Cuando los kilómetros son muchos y la comida poca pero contundente, el nabo se me despierta. Pero lo hace de modo especial. Me empalmo al ver señoritas blandas con nutricias carnacas. Eso es lo normal ¿ no?. Pero hago un esfuerzo de voluntad y no giro la cabeza al paso de la vaca. Me obligo a mirar a la poligonera magra, perra, flaca y rabiosa. Es dieta sana, me digo. Lo blando pronto me constituye. No es bueno para mí. Lo bravío, salvaje y fibroso. Eso hace mentes sanas.
El gran drama del ser humano es la abundancia de recursos. De todo hay demasiado. Empieza por la propia vida. Que es demasiado larga. Por eso hay tanto deprimido.
Cuando naces arriba sólo puedes caer hacia abajo. Porque sólo abajo se contempla un arriba. La cosa sería diferente si desde un principio tuviésemos el espíritu en cuenta. Tenerlo es asumir que sin dolor y sufrimiento no hay goce. El sufrimiento de alguien que ya está arriba sólo podría ser el de intentar estar " aún más arriba"... Pero es difícil contemplar ese reino porque desde un principio parecía reservado a los de abajo. Por eso las hienas son animales especiales. La hembra desarrolla en el celo un superclítoris a modo de pene. Eso es tirar para arriba
Si quieres subir sin joderte la vida pero con el sufrimiento preciso para tener esa virtud gozosa, la única forma lógica es la vía del cansancio y el desagrado. Cero comodidades. Eso vivifica espiritualmente que no te veas. Almacena poder en los silos de San Anselmo. Padre escolástico, creo recordar, que enunció el principio del antagonismo placer-poder ( lo uno jode lo otro).
Se acercan las lluvias y conseguir un buen plástico es perentorio para hacerse la cabañita de turno. Algo de dinero voy teniendo. Pero mi indisciplina me induce al gasto. Ahora no como la búsqueda del placer. Sino como el ansia del " todavía más arriba". Lo que me lleva a comprar cosas que " ahora no tocan". Comoquiera que soy indisciplinado, he tomado una decisión: todo el chorreo de dinero para más comida... de la contundente. Que el nabo se ponga tieso con las señoritas. Pero que el esquema corporal sufra con la caquexia del esfuerzo físico constante ( 30 kilos de equipaje-30 kilómetros al dia, clásico de las legiones romanas) y a buscar recursos de acampada entre decenas de contenedores de basura. Por más que me ardan los codos de las tendinitis que me estoy provocando de tanto cargar.
Hay algo en el dolor que lo hace irrenunciable.