La bestia de rubia cabellera era el ideal ario de adolfito. Un tipo que le habla a las masas con un cuerpo pequeño, moreno y con bigote.
Paquito con su 1,63 era todavía peor. Incluso más pequeño que el 1,69 de Mussolini.
Casi todos los dictadores han sido enanos con ínfulas que han pretendido compensar su falta de presencia física con mala leche. Pero el talento prefiere la talla grande. Como Nikola Tesla con su 1,88.
O Juan Luis Guerra con su 1,92
Edison, enemigo pragmático de Tesla y adicto al dinero, medía sólo un mediocre 1,78. Estaturas más pequeñas se corresponden con un menor sentido de lo abstracto y una mayor predilección por la ambición de lo concreto material.
Paquito fué lo que fué. Un enano acomplejado haciendo el bestia ( cosa que se les dá bien a los enanos) para pretender una inexistente capacidad. Cada vez que un pueblo pierde el respeto de sí mismo, le dá por aceptar a cretinos así.
Cuyo único carisma es el de estar al mismo nivel de ramplonería que el resto.