En los grandes hombres, las cualidades suelen guardar proporción. Si, entre esos colosos, existe alguno que tiene más talento que gracia, su gracia es aún mayor que la de aquel de quien se dice únicamente: «Es un hombre muy gracioso». Todo genio supone, necesariamente, un don de segunda vista, una vista moral. Esta vista puede aplicarse á alguna especialidad; pero el que ve la flor puede ver el sol.
La misa del ateo, Honoré de Balzac.