Lectura Análisis: "No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio"

No(1) hay(2) más(3) que(4) un problema(5) filosófico(6) verdaderamente(7) serio(8): el suicidio(9).

Albert Camus

El vigor de esta frase reside en abarcar un tema tabú(9) desde su concepción de categoría(6). Obviamente: la primera decisión de todas es la de vivir. En un principio la respuesta viene de fuera: la toman nuestros padres, nuestros tutores. Pero luego nos toca a nosotros, como sujetos, el conjugarla. Y al conjugarla, inevitablemente, surge entre el abanico declinable, el no hacerlo. El suicidarse. Siendo así todos los problemas filosóficos(5-6) secundarios desde esa encrucijada(9).

Hay un movimiento en la decisión. La decisión en un principio está tomada, pero podemos elegir responder otra cosa. Podemos elegir rebatir esa elección. Pero no existen muchos verbos, muchos sustantivos, adjetivos, adverbios, concernientes a esa parte de la conciencia, de la realidad. Por razones pragmáticas: quienes la eligen, están abandonando su lenguaje y su necesidad expresiva y comunicativa. No tienen necesidad de explicar sus pensamientos.

Es por eso que el verbo principal de la oración (2) es extraño. Está flanqueado primeramente por un circunstancial de negación(1) que no niega nada, sino que ejerce de circunstancial modal; y segundamente por otro adverbio(3) ligado a una conjunción(4) que forman una locución subordinante del complemento adjetival que introducen(5-6-7-8). Dicho conjunto (3-4) debe gran parte de su actuación al circunstancial de negación que no niega sino que modela (1). Para explicar ésto, hay que sustituir verbos y complementos:

“No hay más que eso: el suicidio” respeta la integridad de la oración.
“Solamente hay eso: el suicidio” no lo hace, mostrando la vinculación del circunstancial de negación con la conjunción que inicia la subordinada adjetival.
“El suicidio es el único problema filosófico verdaderamente serio que hay” transforma los dos puntos, que estaban camuflados como pausa prosódica, en el verbo omitido que eran: “No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio, y es el suicidio”.

Al ordenar las oraciones para solventar el problema del verbo y sus complementos, vemos con claridad la vinculación problema filosófico(5-6) con el suicidio (9) mencionada en el principio del análisis.

El suicidio es una identidad, pero un problema filosófico lo hay. Hasta que llegue su respuesta. Y pase a ser un todo.

Las partes que dotan de cualidad al problema filosófico (7-8) se centran en su seriedad, pero aluden a la nombrada primacía: es el primer problema a tratar para seguir filosofando. Es el primer problema que resolver, pero es un problema tan voluble que hay que tratarlo con rigor científico: de forma seria en el sentido de nervios de acero y que no tiemble el pulso.

Nada tiene que ver con evitar el cachondeo. El cachondeo es una de las posibles respuestas a ese problema. El seguir experimentándolo.

Iniciado por CRiTiCAL +

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