Torturas infligidas a Junko Furuta
Tenerle desnuda la mayor parte del tiempo.
Violarle todos los días, uno o más de ellos, por vagina y ano.
Invitar a miembros de la Yakuza a violarla. Más de 100 hombres la violaron un total de 500 veces. En una ocasión, 12 hombres en un mismo día.
Golpearle a cada momento, una vez con palos de golf.
Al menos una vez: estrellarle la cara repetidamente contra el suelo de cemento.
Varias veces: orinar encima de ella.
Fotografiar todo el tiempo las torturas.
Antes de violarla, obligarla a masturbarse delante de sus captores o sus invitados, mientras éstos tomaban cerveza.
Introducirle objetos en la vagina, incluyendo una botella y una barra de hierro, lastimándola.
Privarle del agua y la comida.
Al pedir comida y agua, hacerle comer cucarachas vivas y beber su propia orina.
Insertarle un aparato pirotécnico en el recto y encenderlo, causándole graves quemaduras.
Amputarle el pezón izquierdo con un alicate.
Atarla de pies y manos, acostarla boca arriba, y dejarle caer mancuernas en el estómago.
A raíz de las graves lesiones, hacerle perder el control de los esfínteres.
Castigarla cada vez que se orinaba.
Una vez: romperle todos los huesos de una mano a pisotones.
Inserción en su vagina de tijeras y pinzas para pollo asado, desgarrándosela.
Colgarla del techo y usarla como saco de boxeo.
Meterle varias horas en un congelador.
Quemarle los párpados con cera caliente.
Clavarle docenas de agujas de coser en los pechos.
Quemarle en la vagina con cigarrillos y en el clítoris con encendedores.
Insertarle una lamparita caliente en la vagina, que se rompió dentro, provocándole serias lesiones.
Muerte
Los cuatro la golpearon salvajemente con una mancuerna, le quemaron un ojo con una vela, le rociaron la cabeza, tronco y extremidades con un líquido inflamable, y le prendieron fuego. El calvario duró dos horas, y luego Furuta yacía en el suelo convulsionándose, y los cuatro le decían que no exagerara.