Ahora estoy en España. Trabajando y ayudando con los problemas médicos de un familiar. El plan es continuar el viaje desde donde lo dejé o incluso un poco antes para visitar a algunos conocidos. El destino final de este viaje no lo tengo claro pero la idea es cruzar Irán, Turkmenistán, Uzbekistán, Kirguistán con visita a la Pamir Highway y entrar a China.
En un pueblecito en la costa de Turquía me invitaron amigablemente a convertirme al Islam. Uno de los imanes del pueblo hizo 600 kilómetros para ir a Ankara a el Ministerio de Asuntos Religiosos y darme una copia del Corán en español y dos libros de texto sobre el Islam.
Es un pueblo del que guardo muy buenos recuerdos. La lluvia se acercaba y ví que en mi mapa aparecía una zona de camping al lado de la playa. Al llegar me contaron en una cafetería, donde me invitaron a un bocadillo y a un té, que había dejado de usarse como zona de acampada porque hace unos años una pareja había sido muy escandalosa en sus actos amorosos. Me fuí a la comisaría y les pregunté donde acampar. Me indicaron una zona y allí dormí de maravilla.
Al día siguiente volví a la cafetería/restaurante que tenía Internet. El tiempo seguía dudoso. Nadie sabía inglés pero todos se pasaban a saludarme. Estaba al lado de un colegio y los chavales soltaban las 4 frases que sabían en inglés. Estuve todo el día allí, algo incómodo de que me invitaran a todo, intenté pagar de una y mil maneras pero fue imposible.
Llegó el profesor de inglés y por fin pude hablar decentemente con alguién. Tras charlar este profesor me invitó a cenar en su casa con su familia. Todo genial. Yo le preguntaba cosas sobre el Islam porque era el ramadán. Era muy majo y su familia también pero sus ideas eran reguleras. Veía imposible que el hombre descendiera del mono. Yo esas cosas las respeto porque en más de una ocasión he visto acabarlas en discusiones muy fuerte así que yo le intenté explicar la evolución educadamente y cuando se cerró en sus 13 pues a llevar la conversación a otros temas. Fue muy interesante y dormí de maravilla en una cama de verdad
Me cedieron el cuarto de su hija. Su hija de 10 años durmió con ellos.
Al día siguiente más lluvia. Vuelta a la cafetería, más invitaciones... al final me fuí al supermercado y como forma de pago simbólica les cociné una tortilla de patata que devoraron cuando sonó el rezo de que ya era hora de comer. El profesor de inglés volvió con el iman y me dijo que le preguntara lo que quisiera. En fin, preguntas que tenía en mente pero que me devolvieron unas respuestas totalmente ilógicas. Entonces el imán empezó a hacer llamadas. Me dijo que al día siguiente iría a por un corán en español. Yo le decía que no hacía falta que ya lo leeria por internet. El decía que mejor uno en libro y que blah blah blah...
Amaneció soleado y yo desperté en la casa de verano del dueño de la cafetería. Una casa para mí solito que me había cedido. Pero ya era hora de irme, el profe me pasó su whatsapp y me dijo que me mantendría informado sobre mi corán. Había pasado 3 días allí y me habían enseñado el pueblo y sus costumbres ramadánicas. Fueron geniales. Me despedí de ellos.
Pasaron 3 días y recibí un whatsapp. El iman ya tenía los libros. Yo estaba en otro pueblo más minúsculo a unos 200km del otro pueblo. Pensaba que me iban a mandar un mensajero, pero no... al de 3 horas apareció el iman con los libros. Tres pesados libros "ideales" para llevar en bici.