El actor fue atropellado por su propio Jeep Grand Cherokee
Hace unas semana comentamos que las palanca de cambio de las cajas automáticas de algunos modelos de Fiat Chrysler Automobiles para el mercado americano están siendo problemáticas. Era una noticia que nos interesaba en el mundo del automóvil, pero el suceso del domingo lo ha hecho un poco más conocido para el gran público. No solo hablamos un primer fallecido, es un fallecido popular.
El actor Anton Yelchin, conocido sobre todo por las precuelas de Star Trek -representando a Pavel Chekov- y Terminator Salvation, murió el domingo, en su propia casa. Aparentemente, detuvo su 2015 Jeep Grand Cherokee en su propiedad, colocó el cambio en “N” (creyendo que estaba en “P”) y el coche rodó cuesta abajo -marcha atrás- segundos después, arrollándole y aprisionando su cuerpo contra un muro de ladrillos que contiene un buzón de correos. Yelchin fue hallado cuando nada se podía hacer ya por él.
Su coche está incluido en el lote de un millón y pico de unidades que FCA tiene que reprogramar para que resulte mucho más evidente para el conductor que se va a bajar de un coche que está en punto muerto (“N”), y no en posición de aparcamiento (“P”). Según los registros de la NHTSA, muchas víctimas -heridos o leves- declararon haber dejado el coche en posición “P”, es decir, que la transmisión impide el movimiento, y que a continuación sus coches empezaron a moverse “solos”. En teoría, eso no puede suceder.
Llegados a este punto, quisiera hacer una reflexión, con todo mi respeto hacia el difunto.
¿Habría pasado lo mismo de tratarse de un sedán o modelo convencional? Una menor altura podría haber provocado al actor una más que probable rotura de piernas, y no daños orgánicos irreversibles. La proliferación de coches tan altos, en pro de una mayor seguridad percibida para los ocupantes (o los motivos que sean), resulta contraproducente en lo relativo a los peatones, porque es más fácil que provoquen heridas mortales o de mayor gravedad. Por debajo de la cintura no se encuentra ningún órgano vital, solo hay músculos y huesos, y lo peor que puede pasar en una gran herida en las piernas es morir desangrado, pero a todo lo demás, se puede sobrevivir.
Entre todos, miraremos al dedo, no a la Luna. El actor murió por un problema electrónico, de interfaz poco intuituva o de mala suerte, pero se hablará bien poco de las características físicas del vehículo. Si queremos ser totalmente objetivos, no podemos pasar por alto un detalle como ese.
En cuanto a las consecuencias legales que puede tener todo esto para FCA, tendremos que verlo. No estaba casado, ni tiene hijos, pero sus familiares podrán, con todo el derecho del mundo, demandar al fabricante por una suma millonaria. Solo habrá una escapatoria legal para FCA si el coche no había pasado por sus talleres si ya existía un aviso para el cliente.
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