Lectura Microrrelato.

El trío.

Antonio y Teresa vivían al ralentí, en contraste con la esquizofrenia de la gente moviéndose sin cesar que observaban sentados a la fresca de un árbol de la plaza.

Teresa tenía la mirada perdida. La mirada de Antonio, por el contrario, seguía los movimientos de unas nalgas y unos pechos que se movían al compás del andar enérgico pero elegante de una chica de unos treinta años.

Antonio nunca pensó que aquellas palabras podían surgir de su boca. Tampoco las pensó:

- Teresa... Quieres que hagamos un trío antes de morir?

Teresa tardó unos segundos en responder.

- Bien... dijo con serenidad, como si aquella hipotética experiencia no añadiera nada a su vida sexual.

Antonio sintió latir el corazón con más fuerza y creyó en peligro su integridad física. No esperaba la pregunta y menos aún la respuesta. La cabeza le empezó a funcionar a mil; hasta que Teresa intervino de nuevo.

- ¿Qué te parece si se lo proponemos al chico de arriba, el del gimnasio?

La mirada de Antonio se volvió a perder en el escote palabra de honor de una chica que salía de una tienda.

- Qué caro que está todo, verdad?

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