Historia Divisiones de las SS

División SS Francesa “Charlemagne”

Con la creación de las Waffen-SS, el ejército de extranjeros internacional que llevaba batiéndose desde el principio de la Segunda Guerra Mundial contra la comunismo y el capitalismo, habían pasado todo tipo de individuos de distinta nacionalidad. Sin embargo en 1944 todavía los franceses no se habían unido. Como Francia era una nación imprescindible, pues era el sitio donde había nacido la Legión Extranjera, antecedente de las Waffen-SS en Europa, llegó el momento de incorporar a los franceses al proyecto. Nacía así la 33ª División SS Francesa “Carlomagno”.

Formación

Oficialmente en Agosto de 1944 se autorizó el proyecto para crear la Brigada SS “Charlemagne”. Debía estar integrada por tres cuerpos militares franceses que ya combatían junto al Ejército Alemán (Wehrmacht) y a la Francia de Vichy, eran la Legión de Voluntarios Franceses (LVF), el Batallón SS Francés y la Milicia Francesa (Milice Française), entre otras unidades que ya habían luchado al comunismo.




Con 2.000 efectivos la Legión de Voluntarios Franceses el 10 de Agosto de 1944 se encontraba en la localidad de Saalesch, Polonia, cuando se enteró de que iba a encuadrarse a las Waffen-SS como el 58º Regimiento SS Francés. Según el acuerdo entre el Reichsführer de las SS, Heinrich Himmler, y el standartenfürer francés, Edgar Puaud, que había sido el comandante de la LVF, él precisamente se convertiría en el nuevo jefe de los galos SS. Pero los franceses de la LVF se encontraron muy en desacuerdo con ser trasladados a las Waffen-SS por los siguientes motivos: primero porque muchos estaban cansados tras tres años de guerra; segundo porque el Gobierno de la Francia de Vichy y su Mariscal Philippe Pétain ya no existían y a ojos de la ley francesa las SS eran una organización ilegal; y por último las Waffen-SS tenían un carácter pagano mientras que los galos eran devotos cristianos católicos. Ningún francés veía con total positividad a las Waffen-SS, de hecho los miembros de la LVF que conocieron a soldados del Batallón SS Francés, los identificaban como compatriotas que habían perdido su identidad y se habían convertido en hombres germanizados, incluso se los llegó a poner el mote de “franco-boches”. El desacuerdo provocó una serie de motines cuando dijeron que la LVF iba a ser convertida en el 58º Regimiento SS Francés, por lo que Puaud tuvo que ir corriendo a dar un discurso a todos sus hombres alegándoles que a pesar de tener otra denominación serían siendo los mismos elegidos antibolcheviques de siempre. También el capellán de la LVF, Mayol de Lupé, proclamó a sus hombres que los cristianos podían unirse a las Waffen-SS porque ésa era una lucha contra el comunismo. Himmler para evitar más problemas añadió que una vez terminara la guerra, todo el territorio francés sería respetado y devuelto a una Francia dentro de la Europa del Nuevo Orden. Convencidos por las promesas, de los 2.000 hombres del LVF sólo 70 se negaron a continuar la aventura, los cuales fueron internados en campos de concentración, pero liberados a los pocos días por Himmler, ya que iba en contra de los Estatutos de las Waffen-SS por pertenecer a un ejército de voluntarios no obligatorio, por tanto marcharon a trabajar en la industria alemana o bien se integraron en la 28ª División SS Belga Valona “Wallonie” de León Degrelle. Superados los problemas, el sturmbannführer Jean Bridoux asumió el mando directo del regimiento.

Al igual que la LVF, el Batallón SS Francés pasó a formar parte de las nuevas SS francesas que Himmler estaba creando. Muchos galos manifestaron su malestar al tener que convivir con miembros de la LVF, a los que consideraban patriotistas franceses arcaicos sin el pensamiento del ideal europeo. Aún así tuvieron que acatar las órdenes de enseñar adoctrinamiento europeísta a los nuevos reclutas en cuanto se lo pidió el que iba a ser su líder, el obersturmbannführer Gamory Dubourdeau.

La Milicia Francesa fue más difícil de encuadrar. Joseph Darnand en persona, miembro de la Delegación Gubernamental para la Defensa de los Intereses Nacionales Franceses residente en Alemania, junto al antiguo jefe de la Falange Africana, Henry Charboneau, se entrevistaron con el oberführer Gottlob Berger, encargado del reclutamiento de extranjeros para que los milicianos pudiesen servir en las Waffen-SS, cosa que así sucedió. Un total de 4.000 miembros de la Milicia fueron seleccionados. Antes de partir a sus respectivos cuarteles de entrenamiento, se realizó un gran mítin público en Ulm donde se izó una inmensa bandera de Francia.




Hubo más franceses de otras unidades que se incorporaron a las Waffen-SS. Fue el caso de los marineros franceses que servían en la Marina de Guerra Alemana (Kriegsmarine), que engañados fueron enviados a Greifenberg para servir en las Waffen-SS como infantería, sin embargo nada más llegar allí protestaron enérgicamente porque ellos eran marinos, por eso los alemanes tuvieron que aceptar la realidad y dar permiso para marcharse a los que quisieran, aunque sorprendentemente sólo se fueron 150, pues el resto decidió quedarse. Otras unidades fueron la Organización Todt (OT) y el Cuerpo Motorizado Nacional Socialista (NSKK) de la Fuerza Aérea Alemana (Luftwaffe), del cual quisieron alistarse el 90% de los hombres y al final sólo fue admitido un grupo muy reducido. Pero sin duda de donde hubo un buen número de voluntarios fueron los civiles evacuados desde Francia, prisioneros de guerra o trabajadores en Alemania, además de las distintas formaciones políticas fascistas como el Movimiento Popular Francés (MPF) de Jaques Doriot. Algunos rexistas belgas valones procedentes de 28ª División SS Belga Valona “Wallonie” de León Degrelle se pasaron a los SS franceses, el caso más famoso fue el de un oficial procedente de Bélgica llamado Fernand Rouleau. Incluso unos pocos voluntarios de Suiza, exactamente de la parte francoparlante, se apuntaron, siendo el más destacado el untersturmführer Heinrich Bueler, encargado de crear una Legión SS Suiza que nunca llegó a materializarse.

Entrenamiento

Para los oficiales de las SS francesas el adiestramiento comenzó en la Escuela SS de Granaderos Blindados “SS-Panergrenadier Schule” de Lauenburg, donde fueron entrenados 55 franceses junto a algunos italianos, búlgaros y belgas flamencos. Los suboficiales por otro lado se formaron en la Escuela SS de Suboficiales Administrativos de las SS de Breslau. Los soldados de la LVF fueron organizados ya como SS en el Batallón SS de Instrucción y Depósito de Granaderos Franceses en Greifenberg, mientras que el Batallón SS Francés lo hizo en Schwarnegast, ambos se convertirían en los 57º y 58º Regimientos respectivamente. Los artilleros se entrenaron en la Escuela SS de Artilleria II de Beneschau en Bohemia-Moravia; los zapadores en la Escuela SS de Zapadores de Hradischko en la misma región; los operadores de radio en el 5th Batallón SS de Instrucción y Depósito de Transimisiones de Sterzing en el Tirol del Sur; los sanitarios en el Batallón SS de Instrucción y Depósito Sanitario de Sttetin; los intérpretes en la Compañía SS de Instrucción y Depósito de Oranienburg; y por último los granaderos para ser adiestrados en el manejo de armas antitanque Panzerschrek y Panzerfaust fueron enviados a la Escuela SS de Cazacarros en Bukowan. Antes de la caída de París en manos de los Aliados, los nuevos reclutas franceses se entrenaron en Sennheim, Alsacia y en Neweklau, Bohemia-Moravia; mientras que los artilleros antiaéreos lo hicieron en la Compañía SS de Instrucción y Depósito de Artillería Antiaérea en Munich. Encargado de toda esta compleja organización fue el brigaderführer alemán Gustav Krukenberg, el cual organizó la estructura de la Brigada SS Francesa con dos regimientos de dos batallones cada uno, formados a la vez por tres compañías de fusiles y una pesada de ametralladoras y morteros, además de las compañías adicionales de cazacarros, artillería, zapadores, transmisiones, sanidad, veterinaria, taller, trabajo y la Plana Mayor.




Casualmente mientras hacía la instrucción el 3th Batallón del 57º Regimiento en Sennheim, Alsacia, bajo el mando de un sturmbanführer suizo llamado Heinrich Hersche, los SS franceses tuvieron su primer bautismo de fuego sin esperárselo. Ocurrió cuando la noche del 26 de Agosto de 1944, un oficial alemán informó que había visto paracaidistas caer cerca del cuartel. Inmediatamente los SS franceses junto a algunos SS belgas cogieron armas para encontrar a los supuestos enemigos. La sorpresa fue que no eran paracaidistas, sino un centenar de miembros de la Resistencia Francesa que respondieron abriendo fuego. Los SS franceses y belgas en seguida los superaron y rodearon, con lo cual los guerrilleros se rindieron. Cuando los SS franceses les interrogaron vieron que no eran resistentes comunistas, sino nacionalistas antigermanos y antimarxistas. Aprovechando su carácter ideológico de afinidad, los SS franceses les ofrecieron un gran discurso sobre el peligro bolchevique en Europa, no dejándoles más que dos opciones: el campo de prisioneros o unirse a ellos. Curiosamente 30 de aquellos resistentes se integraron en la Waffen-SS.

