Va de hombre trans

El noble arte de follar melones es una práctica ancestral que se realiza desde que existen el hombre y el melón. Hace miles de años ya había un homo sapiens percutiendo en una cueva tan suculento pepónide, con el sudor resbalando desde el arimez de su prominente torus supraorbital y motivado, posiblemente, por algún "contigo no, troglo" (expresado con gruñidos y manotazos). Porque intentos de fornicio no correspondidos ha habido siempre y este fruto no sé lo que tiene, pero invita al sexo ocasional y nunca da un "no" por respuesta. Si te dice que no un melón, de hecho si te dice cualquier cosa, tira corriendo para el psiquiatra.

Estamos hablando de panchilanda en un tema que es muy complejo, puede ser que realmente sea trans y al final acabe chupando pollas a biegos mariposónes por tal de no estar en esa casa. También está el caso de Occidente, en el que hombres blandos son padres aterrados incapaces de frenar que a su hijo le corten la polla y le destrocen la vida.