El gran templo de Melkart se encuentra en la isla de Sancti Petri, en Cádiz. Era un lugar de referencia para el mundo antiguo, uno de los mayores santuarios a Hércules pues Melkart es una divinidad fenicia y cartaginesa por apropiación, y se traducirá en
Heracles en Grecia y Roma.
Aparece descrito por
Estrabón en la
“Geografía”. Habla de un tempo de piedra sillar, escuadrada, con una entrada flanqueada por columnas de bronce, en la que se habían inscrito los gastos del proyecto (Teneis que entender que si una cultura es capaz de recoger los gastos del proyecto quiere decir que eran capaces de proyectar la arquitectura y organizarla perfectamente. En la Edad Media a esto se le llamará “
libro de fábrica”
)
Estas dos columnas las podemos relacionar con el templo de Salomón y las llamamos Jakim y Boaz. Es cuanto menos revelador para el devenir del tiempo que cuando hablamos de las
Columnas de Hércules también estamos hablando de
estas, de las dos columnas de bronce que estan en Cadiz, en el estrecho de Gibraltar, que acaban por darle el nombre. Estas columnas siguen presentes en el escudo de Andalucía, en el de España, y hacen referencia al
plus ultra del lema de España, en el que el "
non" fue tachado por Carlos I. Es tan importante que ha configurado una idea geográfica.
Silio italico (25-101 d.C.) nos habla de que el templo traía esculpidos los trabajos de Hércules en un frontispicio. A las columnas y a este frontispicio añade
Pomponio Mela (45 d.C.) el cinturón del fundador de Pontevedra, Teucro, y las reliquias del mismo Hércules. Se convirtió en un
lugar de peregrinación:
Anibal realizó allí una primera parada en su camino a Roma y se llega a representar en las monedas cartaginesas ataviado como Merlkart. También
Julio César en sus guerras en Hispania paró allí y lloró por tener la edad de
Alejandro Magno sin haber hecho nada digno de su grandeza.
Este templo se mantiene tras la invasión islámica. Según descripción anónima de al-Ándalus
Dikr bilad al-Andalus, aun permaneció hasta el
siglo XII:
En esta isla se halla el monumento llamado Ídolo de Cádiz, situado a la orilla del mar; en altura, perfección y belleza, esta obra no tiene otro parangón que el monumento de la ciudad del faro, en Yillīqiya (La torre de Hércules en Galicia). El Ídolo de Cádiz era una almenara de cien codos de altura sobre la que aparecía una imagen antropomórfica de maravillosa naturalidad, equilibrio y tamaño; su rostro se volvía hacia occidente, donde está el Océano, y envolvía su cuerpo en un manto, protegiéndose del norte. Este faro constituía para los musulmanes un guía en el mar, pero fue destruido por `Alī `Īsà b. Maymūn en el año 540 (1145-46), cuando se rebeló en la ciudad de Cádiz.