Para Octubre de 1944 todos los miembros de la LVF, del Batallón SS Francés, la Milice, la Kriegsmarine, el NSKK y la Organización Todt fueron agrupados en Bruss para partir a recibir su entrenamiento profesional en el moderno cuartel de Wildflecken, un centro camuflado del que los Aliados jamás supieron de su existencia. De este modo el standartenfürer Edgar Puaud dejó lista y organizada para entrar en el combate con sus 7.300 hombres a la Brigada SS Francesa “Charlemagne”.

Unidad para la 33ª División SS Charlemagne: Permiso Máximo: Permiso Mínimo:
Legión de Voluntarios Franceses 1.200 1.200
Batallón SS Francés 1.100 1.000
Milice 2.500 1.800
Kriegsmarine 1.200 640
Organización Todt y NSKK 2.300 2.000
Prisioneros franceses, trabajadores, civiles… 1.800 1.000
TOTAL: 10.100 7.640

Tanto el entrenamiento como la vida militar en cuartel fue una auténtica pesadilla para los franceses. Los enfrentamientos entre los miembros del antiguo Batallón SS Francés y los de la LVF eran constantes, pues los primeros veían a los segundos como unos anticuados patrioteros del Ejército Francés que les habían llevado a la derrota en 1940, mientras que los segundos a los primeros los identificaban como unos germanófilos traidores que habían perdido su identidad, pues consideraban que su alianza con Alemania sólo era provisional para enfrentarse al bolchevismo. El idioma fue otro problema para los oficiales, pues estos querían dar órdenes a sus soldados en francés y no en alemán, viéndose obligados los alemanes a cambiar los estatutos para hacer optativa la lengua a escoger. La política fue también un factor en contra, aunque en menor medida, ya que entre los SS franceses estaban divididos ideológicamente al ser un 30% vichystas a favor de Darnand, otro 30% fascistas a favor de Jaques Doriot del Movimiento Popular Francés y un 40% restante estaban en contra de los dos anteriores. Las armas fueron otro inconveniente, ya que los franceses acusaron a los alemanes de reírse de ellos por armarlos con metralletas Beretta italianas y no con las potentes MP-40 alemanas. Incluso el clima influyó negativamente al retrasar la instrucción con las constantes nevadas y lluvias torrenciales ese año. Toda aquella situación provocó la deserción de 200 voluntarios franceses.

El acto de presentación de la Brigada SS Francesa “Charlemagne” para su inauguración tuvo lugar el 12 de Noviembre de 1944. León Degrelle de las SS belgas valonas hizo un notorio discurso seguido por una misa del capellán Mayol de Lupé, estando entre los invitados Joseph Darnand, Krukenberg y Puaud.

Antes de marchar al frente la brigada pasó a ser bautizada y reconstituida como 33ª División SS Francesa “Charlemagne” con más de 8.000 hombres al servicio de Francia y Europa. Para identificarse con los otros SS internacionales, los franceses emplearían el escudo tricolor de Francia en la manga izquierda bajo el águila hitleriana.

33ª División SS Francesa “Charlemagne”:
57º Regimiento SS de Granaderos Francés Nº1
·Plana Mayor
·1st Batallón
-1ªCompañía de Fusileros
-2ªCompañía de Fusileros
-3ªCompañía de Fusileros
-4ªCompañía Pesada
·2nd Batallón
-5ªCompañía de Fusileros
-6ªCompañía de Fusileros
-7ªCompañía de Fusileros
-8ªCompañía Pesada
·Compañía de Cazacarros
·Compañía de Cañones de Infantería
58º Regimiento SS de Granaderos Francés Nº2
·Plana Mayor
·1st Batallón
-1ªCompañía de Fusileros
-2ªCompañía de Fusileros
-3ªCompañía de Fusileros
-4ªCompañía Pesada
·2nd Batallón
-5ªCompañía de Fusileros
-6ªCompañía de Fusileros
-7ªCompañía de Fusileros
-8ªCompañía Pesada
·9ª Compañía de Cañones de Infantería
·10ª Compañía de Cazacarros
·33 Grupo de Artillería SS “33 SS Artillerie Abteilung”
·33 Grupo de Cazacarros “33 SS Panzerjaeger Abteilung”
Compañía de Plana Mayor
Compañía de Zapadores
Compañía de Transmisiones
Compañía de Artillería Antiaérea “Flak”
Compañía de Sanidad
Compañía de Veterinaria
Compañía de Taller
Compañía de Trabajo
1ª Columna Hipomóvil
2ª Columna Hipomóvil

Batalla de Pomerania

La partida de la 33ª División SS Francesa “Carlomagno” hacia el frente comenzó el 17 de Febrero de 1945 desde Wildflecken rumbo a Pomerania en tren. El camino duró tres días. Durante el trayecto el tren recibió los bombardeos de la aviación soviética, de hecho el día 20, hubo las primeras bajas a manos de los pilotos rusos muriendo 7 franceses y otros 13 resultando heridos.

A Pomerania los contingentes franceses llegaron el 22 de Febrero desembarcando en la estación de Hammerstein. Primeramente lo hicieron los miembros del 33º Grupo de Cazacarros seguidos minutos después por el 57º Regimiento SS de Granaderos. Toda la 33ª División SS Francesa “Charlemagne” debía quedar integrada en el XVIII Cuerpo de Montaña Alemán que había venido desde Noruega. Ninguno de los franceses se imaginaba que sólo dos días después, el 24 de Febrero, la Unión Soviética lanzaría la gran ofensiva contra Pomerania con el XIX Ejército del general Sergei Kolzov.

La ofensiva soviética se abalanzó el 25 de Febrero contra el sector de los franceses. Casualmente en ese momento llegó el 58º Regimiento a la estación de Hammerstein, el cual se desplegó en la aldea de Barkenfelde, mientras que el 57º Regimiento lo hizo en Heinrichswalde para esperar el choque enemigo. En las dos aldeas los franceses de la “Charlemagne” por primera vez entraron en combate con los soviéticos. La desigualdad no sólo era en númerica, sino que los rusos contaban con camiones lanzacohetes Katyusha y tanques T-34. Los galos resistieron a los soviéticos durante todo el día con simples armas de infantería y consiguiendo destruir a varios tanques T-34, pero a pesar de todo el coste por frenar la ofensiva del XIX Ejército Soviético fue elevadísima para la “Charlemagne”. Justo al atardecer los franceses empezaron a retirarse de las aldeas de Heinrichswalde y Barkenfelde en dirección a la estación de Hammerstein donde se estaba formando un perímetro defensivo.

El 26 de Febrero los soviéticos lanzaron el ataque contra la estación de Hammerstein con el III Cuerpo Acorazado de la Guardia. El 57º Regimiento se concentró en la defensa de los alrededores de la estación junto a la Compañía de Artillería Antiaérea Francesa que había llegado casualmente en tren ese mañana. Mientras tanto el 58º Regimiento se estableció en el cercano pueblo de Barenwald para impedir el avance ruso en ese flanco. El enfrentamiento fue conocido como la Batalla de Hammerstein. Los franceses apoyados por los voluntarios procedentes de Holanda en la 23ª División SS Holandesa “Nederland” y voluntarios de Letonia encuadrados en la 15ª División SS Letona “Lettische”, contuvieron durante toda la jornada al enemigo en ese sector. Los SS franceses se llevaron por delante varios tanques T-34 rusos con los Panzerfaust y les provocaron cuantiosas bajas en un enfrentamiento titánico. No obstante la “Charlemagne” comenzó a retirarse al caer la noche ante la imposibilidad de frenar a los millares de soviéticos que venían sobre ellos. Hammerstein finalmente cayó en manos soviéticas y la “Charlemagne” se replegó hacia Neustettin. En el combate que había durado dos días los franceses contabilizaron 1.500 bajas, de las cuales 500 eran muertos o heridos y 1.000 desaparecidos, entre los muertos 8 eran oficiales y entre los desaparecidos 15.

Con las primeras luces del 27 de Febrero de 1945 la 33ª División SS “Charlemagne” llegó a Neustettin bajo una intensa nevada con 3.000 hombres. Al acomodarse allí informaron al general Puaud que sus hombres dejaban de pertenecer al XVIII Cuerpo de Montaña Alemán para incorporarse al Cuerpo Von Tettau (Korpsgruppe Von Tettau) en honor a su comandante Hans Von Tettau, el cual se componía por las Divisiones Alemanas “Barwalde” y “Pommerland”, la 15ª División SS Letona “Lettische I” y a la 23ª División SS Holandesa “Nederland”. Sin embargo nadie imaginó que los soviéticos atacarían Neustettin el mismo día de su llegada y organización, aviso que interpretaron tras el inicial bombardeo enemigo.

Al caer la tarde del 27 el III Cuerpo Acorazado de la Guardia Soviético se abalanzó sobre Neustettin. Sólo 24 horas más tarde, el día 28, los franceses comenzaron a replegrase para no quedar cercados, aunque dejaron en la ciudad a la 4ª Compañía Pesada del 58º Regimiento y a la Compañía de Artillería Antiaérea, ambas fuerzas armadas con ametralladoras MG-42, cañones de 50 milímetros, baterías antiaéreas de 37 milímetros y morteros. Mientras la “Charlemagne” se retiraba hacia Belgard, las guarniciones para cubrir la retirada se mostraron eficaces contra los rusos a los que detuvieron, aunque a costa de perder muchas bajas, por ejemplo en la Compañía de Artillería Antiaérea cayeron 50 franceses. Pero los rusos decidieron pasar de largo Neustettin y centrarse en Belgard, por lo que las dos compañías que cubrían la huída se unieron a la retirada.

