La vez que una shemale me petó el kakas después de comer chopitos en su tinta....

Era joven y disfrutaba de mis primeras nóminas, los findes se convertían en dos intensos días recreando mi propia sodoma y gomorra, la cocaína, las mujeres fáciles y las shemales de pago eran mi obsesión cada viernes noche, eso y una opípara comida con los colegas para ir trazando lo que iba a ser otra noche legendaria.

Tocó comer na de Monchiño, ya se sabe, todo casero, todo fresco, todo delicioso.

Me hinché a choquitos, ricos, tan tiernos y pequeños que eran ilegales, pezqueñines no, jáh amijo, dillo á Moncho. Cuando comes mucha tinta de chopo, sepia o calamar, te tiñe la mierda de negro, y con el estómago lleno y la mierda pintada allá fui a que me follase el ano Sheila, una exuberante brasileña versátil y lechera.

Fuimos al tema, se la chupo, empalma de lujo, polla rica, limpia y hermosa, pal ano dije yo y allá fue, a la primera embestida la sacó y empezó a gritar "meus deus meu deus ten o ano negro como o carvao" y nah me hizo un par de enemas, no salió el tinte, así que me la follé allí mismo con un barreño lleno de agua negra entre las piernas hasta que me corrí en sus tetas artificiales.

Marrano