He de planear una huída para no cortarme las venas
cuando sin anestesia afronte que muy poco mereció realmente la pena,
que todo fueron trámites para conocer a una chica que quizás ni me espera.
El alcohol es olvido efímero,
la resaca una estampida de recuerdos descontrolados
con la sensación de que sigo en esta ciudad
pero que hace tiempo que me he marchado.