Un total de 4.000 franceses se acantonaron en las dos ciudades-fortaleza de Belgard y Körlin el 29 de Febrero sin ser molestados por los soviéticos, ya que estos cambiaron el rumbo hacia unidades alemanas en la zona. Durante días los rusos estuvieron ocupados luchando con los alemanes en otros sectores, pero la noche del 3 al 4 de Marzo, el I Ejército Blindado de la Guardia al mando del comandante Mikhail Katukov lanzó la ofensiva contra Belgard y Körlin. La mala suerte del destino quiso que en el mismo instante de la ofensiva llegaran en tren los refuerzos para la “Charlemagne” de las compañías de zapadores, sanidad, veterinaria, taller, trabajo, además de las dos columnas hipomóviles. Una a una las unidades francesas fueron cayendo en los lugares de reunión que habían sido tomados por los rusos sin saberlo estas, con lo cual los franceses fueron destruidos al momento o bien hechos prisioneros. Tanto Körling como Belgard fueron cercadas al acabar la jornada del 4 de Marzo, con un buen número encerrado en su interior de franceses, letones y alemanes.




Krukenberg, organizador de la “Charlemagne” solicitó al comandante Von Tettau del Cuerpo Von Tettau un intento de ruptura en el asedio en Körling, para después marchar sobre Belgard y escapar todos. Von Tettau lo autorizó y a las 23:00 horas de la noche los franceses liderados por Puaud comenzaron a salir violentamente del cerco combatiendo con todo lo que tenían. Gracias a la niebla y a la oscuridad consiguieron escapar y llegar cerca de Belgard, sin embargo como estaban desorientados acamparon en la nieve con la intención de descubrir dónde estaban una vez amaneciera. Cuando salió el Sol la sorpresa fue mayúscula una vez abrieron los franceses sus ojos dormidos, pues se dieron cuenta de que estaban en medio de un valle rodeados por cañones y tanques enemigos. Los rusos nada más verlos comenzaron a disparar sobre los indefensos franceses. La masacre fue brutal, torsos mutilados saltaron por los aires mientras centenares de galos huían despavoridos. Algunos pocos consiguieron escapar a los bosques cercanos, pero el resto cayeron muertos o prisioneros, muchos de los cuales fueron fusilados por su condición de extranjeros al servicio de Alemania. En aquel desastre francés conocido como la “Matanza de Belgard”, el general Edgar Puaud murió a causa de sus heridas, despidiendo los franceses con esta pérdida todo un símbolo en su división.

Tras el desastre de Belgard los franceses vieron que era imposible escapar del cerco, por lo que volvieron a sus posiciones iniciales en Körlin. Los rusos no dudaron y fueron estrechando el cerco en la ciudad, haciendo que los franceses, letones y alemanes se reorganizaran en la plaza del centro. Al asedio por si fuera poco se unió el I Ejército Polaco para ayudar a los rusos. El hauptsturmführer Jean Bassompierre tomó el mando de la “Charlemagne” provisionalmente y comprendió que si se quedaban allí morirían, pero si escapaban también, por tanto lo mejor era luchar por huír. Los franceses contraatacaron de manera suicida en todo el cerco e intentaron escapar de Belgard-Körlin. Muchos franquearon el asedio de las tropas soviéticas y polacas, echando a correr por los campos y bosques o cruzando el Río Oder sobre pontones. De los más de 4.000 franceses cercados, sólo 200 lograrían llegar a las líneas alemanes, el resto moriría o caería prisioneo, de hecho, el propio Basompierre fue capturado por los soviéticos.

Desperdigadas a lo largo de Pomerania se encontraban el resto de unidades y compañías de la “Charlemagne” tras la ofensiva rusa y los desastres en Belgard y Körlin, siendo el único pensamiento para los franceses escapar de allí con vida. Una de las primeras intentonas fue la evacuación que se probó el mismo día de la caída de Körling a través de un convoy por tierra y mar que iba hacia Neustadt, cosa que se salió con éxito, aunque por el camino murieron 50 soldados y otros 100 resultaron heridos a consecuencia de los ataques de la aviación soviética, muchos de los cuales eran franceses, entre ellos un gran militar llamado hauptsturmführer René André Obitz que murió al ser torpedeado su barco en el que viajaban los miembros de la “Charlemagne”. Simúltaneamente el 33º Grupo de Artilerría SS con 600 franceses fue evacuado al puerto de Kolberg. Otros galos escaparon hacia su antiguo cuartel de Greifenberg en Bohemia-Moravia y después hacia el Río Oder. Curiosamente por el camino muchos prisioneros franceses en granjas alemanas o campos de concentración al ver pasar a los miembros de la “Charlemagne” escaparon con ellos y algunos hasta les pideron armas para combatir a los soviéticos, pues incluso aquellos soldados aliados que habían estado presos de los alemanes tantos años odiaban al Ejército Rojo el ver el saqueo al que estaba sometiendo a Europa.

Sin duda alguna la huída más famosa de Pomerania fue la llevada a cabo por 800 franceses que se habían quedado a las afueras de Belgard y que trataron de llegar hasta el Mar Báltico costase lo que costase. Era un gran contingente del Cuerpo Von Tettau que con soldados franceses, letones, alemanes y miles de civiles hicieron una ruta de huída de locura atravesando Falkenberg, Schlenzig, Petersfelde, Meseritz, Pinnov, Naterflitz, Woedlke y Zapplin hasta finalmente llegar a la costa hambrientos y exhaustos el día 9. Sin embargo la Kriegsmarine no pudo recogerlos en las playas a falta de instalaciones, por lo que fue necesario recorrer la costa a pie hacia Dievenow, mientras la 15ª División SS Letona cubría al resto en la retaguardia manteniendo a raya a los soviéticos. Herocaimente la “Charlemagne” encabezó la columna de civiles y llegó al fin a Dievenow el 12 de Marzo. Gracias a este movimiento todos los franceses fueron evacuados por la Kriegsmarine junto a otros 6.000 soldados letones y alemanes, además de 26.000 refugiados civiles.

Otra evacuación de importancia fue la protagonizada por los franceses en Kolberg, un puerto que quedó cercado por el I Ejército Polaco. Tanto alemanes como letones y varios miembros de la “Charlemagne” quedaron atrapados, pero ni así rechazaron la oferta de rendición de los polacos de rendirse el 14 de Marzo. Durante cinco días los franceses resistieron ferozmente a los polacos en el puerto de Kolberg hasta que entre el 18 y 19 de Marzo fueron evacuados vía marítima por la Kriegsmarine. Hubo también un último escape protagonizado por 200 franceses que pudieron ponerse a salvo en Meseritz.



Tras el desastre sufrido por la 33ª División SS Francesa “Charlemagne” en Pomerania, la unidad debía reunificar sus fuerzas antes de la inminente batalla por Berlín. Pero lo cierto es que había compañías que no habían sido enviadas al frente. Joseph Darnand suplicó a los mandos alemanes que le dieran permiso para escoger algunas tropas de la “Charlemagne” que hubieran pertenecido en el pasado a la Milicia Francesa para marchar al Frente Italiano de los Alpes ante la proximidad de la frontera con Suiza en caso de que las cosas se pusieran mal. Los alemanes aceptaron, pues sabían que la Milicia Francesa era experta en la lucha antiguerrilla, por lo que serían más útiles en los Alpes que en el Frente Oriental.

Joseph Darnand llegó a Italia a mediados de Marzo de 1945 con cinco compañías de la 33ª División SS Francesa “Charlemagne”. Eran las tres primeras compañías de fusileros del 57º Regimiento SS Francés y su Compañía Pesada, además de la Compañía de Plana Mayor. Las fuerzas de combatientes fueron desplegadas en Valtellina, el único paso que conectaba la zona con Suiza, concretamente en Tirano, mientras que por otro lado la Compañía de Plana Mayor se estableció en Milán, capital de la República Social Italiana en aquellos momentos. Algo curioso que iba a carectirizar a los SS franceses desplegados en Italia es que se desharían del uniforme alemán para llevar el antiguo uniforme del Ejército Francés de Cazadores Alpinos. Las unidades del Eje con las que compartiría el frente la Charlemagne serían en este caso todas italianas, ninguna alemana, por lo cual el problema del idioma fue bastante patente. Acompañaban en Valtellina a los franceses la siguientes unidades italianas: la 3ª Legión de Fronteras “Vetta d’Italia”, la Legión “Tagliamento” y la 29ª División SS Italiana. El Duce de Italia Benito Mussolini en persona visitó el 18 de Marzo a la Compañía de la Plana Mayor de la “Charlemagne” en Milán para agredecer a los franceses la importante contribución que hacían a la defensa de su país y de Europa.

El primer combate en el Frente Italiano Septentrional tuvo lugar el 10 de Abril de 1945 cuando los partisanos comunistas italianos conquistaron los pueblos de Grosio y Grosetto. Para los galos, veteranos ahora de la dura campaña de Pomerania, eso era pan comido. Fácilmente invadieron Grosetto derrotando a los partisanos, pero en Grosio los guerrilleros mostraron tenaz resistencia en la que resultaron muertos 13 franceses, aunque al final se hicieron con el pueblo.

Todo cambió el 20 de Abril cuando el Ejército Estadounidense cruzó el Río Po y comenzó a desplegarse por los Alpes. La cordillera ya no era segura para los franceses, por lo que la única opción era combatir hasta el final o huír a Suiza. Muchos valientes prefirieron quedarse en Milán a proteger la capital del Duce, siendo la batalla por la ciudad muy sangrienta en los alrededores, en la cual intervinieron los franceses que murieron o cayeron prisioneros de los americanos. Incluso la propaganda aliada llegó a decir que más de 600 vichystas galos defendían el terreno, algo totalmente exagerado, pero que por lo menos reconoció la presencia de estos.

