mi hermano el año pasado… Un vecino de mi cuñado…
Bien de batallitas y desgracias. No me importa, pero no es lo deseable.
3.- Eres un ejemplo a seguir.
Es para mí la peor. Me hace sentir muy incómodo porque no creo que sea así.
Entiendo que ante una desgracia así mucha gente se hunde y yo no lo he hecho (de momento) pero no hago nada especial que no haga una persona cualquiera. Intento salir adelante con lo que tengo y no he hecho nada extraordinario ni inspirador. Tengo muchísimo apoyo de mi amplia familia. Que mi logro supremo por el que soy ejemplar haya sido partirme el cuello no me hace nada feliz. Deja que me gane tu admiración cuando haga algo extraordinario, aspiro a ello, pero de momento soy solo una persona mediocre que ha tenido un accidente e intenta salir adelante. Nada más.
Además, podría ser peor. Podría ser madridista.
Entonces. ¿Cómo tratar a una persona con discapacidad?.
Actúa normal. Descarta la discapacidad. No la veas. Sé simpático si quieres o borde si tienes un día de mierda. Si me tienes que insultar, por favor, insúltame. Trátame normal. No me prestes más atención de la debida, a veces quiero estar solo, como todos. No me preguntes a cada rato si estoy bien o si quiero algo, sé pedir las cosas que no alcanzo. Métete conmigo, no me rompo por ir en silla.
No es fácil y si no te sale no pasa nada pero inténtalo. Te lo agradecerán. A mis padres, de hecho, aún no les sale bien.
Supongo que no he hecho más que recalcar obviedades, pero quizás a alguien le ayude a darse cuenta de que no lo están haciendo del todo bien.
También he de decir que todo esto es basado en mi experiencia, no hablo en nombre de ningún colectivo.
Bueno, aquí acaba mi primer post que he tardado en escribir un huevo con mis manitas fofas (aunque el teclado tipo swipe me ayuda mucho!).
Si os apetece compartir vuestras historias de superación cotidiana, aquí estoy.