Darnand se reunió con sus hombres el 25 de Abril en Tirano para saber a dónde ir. Un día después los franceses SS desperdigados en la localidad de Sesto que no habían conseguido llegar a Tirano fueron capturados por los partisanos, siendo muchos ejecutados. Al ver la suerte de sus camaradas en Sesto, Darnand ordenó salir de Italia a la “Charlemagne” cuanto antes, pero como muchos franceses no estaban con él porque se habían quedado repartidos por la geografía alpina recibieron la orden de aguantar hasta el final en Bolzano por un decreto del comandante provisional, Alessandro Pavolini, secretario del Partido Fascista Republicano. El resultado fue un desastre, pues el 28 de Abril las fuerzas de Darnand fueron interceptadas por los partisanos al salir de Tirano junto a elementos de la 29ª División SS Italiana, muriendo en el asalto 25 franceses, además de haber otros 60 heridos y 3 prisioneros. Ese mismo día fueron cayendo el resto de SS franceses en manos partisanas o norteamericanas, apenas nadie pudo escapar a Suiza.

Asedio de Berlín

Pomerania había sido el lugar de aniquilamiento de la 33ª División SS Francesa “Charlemagne”. Tras esta batalla todas las compañías y unidades de dicha fuerza estaban desperdigadas por Alemania Oriental. Wildflecken fue el lugar para acoger a los franceses, pero el camino de los voluntarios era difícil para llegar allí, pues todos estaban en distintos lugares del Tercer Reich. Unos tuvieron que venir de Dinamarca, otros de Meckelemburgo y otros del Río Oder. Por si fuera poco el cuartel de Wildflecken tuvo que ser trasladado a Neustrelitz por culpa del avance de los norteamericanos. Finalmente se pudo reunir a un total de 1.200 voluntarios franceses, contingente que fue renombrado como Regimiento SS de Granaderos Francés “Carlomagno” (SS Grenadier Regiment Charlemagne). Al mando de dicha regimiento tras la muerte de Puaud quedó el alemán afrancesado Krukenberg junto a otro galo llamado Henri Fenet.

El Regimiento SS de Granaderos Francés “Carlomagno” fue dividido en nuevas fuerzas de la siguiente manera: el 57th Batallón, el 58th Batallón, la Compañía de Plana Mayor, la Compañía de Honores, el Batallón Pesado y el Batallón de Trabajo “Bau Bataillon”. Unos 400 de los hombres se encuadraron en el Batallón de Trabajo para construir trincheras y organizar defensas, mientras que los otros 800 formaron las demás unidades. Antes de partir al combate el Regimiento SS de Granaderos Francés “Carlomagno” volvió a oficializarse en el papel como 33ª División SS Francesa “Charlemagne”, la cual compartía el frente con la 11ª División SS Escandinava “Nordland”, la 15ª División SS Letona, la 23ª División SS Holandesa “Nederland”, la 27ª División SS Belga Flamenca “Langemarck”, la 28ª División SS Belga Valona “Wallonie”, la Unidad SS Española “Ezquerra” y el Cuerpo SS Británico Libre “British SS Free Corps”, unidades que sumaban el III Cuerpo SS Germánico del obergruppenführer Felix Steiner.

Durante la oscura temporada de Abril el miedo cundió en las filas y hubo que aplicar medidas extremas entre los SS franceses. Un puñado de galos que intentaron desertar fueron fusilados, mientras que un reducido grupo que aprovechó la situación de caos en Alemania para saquear a inocentes civiles fueron pillados en el acto, por lo que también se les pasó por las armas.

A finales de Abril de 1945, los SS franceses mejor organizados y armados que nunca con Panzerfaust, modernos rifles Sturngewehr 44 y camuflaje mimético en los uniformes, comenzaron el viaje hacia Berlín acompañados de 9 camiones y comandados por Krukenberg y Fenet. Por el camino fueron atacados en diversas ocasiones por aviones soviéticos y estadounidenses, pero sin infligirles ninguna baja. Al llegar a las afueras de la ciudad tuvieron que cruzar los canales bordeándolos a pie debido a que todos habían sido volados por los alemanes para impedir el paso a los soviéticos. Justo al anochecer el primer contingente de la “Charlemage” compuesto por 325 franceses entró en Berlín, perdiéndose unos 100 por el camino. El resto lo haría a lo largo de la noche ante la mirada de sorpresa de los ciudadanos berlineses que se preguntaban que hacían los franceses allí, incluso algún curioso no pudo evitar acercarse para expresar sus dudas. Concretamente el lugar de Berlín destinado a los franceses fue el distrito de Neukölln. El centro de mando se estableció en el Palacio de Deportes del Reich (Olympiastadion), donde se alojaron la mayoría para dormir y cenar, además allí dentro encontraron un amable regalo que los alemanes les habían dejado, tabletas de chocolate.

Durante la noche del 24 al 25 de Abril el Ejército Rojo cerró el cerco sobre Berlín. Las últimas unidades en penetrar el anillo para quedarse fueron casualmente francesas, apróximadamente unos 500.


Granaderos franceses de la 33ª División SS “Charlemagne” en Berlín.

El momento de estrenarse para los franceses en Berlín llegó el 26 de Abril cuando se les ordenó lanzar un asalto contra el Ejército Rojo cerca del aeropuesto de Tempelhof. Sin embargo la mala suerte les sonreiría, pues un tanque alemán King Tiger confundió a los galos con soviéticos y disparó el cañón de su torreta matando a 17 franceses. Las protestas de los franceses no se hiceron esperar, pero al ver que no tenían tiempo de discutir continuaron con la carga no sin antes avisar a los alemanes de que eran camaradas y no enemigos, los germanos recibieron el mensaje y apoyaron a los galos consiguiendo llevarse a muchos soviéticos por delante, aunque al final tuvieron que retirarse de Tempelhof ante la increíble superioridad numérica enemiga. Pero al mediodía contraatacaron junto con 100 niños de las Juventudes Hitlerianas y algunos escandiavos de la “Nordland”. El resultado fue el mismo, aunque gracias al retraso sufrido por los rusos en Tempelhof los franceses pudieron retirarse de Neukölln y marchar al centro de la ciudad, no sin antes combatir en el Ayuntamiento y la Avenida Sonnen Alle. Durante el trayecto los franceses fueron atacados por tanques soviéticos T-34 y los nuevos Stalin, siendo en la huída herido el comandante Fenet en una pierna, pero no grave, por lo que pudo escapar. Un unterscharführer galo llamado Eugene Vaulot consiguió destruir dos tanques soviéticos durante la retirada de Neukölln, sólo unos pocos días después se convertiría en el mejor cazacarros francés. Pero el mejor resultado es el que se obtuvo en la Plaza Hermannplatz al destruir 14 tanques soviéticos. El nuevo punto de reunión fue el centro de la ciudad, al cual llegaron los franceses la noche del 26 al 27.

Para el 27 de Abril la “Charlemagne” se había reorganizado en la Estación de Anhalt, concretamente en el sector Ciudadela (Zitadelle) del metro en Stadmitte, junto a los noruegos y daneses de la “Nordland”. El nuevo puesto de mando se instaló en el edificio de la Ópera, allí mismo Krukenberg citó a Fenet y al brigadierführer de la “Nordland” Joachim Ziegler para evaluar la situación que era muy poco prometedora. Ningún soldado extranjero ofreció muestras de debilidad, pues querían combatir hasta la muerte, sobretodo después de ver las salvajadas que los soviéticos estaban cometiendo contra la población civil, ya fueran violaciones o saqueos. Tal era la fortaleza humana que los franceses podían ser heridos hasta tres veces y continuar combatiendo. En ningún momento cedieron la posición durante los días 27 y 28 de Abril, impidiendo con su sangre avanzar a los rusos entre el paso de la Calle Puttkammerstrasse y la Plaza Belle-Alianze. Sin duda la humillación de la derrota en 1940 había sido borrada.

Una de las mayores acciones militares de la guerra fue protagonizada precisamente por los franceses de la 33ª División SS Francesa “Charlemagne” durante la Batalla de Berlín el 29 de Abril de 1945. Una columna de blindados soviéticos compuestos por poderosos tanques T-34 e IS-2 Stalin avanzaron por la mañana por la Calle de la Wilhelmstrasse. Los observadores alemanes se dieron cuenta de ello y enviaron a los franceses de la “Charlemagne”, los cuales se apostaron en ambos lados de los edificios y ruinas de la avenida agazapados con Panzerfaust y granadas. Cuando llegaron los soviéticos una lluvia de fuego y acero cayó sobre ellos. Los primeros tanques explotaron provocando un embotellamiento de tráfico, mientras que la infantería presa del pánico intentaba escapar bajo el rugido de las balas y granadas de los franceses. Los pocos supervivientes rusos escaparon por donde habían venido como pudieron arrastrando a sus heridos o abandonándolos. Sobre el terreno los franceses dejaron la impresionante cifra de 128 tanques soviéticos destruidos y cientos de muertos, y esto apenas sin ellos sufrir bajas. Las condecoraciones no se hicieron esperar: recibieron la Cruz de Caballero el comandante de la “Charlemagne”, Henri Fenet; el oberscharführer François Apollot; y el enlace alemán con la división, obersturmführer Wilhelm Weber. Pero el más condecorado fue Eugene Vaulot, un superviviente del ataque británico a la Flota Francesa de Mers-el-Kebir en 1940 que había destruido 6 de los tanques en Berlín, convirtiéndose en el mejor cazacarros de la Historia de Francia. Este encuentro fue la mayor victoria táctica del Ejército Francés durante la Segunda Guerra Mundial, ya que a pesar de que vistieran uniformes alemanes, no dejaban de ser franceses y de representar a Francia.

El 30 de Abril de 1945 tenía que ser una jornada muy especial para los franceses, pues muchos de ellos procedentes de la Legión Extranjera celebraban el aniversario del Asedio de Camerone, suceso ocurrido en 1864 en que unos cercados galos lucharon hasta la muerte contra México. La situación en Berlín no era muy diferente de Camerone para ellos. Con ahínco defendieron mejor que nunca el mismo Reichstag y la Cancillería junto al resto de extranjeros, además de las Calles Friedrichstrasse y Saarlandstrasse en donde volvieron a provocar serias bajas a los rusos. Sin embargo esa jornada no sólo era el aniversario de Camerone, sino también el día en que Adolf Hitler se suicidó a pocos metros bajo tierra de donde combatían los voluntarios franceses, exactamente a las 15:30 horas de la tarde.

Hasta el 1 de Mayo de 1945 la muerte de Hitler no se hizo saber a los franceses. Ahora que el Führer estaba muerto ya podían marcharse todos los extranjeros a un lugar donde salvar la vida, pues ya no había nada que proteger. A pesar de todo la lucha continuó con el fin de contener el máximo tiempo posible a los rusos y así poder salvar muchas más vidas de la marea soviética. La “Charlemagne” se dividió para defender dos puntos clave: un centenar de hombres se parapetó en el edificio de la Oficina de Seguridad del Reich (Reichsssicherheisthauptamt) y otro de 30 franceses al mando de Fenet en el Ministerio del Aire. En ambos lugares los franceses aguantaron durante todo el día impidiendo el paso a las oleadas de soviéticos que se lanzaban.

La noche del 1 al 2 de Mayo comenzaron las fugas de todos los extranjeros voluntarios en las Waffen-SS, incluidos los franceses. En el caso de la “Charlemagne” sólamente partió la columna que se refugiaba en la Oficina de Seguridad del Reich (Reichsssicherheisthauptamt) al mando de Krukenberg, pero acabó en un colosal desastre al ser atacada de sorpresa por los soviéticos. Pocos franceses escaparon, la mayoría cayeron prisioneros, incluido el propio Krukenberg y el recién condecorado François Apollot. Por otro lado Eugene Valot murió en la lucha, siendo homenajeado en un improvisado funeral bajo la luz de las velas del metro subterráneo. Los que resistían en el Ministerio del Aire escaparon más tarde, pero no llegaron muy lejos, pues se rindieron la mayoría a sus captores, entre estos Fenet.

Roger Albert-Brunet fue el último militar francés muerto en Berlín, un unterscharführer procedente de la Milicia que había destruido 4 tanques soviéticos durante la batalla. Cuando se rindió tuvo la mala suerte de entregarse a un soldado ruso borracho que no sabía muy bien lo que hacía y le acabó disparando.

Puede decirse que los voluntarios en la “Charlemagne” fueron de los mejores combatientes en Berlín y los que más carros enemigos volatilizaron entre los extranjeros. Además en Berlín, curiosamente los franceses duplicaban en número a sus compatriotas desembarcados en Normandía el 6 de Junio de 1944, un hecho poco conocido en la Historia de Francia, pero igual de importante. Es posible y añadiendo un “quizá” que gracias a los franceses, un hombre tan francófobo como era Hitler y que entre los demás grupos de voluntarios extranjeros los había tenido siempre en un segundo plano por la inquietud que sentía hacia ellos desde la Primera Guerra Mundial, estos le regalaron unos días más de vida a cambio de luchar hasta la muerte.

Otros frentes

No sólamente había franceses SS combatiendo en Berlín e Italia Septentrional en los últimos días de la guerra, otros segmentos de la 33ª División SS Francesa “Charlemagne” se hallaban desperdigados por todas partes de lo que quedaba del Tercer Recih. En mayor o menor grado también tuvieron su participación en la lucha final.

El Regimiento de Depósito e Instrucción para la Charlemagne que había quedado en Neustrlitz tuvo que huír hacia los Alpes para encontrar la mítica pero incompleta Fortaleza Alpina. Al llegar a Bad Tölz los franceses fueron puestos a combatir junto a la 38ª División SS “Nibelungen” formada por jóvenes alemanes y estudiantes, marchando ambas fuerzas a Wartenberg donde se enfrentaron a los estadounidenses. El encuentro de Wartenberg el 29 de Abril de 1945 fue el único caso en el que los franceses SS se enfrentaron a los norteamericanos. Casualmente los franceses pudieron sobrevivir a Wartenberg, así que escaparon hacia Moosburg y de allí a Suiza.



Neustrelitz fue testigo también de combates cuando llegaron los rusos. Había franceses que equivocadamente no habían huído a Suiza y se habían quedado allí con la esperanza de rendirse a los occidentales, eran el Batallón de Trabajo “Bau Bataillon” y el 57th Batallón con exmiembros de la LVF. Para su desgracia fueron los rusos los que se adelantaron. Por tanto tuvieron que dar marcha atrás en dirección hacia el oeste mientras los soviéticos les pisaban los talones. Por suerte consiguieron llegar al Río Elba donde se acantonaban los norteamricanos a los cuales se rindieron.

Los últimos SS franceses en escapar se encontraron en la ciudad de Carpìn, donde la “Charlemagne” había instalado temporal e improvisadamente su cuartel general al mando del sturmbannführer Jean Boudet-Gheusi. Cuando empezó la retirada los rusos llegaron al instante, por tanto a los franceses no les quedó más remedio que cavar trincheras y enfretnarse durante los días 28 y 29 de Abril a los soviéticos, a los cuales milagrosamente lograron rechazar. Nada más desistir los rusos, los franceses se pusieron en marcha a través de las carreteras bajo el vuelo de la aviación anglo-norteamericana que les bombardeaba una y otra vez. Finalmente el 3 de Mayo de 1945 se rindieron al Ejército Británico.

Para el 3 de Mayo de 1945 la 33ª División SS Francesa “Charlemagne”, junto a la 27ª División SS Belga Flamenca “Langemark” y la 28ª División SS Belga Valona “Wallonie”, se dieron por disueltas según un informe del 21º Grupo de Ejércitos Británico al mando del mariscal Bernard Montgomery tras haber capturado los ingleses a las tres.

Represión de los vencedores

Tras la Segunda Guerra Mundial los SS franceses de la 33ª División SS Francesa “Charlemagne” no tendrían precisamente un buen recibimiento, por no decir que ni siquiera se les recibiría. En Francia les esperaba una nueva batalla, no contra los rusos sino contra los tribunales. No había crimen alguno, simplemente esos individuos no eran bienvenidos para los nuevos fines partidistas de la nación.

Muchos SS franceses apelaron a la Ley del 22 de Julio de 1943 aprobada por el Gobierno legal de Philippe Pétain y no por la del del exilio según había decidido la Cámara Parlamentaria en 1940, la cual recogía que los franceses tenían vía libre para alistarse en las Waffen-SS. Dicha ley sin embargo fue abolida por el Presidente provisional Charles De Gaulle en 1945. Pero a pesar de esta abolición, los voluntarios legalmente se habían alistado antes de que fuera derrogada, por lo que igualmente no podían ser acusados de nada. No obstante eso no les importó a los tribunales, pues se hicieron juicios totalmente fuera de la ley y se dictaminaron sentencias. Las únicas víctimas fueron en su mayoría jóvenes idealistas que un día su Gobierno les había dado permiso para enrolarse en la “Charlamegne”, y ahora otro Gobierno que se hacía llamar democrático les acusaba por eso. No había explicación para una cosa así.

Las primeras víctimas de la Charlemagne fueron 12 jóvenes voluntarios franceses que se habían rendido a las tropas norteamericanas el 7 de Mayo de 1945. Los estadounidenses tras un intento de fuga los entregaron a la 2ª División Blindada Francesa Libre del general Philippe Leclerc. El propio general Leclerc quiso visitarles para ver como era un francés con uniforme Waffen-SS. Cuando vió a sus compatriotas se mofó de ellos. Uno de los cautivos ofendido reprochó a Leclerc que no se burlara porque él mismo en aquellos momentos tampoco llevaba el uniforme francés y sí otro extranjero, el americano, cosa que era cierta. A Leclerc le sentó mal el comentario y sin razón alguna dentro de algún estatuto legal en el Ejército Francés les mandó fusilar. Sin ningún remordimiento el mítico Leclerc presenció la ejecución bajo la atónita mirada de los americanos que veían aquello una locura. Aquellos 12 franceses murieron bajo orden directa de uno de los generales más famosos de Francia. Este suceso jamás se dió a conocer en el país, pues Leclerc era considerado un héroe de guerra y eso mancharía su carrera. Sin embargo al morir en accidente aéreo sólo dos años después en 1947, un sacerdote llamado Maxime Gaume que había presenciado los hechos, sacó a la luz la verdad con una fotografía que extrajo del crimen.

Ser prisionero de los soviéticos era lo peor que podía pasar. Algún que otro francés fue ejecutado directamente nada más ser capturado, algunos con peor suerte fueron maltratados hasta la muerte. Pero el sufrimiento más grande era marchar a los gulags en Siberia y demás campos de concentración repartidos por la geografía soviética. Aún así los SS franceses fueron los que más suerte tuvieron de todos los extranjeros, ya que Charles De Gaulle reclamó a Iósif Stalin que devolviera a sus compatriotas a Francia, por lo que a finales de 1945 todos los galos ya se paseaban por su país, aunque no sin faltar a las citas con los tribunales. El único que no salió fue Gustav Krukenberg por su nacionalidad alemana, al cual le liberarían en la década de los 50.

Polonia trató mejor a sus cautivos, pues la mayoría de franceses fueron hechos prisioneros por el I Ejército Polaco. Gracias a que los SS franceses eran muy católicos a diferencia de otros SS extranjeros, los polacos, profundamente cristianos también, les perdonaron la vida gracias a la religión. Hubo un caso curioso que sucedió tras la Batalla de Berlín, en el cual unos prisioneros SS franceses a punto de ser fusilados por unos polacos mientras cargaban las armas contra el paredón, se dieron cuenta de que portaban unos crucifijos, invadidos por la curiosidad les preguntaron y al saber que eran católicos les dejaron libres sin más para buena fortuna de los galos.

Tanto soldados como algunos suboficiales franceses pertenecientes a las Waffen-SS fueron los que tuvieron más suerte al llegar a Francia. Estuvieron recluidos hasta que los juicios acabaron en 1946, entonces fueron soltados, ya que la “Charlemagne” no era culpable de ningún crimen de guerra. No obstante se les canceló la pensión militar o de invalidez a sus familias por haber luchado junto al Ejército Alemán, por suerte a los pocos años la República Federal de Alemania se encargó de aportar todas estas necesidades y de pagar el dinero correspondiente mensualmente como exveteranos alemanes y no franceses.

Peor parados salieron los altos mandos con condenas de prisión de 5 a 10 años y en algunos casos la muerte. Joseph Darnand, líder de la “Charlemagne” en la Campaña de Italia Septentrional, fue ejecutado el 10 de Octubre de 1945. Jean Bassompierre, otro alto cargo de la “Charlemagne” que después de ser liberado por los soviéticos en su captuta de Pomerania intentó marchar a Argentina, pero antes de embarcar en un buque dentro de Italia fue reconocido por las autoridades italianas y entregado a Francia, donde se le condenó a muerte y ejecutó el 20 de Abril de 1948 bajo el total desacuerdo de la opinión pública francesa, la cual protestó enérgicamente por la ejecucuón. El capellán de la Charlemagne, Mayol de Lupé fue castigado a 15 años de cárcel, aunque salió a los cinco años en 1951. Henri Fenet, líder francés en Berlín, fue liberado en 1959 después de estar condenado 19 años de trabajos forzados en la cárcel, a su vuelta fue miembro de la Orden de los Cabelleros de la Cruz de Hierro, murió en 2002. El último, Jean Bridoux simplemente desapareció, abandonó la división después de terminar los combates y marchó al exilio sin dejar rastro ni pista alguna probablemente porque en Francia se le condenó a morir en un juicio sin su presencia.




Muchos SS franceses no quisieron entregarse, así que apostaron por el exilio, sobretodo en España y Argentina. Sin embargo una gran parte de los SS franceses aceptaron una propuesta que les hizo De Gaulle, la de marchar a la Guerra de Indochina para estar libres de cargos, recuperar todas las ganacias económicas y pensiones perdidas y a la vuelta ser tratados como héroes. Además al enemigo con que se enfrentaban eran comunistas vietnamitas, por lo que podían continuar su lucha antibolchevique desde otro frente. La propuesta era curiosa porque se trataba de obtener el perdón por haber luchado en un ejército antibolchevique a cambio de ir a luchar a otra guerra en la que también se combatía el bolchevismo, algo incomprensible. A pesar de todo la mayoría de exmiembros de la “Charlemagne”, ansiosos otra vez de ajustar las cuentas al comunismo en plena Guerra Fría y esta vez dentro del Ejército Francés marcharon a las selvas de Vietnam dentro de la Legión Extranjera y del Batallón de Infantería de Ultrmar (BILOM). Curiosamente las armas también serían de fabricación alemana, ventaja que tenían los antiguos SS galos al ya saberlas manejar de manera experta. Al regresar a Francia, los supervivientes de Vietnam e incluso Argelia fueron tratados como héroes, pudiendo recuperar de esta manera su honor.

Extranjeros no franceses en la Carlomagno

Por la 33ª División SS Francesa “Charlemagne” no sólamente pasaron franceses, sino que además fue una división que concentró distintas nacionalidades de gentes de varias partes del mundo, especialmente de las colonias del Imperio Francés.

Sin lugar a dudas los que más abundaron fueron voluntarios procedentes de Suiza y Bélgica. En el caso de Suiza muchos voluntarios suizos de habla francesa se alistaron en la “Charlemagne”, entre ellos destacó el untersturmführer Heinrich Bueler que intentó fracasadamente crear una división SS suiza en su país sin éxito; el otro fue Heinrich Hersche que dirigió la primera acción combativa de los SS franceses en Alsacia contra la Resistencia Francesa. De los voluntarios procedentes de Bélgica sólo se alistaron personas originarias de la parte valona que por alguna razón no habían querido unirse a la 28ª División SS Belga Valona “Wallonie” de León Degrelle, de las cuales hubo un buen número, siendo el belga más famoso Fernand Rouleau. De Europa hubo también algún que otro voluntario en la “Charlemagne” procedente de España o de la Rusia Blanca.

Curiosamente hubo algunos voluntarios asiáticos y musulmanes. Algún antiguo miembro procedente de la LVF con origen magrebí del África Occidental se alistó sin pensárselo dos veces. De Asia, sobretodo la Indochina Francesa y Japón fueron foco de voluntarios. Por ejemplo un puñado de japoneses tomó parte en la “Charlemagne”, incluso un vietnamita y un thailandés. Asombrosamente Lucien Kemarat, el único SS procedente de Thailandia, país miembro del Eje, se convirtió en un gran experto de la ametralladora MG-42 que le llevó a ganar condecoraciones, aunque moriría en 1945 durante la Batalla de Pomerania.

Lecturas y filmografía de la Carlomagno

Cuando ya había pasado la resaca de la Segunda Guerra Mundial, los Gobiernos franceses siempre con fines partidistas para escribir la Historia hicieron todo lo posible para borrar de la memória a los franceses de la “Charlemagne”, para tratarlos como a unos locos y psicópatas que combatieron en batallas sucidas perdidas o para minimizar su cometido histórico. Sin embargo toda esta táctica política fue en vano, pues aunque en un principio sólo los sectores de la extrema derecha difundieron su pasado, en pleno desarrollo del siglo XX la historia de tales hombres la conocía toda Francia y el resto del mundo. Su recuerdo era ya eterno.

El primer libro que rompió el hielo apareció en Francia sobre el año 1948 con el título de Vae Victis ou Deux Ans dans la LVF, el cual abarcaba desde la creación de la LVF hasta el fin de la “Charlemagne”, curiosamente no se supo quién fue el autor seguramente por miedo a represalias por parte de la democracia, motivo por el cual lo firmó como “XXX”. El segundo autor que le echó valor a la causa fue el abogado del difunto Jean Basompierre, Charles Ambrose Colin, con su obra Sacrifice de Basompierre, que narraba su huída de Belgard junto a sus hombres. Con la llegada de la década de los cincuenta aparecieron en el año 1950 el libro Carcasse à vendre de un veterano SS francés llamado Serge Mit y Vae Victis! de autor anónimo. Uno de los libros que ganaron cierta fama fue Les Places étaient chères de Eric Labat en 1951, aunque el autor no reveló su nombre hasta 1969 cuando sacaron la segunda edición, siendo un veterano de la Compañía Juana de Arco en la Guerra Civil Española, antiguo miembro del Partido Popular Francés de Doriot y soldado de la LVF; no obstante la obra sin embargo tuvo que ser escrita en España por ser un exiliado. La primera novela de los franceses en la “Charlemagne” fue escrita en 1968 bajo el nombre de Les Lions Morts, una historia sobre la lucha final de los galos en Berlín narrada por el mismo Maurice Sicard, antiguo miembro del Partido Popular Francés, aunque tuvo que firmar con el nombre falso de Saint Paulien. El primer autor francés que le fueron publicadas obras en el extranjero fue Marc Augier con sus libros novelados en 1963 de Les Heretiques y otro en 1967 llamado Les Nostalgiques, traducidos al alemán, inglés, castellano e incluso al afrikan de los boers de Sudáfrica. En la década de los 70 aparecieron Le rêveur casqué de Christian de la Maizière en 1972, Division Charlemagne de Jean Mabire en 1974, Mourier a Berlin también de Mabire en 1975 y Le Prix d’un serment. Haupscharführer SS. Des plaines de Russie a l’enfer de Berlin del escritor Pierre Rostaing.

A pesar de todas las publicaciones los medios de comunicación a favor del interés político hicieron una condena histórica de la “Charlemagne”. Esto no tenía fundamento alguno, sólo el hecho de que era lo políticamente correcto. En 1974 en el Congreso Internacional de Historia Militar sometió a la “Charlemagne” a duras críticas por parte del general francés Albert Merglen. Dos años después, en 1976, el Comité de Historia de la Segunda Guerra Mundial en París volvió a condenar a dicha división. Al año siguiente, en 1977, la “Charlemagne” de nuevo fue sometida a todo tipo de calumnias en la Revista de Historia de la Segunda Guerra Mundial Francesa. Aún así, los intentos por desprestigiar a los voluntarios franceses no consiguieron el éxito deseado en gran parte del país.

Internacionalmente escritores de todo el mundo cogieron su pluma o máquina y comenzaron a escribir sobre los SS franceses. Gran Bretaña tuvo el honor de ser la primera en 1972, aunque lo hizo con un título bastante hiriente e injusto para los veteranos, el autor fue David Littlejohn con su libro The Patriotic Traitors o Los Traidores Patriotas. Otra obra más moderada y ajustada a la realidad fue la del inglés Robert Forbes en el año 2000 con Pour le Europe.The French Volunteers of the Waffen-SS, la cual contaba de manera muy detallada la lucha en Pomerania y Berlín. Otro ejemplo claro fue Berlin The Fall 1945 en 2002 del prestigioso historiador Antony Beevor, que a pesar de no compartir la ideología de la “Charlemagne”, admiró en su creación la valentía de los soldados SS franceses. Alemania, el país que más censura tenía no quiso quedarse atrás en honor a los voluntarios franceses que acudieron a ayudar a su mismísima nación. El primer autor alemán fue Hans Neulen con Eurofaschismus und der Zweite Weltrieg de 1980. Suiza, país que fué foco de voluntarios suizos en la “Charlemagne” también quiso aportar su grano de arena de manos del escritor suizo Peter Gosztony en 1976 con una obra llamada Deutschlands waffengefärten an der Ostfront 1941-1945. España, nación acogedora de algunos exiliados de la “Charlemagne” fue de las últimos países vecinos en relatar alguna obra, lo hizo Carlos Caballero Jurado con Carlomagno, Voluntarios Franceses en las Waffen-SS publicado en 2003.

El cine también fue protagonista en la difusión de la historia de la 33ª División SS Francesa “Charlemagne”, aunque de manera muy limitada y sometida a censura. Con el libro Le rêveur casqué de Christian de la Maizière, el cineasta francés Marc Ophuls decidió hacer un documental sobre la Francia de Vichy y la Francia Libre, por lo que pidió una entrevista al autor. Todo salió según lo previsto, pero antes de estrenarse en 1969 la película fue censurada. Tuvo que estrenarse en un solitario cine del Barrio Latino de París en 1971, pero no alcanzó el éxito necesario. El triunfo por fin víno en 1981 con el estreno del documental en televisión que pudo presenciar toda Francia por vez primera.

Por muchas mentiras y boicots que intentaron verter sobre la 33ª División SS Francesa “Charlemagne”, la unidad fue de las mejores en las Waffen-SS y probablemente de todo el Ejército Francés en la Segunda Guerra Mundial.



fotos








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muy recomendado

Iniciado por Fap

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valientes

Iniciado por Antoño Tejero

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VIVA LA DIVISIÓN AZUL

Semiban los 2

OC

Pillo sitio.

Piso llitio. Buen hilo

División SS Weißruthenische

Formada en agosto de 1944 en Polonia, a partir de la Schutzmannschaft-Brigade Siegling -creada con los restos de unidades de voluntarios rusos retiradas del frente y que mezclaban rusos, belorusos, ucrainianos, armenios, tartaros, polacos y un checoeslovaco. Estaba mandada por oficiales alemanes.

La unidad sufrió de baja moral y motines -en uno de ellos, el 27 de agosto todos los oficiales y suboficiales alemanes fueron asesinados-. Reprimida la revuelta, la unidad fue purgada, los culpables ejecutados y unos 2.300 amotinados destinados a unidades de trabajo.

Fue destinada a Francia en agosto, donde pronto se convirtió en objetivo de la resistencia, contra la que luchó en diversas ocasiones. Sufrió graves bajas, tanto por los combates como por las deserciones.

Se retiró con el resto de las tropas alemanas en octubre y fue destinada a proteger los puentes sobre el Rin, luchando contra las fuerzas alidas, primero en Grussenheim contra tropas aerotransportadas, y luego contra el 1er Ejército Francés, luchando bravamente contra la 1ª División Acorazada francesa pese a la falta de armamento antitanque.

Retirada del frente, fue disuelta en diciembre de 1944, siendo sus miembros menos fiables destinados al ROA de Vlassov y el resto a la Waffen-Grenadier-Brigade der SS (weißruthenische Nr. 1).


Fotos:





Pd:si alguien quiere colaborar con esta división es bienvenido,hay muy poca información de esta division

División SS Italiana





Desde que Italia había entrado en la Segunda Guerra Mundial, muchos italianos solicitaron que se les dejara ingresar en las SS para participar en la lucha internacional contra el comunismo, aunque siempre con una respuesta negativa por parte de Alemania. Sin embargo el 8 de Septiembre de 1943, tras la traición de Italia y la ocupación alemana de la Península Itálica, miles de voluntarios italianos leales al fascismo suplicaron que se los incluyera para formar parte de las Waffen-SS. Como la situación ya era favorable, finalmente el Tercer Reich aceptó. Serían los SS italianos.


Los primeros 15.000 voluntarios italianos en la Waffen-SS fueron enviados al campo de entrenamiento de Muzzingen, en la Selva Negra de Alemania, aunque también a otros campos satélites cercanos. Todos los voluntarios fueron adiestrados según el código de las SS y como si fueran alemanes, tanto en la ideología como en las armas. Sus jefes en 1943 fueron el comandante italiano Pietro Mannelli y el comandante Peter Hansen nacido en Chile.

Al principio los SS italianos fueron bautizados como “Legionarios de las Milicias Armadas” o también “Primera Brigada de Asalto de las Legiones SS Italianas”, pero el nombre final sería “29ª Divisione SS Granadieri Italiana”, más conocida en alemán como “29ª Italienische Waffen-Grenadier Division der SS”, es decir, 29ª División SS Italiana.


El Batallón Debica fue la más importante unidad de los SS italianos que se formó en el campo de Feldstetten a consecuencia de unas quejas que realizaron unos militares italianos rechazados en el Ejército Republicano Fascista de su país, a los cuales se propuso alistarse en las Waffen-SS. Sin embargo de 400 hombres fueron escogidos 38 sólamente, a los que se llevó al campo de entrenamiento de Muzzingen para posteriormente recibir instrucción en la ciudad de Cracovia, Polonia. A los pocos meses ya había 591 combatientes, de los cuales 571 eran soldados y 20 oficiales.

Otra unidad importante en las SS italianas fue el Grupo Mixto Anticarro formado por granaderos, la Brigada SS Italiana, el Batallón Vendetta o el Batallón Benito Mussolini. Desde Yugoslavia, concretamente en Dalamcia, se incorporó el Regimiento Miliciano De María del comandante Gustav Lombard, que permaneció leal a Mussolini tras la capitulación, para encuadrarse con 2.950 hombres a las Waffen-SS. También desde Grecia se encuadró el Batallón Fedelissimo de Camisas Negras al mando de su jefe Gilberto Fabris, fiel al fascismo.

29ª Division SS Italiana “29 Divisione Italiana delle SS”:
81º Regimiento SS de Granaderos “81 Reggimento Fanteria delle SS”
82º Regimiento SS de Granaderos “82 Reggimento Fanteria delle SS”
29º Regimiento SS de Artillería “29 Reggimento Artiglieria delle SS”
29th Batallón SS de Fusileros “29 Battaglioni Fucilieri delle SS”
29ª Compañía SS Anticarro “29 Compagnia Anticarri delle SS”
29ª Compañía SS de Ingenieros “29 Compagnia Ingenieri delle SS”
29ª Compañía SS de Reconocimiento “29 Compagnia Riconoscimiento delle SS”
Batallón Debica “Battaglioni Debica”
Milicia SS Armada “Milizia Armata delle SS”
Grupo Mixto Anticarro “Gruppo Combinate Anticarri”
Regimiento Miliciano De María “Reggimento Milizia De Maria”
Batallón Fedelissimo de Camisas Negras ” Battaglioni Camicie Nere Fedelissimo”

Algo que distinguió a los SS italianos del resto de las Waffen-SS fue la vestimenta y la estética. El uniforme era el mismo del Ejército Italiano de color gris verdoso “grigioverdi”. Las gorras llevaban el águila republicana portando el Fascio y los cascos podían portar las runas de la SS o bien la calavera con las tibias cruzadas. La insignia del cuello eran las runas SS alemanas en un fondo que podía ser rojo o negro. Los escudos variaban, ya que bien eran los tres colores verde, blanco y rojo de la bandera de Italia, o bien negro con el Fascio del Imperio Romano, normalmente hechos de paño o metal. Incluso las condecoraciones se hicieron especiales para los SS italianos, eran de metal y llevaban grabada la cruz gamada con el escudo de Italia, en las cuales podía leerse “Siempre fiel al Duce y al Führer”. Entre el armamento estaban los fusiles Carcano M91 y Moschetto 91/38, más la ametralladora Breda 30.


El primer movimiento de las SS italianas fue el despliegue del Grupo Mixto Anticarro en la zona del Piemonte. Los hombres se instalaron en Lecco y Ferrara, mientras que el mando lo hizo en Pinerolo. La única actividad existente era controlar el alistamiento y administrar la agricultura y alimentos de la zona, aunque la verdadera intención era la de eliminar grupos antifascistas y exmiltares de la monarquía que se movían por ese territorio. En Octubre de 1943 los SS italianos tuvieron su primer éxito en Piemonte cuando una banda de partisanos que había ocupado la Fortaleza de Vinadio, fue derrotada por un batallón de la Milicia Armada SS Italiana, desalojando el castillo en solo tres horas, acción que concluyó en una victoria con numerosos prisioneros. La Brigada SS Italiana en Piemonte a lo largo de 1943 y principios de 1944 logró cosechar buenos trofeos, tanto a nivel policial como en lucha antipartisana. Por otro lado el Regimiento Miliciano De Maria actuó en tareas policiales sobre Milán, Turín, Bolonia, Novara, Trieste y Aosta. El Batallón Debica junto a otras unidades consiguieron derrotar a los partisanos en los valles de Germanasca y Chisone, capturando cuantiosas piezas de artillería. Por si fuera poco el Grupo Mixto Anticarro se apoderó de dos baterías enemigas. Al llegar Abril de 1944 el Batallón Debica eliminó prácticamente las bolsas de resistencia en Spoletto y conquistó los pasos del Scheggia, Asis y Gubbio, aunque eso le costó la pérdida de 50 hombres.

Cuando las tropas de Estados Unidos desembarcaron en Anzio, los batallones Debica y Vendetta fueron enviados a las cabezas de playa junto a Lazio con 650 hombres. Los SS italianos se enfrentaron a los soldados estadounidenses de manera muy valiente y agresiva, cosa que sorprendió a los americanos, ya que no había sido así con el Ejército Real Italiano anterior al Armisticio. A pesar del susto que los italianos dieron a los norteamericanos, estos presionaron a las fuerzas del Eje contra Roma. Durante esa etapa el Batallón Debica se distinguió frenando una y otra vez a todos los ejércitos blindados angloamerianos, sobretodo en las localidades de Nettuno y Viterbo donde los Aliados sufrieron muchas bajas a manos de los italianos.


Tras la caída de Roma en Junio de 1944, los SS italianos tuvieron un último enfrentamiento contra los estadounidenses en el Canal de Mussolini, Borgo, Podgora y Borgo Carso, después de ello se retiraron al Piemonte de nuevo. En Anzio los italianos de las Waffen-SS sufrieron unos 300 muertos. Gracias al cumplimiento de su deber el Reichsführer de las SS alemán Heinrich Himmler repartió entre ellos 22 Cruces de Hierro, 10 Medallas de Plata al Valor Militar y se nombraron 52 ascensos por méritos en el campo de batalla.

Para el 12 de Junio de 1944, los SS italianos se desplegaron en torno al Lago Maggiore junto a la 162ª División Alemana, la Guardia Nacional Republicana Italiana y voluntarios extranjeros de Armenia, Azerbayán, Georgia, Mongolia y Asia Central. Sobre esa área los italianos de las Waffen-SS combatieron contra los guerrilleros comunistas en Obetello y el Lago Bolsena. Al mismo tiempo otras unidades SS italianas lucharon de nuevo contra los estadounidenses en la costa del Mar Tirreno y Forlimpopoli, destacándose militarmente 200 italianos en la defensa de Florencia, que irremediablemente cayó en manos norteamericanas.


Al llegar el verano de 1944 la Guerra Civil Italiana se había vuelto muy violenta. Los SS italianos habían sido todos enviados a los Alpes Occidentales en el Piemonte, allí barrieron a los partisanos de los valles de Stura y Susa, región del Pinerolo, donde rescataron a 350 soldados italianos prisioneros fieles al fascismo. La principal cuestión era mantener las líneas de comunicación intactas entre Austria e Italia del Norte, por eso la 29ª División SS Italiana junto a grupos de combate alemanes lanzaron una operación para destruir a los partisanos en Piemonte. Durante la lucha las tropas ítalo-germanas apoyadas por aviones de la Fuerza Aérea Alemana (Luftwaffe) iniciaron un ataque por dos valles diferentes hacia el este, haciéndose los SS italianos primero con el Valle Sangone y después con el Monte San Miguel. Seis días más tarde descendieron por el Macizo de Sietta en una maniobra envolvente muy ingeniosa, siendo el resultado final una derrota aplastante para los partisanos que murieron o cayeron prisioneros, huyendo el resto a Francia. Otro éxito fue la limpieza del Reducto de Valtelina en un asalto combinado de la 29ª División SS Italiana y los marineros de la Xª Flotilla MAS. Tal fue la victoria de los SS italianos que recibieron la visita de Benito Mussolini el 20 de Septiembre de 1944.

Sobre Turín se estableció la 29ª División SS Italiana en Septiembre de 1944. La mayor victoria de los SS italianos llegó en Octubre en Valsassina cuando eliminaron a la 89ª Brigada Poletti y pusieron en retirada a la 55ª Brigada Roselli, ambas de partisanos.

Las últimas aciones de las SS italianas se desarrollaron en 1945. Las más importantes fueron los combates de Pragelato, Val di Lanzo, Val di Viú, Val d’ Ossola y Vighizzolo di Cantú. También los Apeninos fueron objetivos de guerra como el Río Trebbia y el Val di Nure.

Al final de la contienda la última zona de combate fue el Lago Como, allí se rindió parte del Batallón Debica a los partisanos, tanto oficiales como soldados fueron asesinados en pelotones de fusilamiento sin juicio previo. El resto de la división se entregó a los americanos que respetaron a los hombres según la Convención de Ginebra.

La 29ª División SS Italiana sólo fue un ejemplo más de la superioridad de las tropas SS. Antes de eso el Ejército Real Italiano fue un lastre para el Eje en la Segunda Guerra Mundial, pero gracias a los SS italianos pudieron borrar su fama de cobardes por la de héroes.


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Me gustan los escudos de las divisiones. ¿Por qué algunos están "mordidos" en la parte superior, ya sea en el centro o en un lado y otros enteros?

Eurasia1945 | SEGUNDA GUERRA MUNDIAL


Así se valora más la faena del chaval.

Iniciado por Kokonut

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Eurasia1945 | SEGUNDA GUERRA MUNDIAL


Así se valora más la faena del chaval.

No todo es sacado de allí

Iniciado por Sr. Ojete

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Me gustan los escudos de las divisiones. ¿Por qué algunos están "mordidos" en la parte superior, ya sea en el centro o en un lado y otros enteros?

A que te refieres exactamente?

Iniciado por Movius

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A que te refieres exactamente?

Por ejemplo, a los tres primeros les falta la esquina superior derecha, al cuarto la esquina izquierda, a los sexto, séptimo y octavo les falta un trozo en el medio, y hay otros escudos, como la mayoría de los de la última fila, que están enteros, ¿por qué es esto?

Iniciado por Sr. Ojete

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Por ejemplo, a los tres primeros les falta la esquina superior derecha, al cuarto la esquina izquierda, a los sexto, séptimo y octavo les falta un trozo en el medio, y hay otros escudos, como la mayoría de los de la última fila, que están enteros, ¿por qué es esto?

Sino me equivoco determina la función de la susodicha división,si son Panzer Division,Panzergrenadier,Waffen-Grenadier

En la época medieval se recortaba por algún lado o arriba el escudo para utilizar lanzas por ejemplo de forma mas segura,piensa que las ss tiene mucha simbologia runica y antigua,así que no me extrañaría que fuese basado en eso

Pedazo hilo, no lo habia visto, puedo aportar lo que querais, soy muy aficionado a lo relativo a la IIGM y tengo cantidad de material del todos los ejercitos alemanes durante ese periodo. Lo ultimo que he pillado es un libro llamado "Submarinos alemanes", donde vienen todas las patrullas, comandante y sitio del hundimiento del todos los Uboot construidos durante el 39 al 45.

Iniciado por Sr. Ojete

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Por ejemplo, a los tres primeros les falta la esquina superior derecha, al cuarto la esquina izquierda, a los sexto, séptimo y octavo les falta un trozo en el medio, y hay otros escudos, como la mayoría de los de la última fila, que están enteros, ¿por qué es esto?

Buena pregunta... Voy a informarme en otro sitio que tengo...

eres bienvenido @bender034,aquí sobretodo tratamos sobre las SS,todo aporte se agradecera


Por cierto si eres aficionado a temas de la 2GM pásate por aquí:
https://www.foroparalelo.com/general...war-ii-240968/
https://www.foroparalelo.com/general...-fotos-224529/
https://www.foroparalelo.com/general...-color-221120/
https://www.foroparalelo.com/general...cifico-185867/

me he quedado

no sabía que la división azul vestia uniforme nazi

Iniciado por Tragaldabas

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me he quedado

no sabía que la división azul vestia uniforme nazi

Fue una de las divisiones mas condecoradas y mas efectivas de todas las SS,y eso que al principio los alemanes se creían que iban a ser una panda de granjeros analfabetos sin experiencia y valentía,pero después mira,un pequeño regimiento de sobrevivientes estuvo en las ultimas horas en Berlin luchando en el reichtag

LUFTWAFFE, LA AVIACIÓN ALEMANA, PARA MI LO MEJOR

Iniciado por Movius

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Fue una de las divisiones mas condecoradas y mas efectivas de todas las SS,y eso que al principio los alemanes se creían que iban a ser una panda de granjeros analfabetos sin experiencia y valentía,pero después mira,un pequeño regimiento de sobrevivientes estuvo en las ultimas horas en Berlin luchando en el reichtag

La division azul no era parte de las SS...era parte de la whermacht, una división de voluntarios

Iniciado por Jack O'Hara

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La division azul no era parte de las SS...era parte de la whermacht, una división de voluntarios

Me refería que en los ultimo compases lucharían en pequeños grupos de las SS en Alemania contra los rusos

Iniciado por Movius

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Me refería que en los ultimo compases lucharían en pequeños grupos de las SS en Alemania contra los rusos

Ahh vale...perdona por la confusion

Iniciado por Alone Walker

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Molan porque el abono de sus cuerpos muertos por una ideología equivocada siembran los bosques de media Europa ejejejejejejejejejeje

Este hilo es de prefijo TEMA SERIO,he invertido tiempo en el así que haz el mínimo de respetar el tema con ese tipo de comentarios que lo único que hacen es ensuciar el Hilo