Lectura Divagaciones producidas por el ácido lisérgico

I

Insomnio inagotable en la noche, marcada por un fuerte olor a humo, a desesperación, alegría, porque todo procede del humo; humo fuimos y en humo nos convertiremos.

No busco que mis palabras tengan sentido.

Ni siquiera se si he escrito insomnio correctamente (y otra vez...). Solo busco una manera de abrir una rendija para ventilar mi alma, recluida tras cuatro muros, cientos de cigarrillos, dos títulos ilusorios universitarios, una chica preciosa, angustia creciente y energía aun más creciente.

¡Enrique, ayúdame! Miles de aciagos kilómetros al norte tú me entenderías; nuestras almas han estado ancladas desde hace mucho tiempo, mucho antes de Noé, de Adán, Eva y las estrellas, y lo que hubo antes de eso.

Porque ahora lo se, hubo algo.

Lo veo a través de miles de ojos sufriendo entre un mar de carcajadas creadas por Telecinco. A través de motores y ruedas y aviones y oficinas de empleo obedeciendo a su padre el Capitalismo, que a su vez no obedeció a los suyos.

A través de 78 euros en la cartera, marihuana, visiones diurnas entre rocas de granito, tornados, incendios, sangre corriendo y recogiendo el testigo de las cataratas del sur. ¡Ojalá el mundo no fuese tan pequeño! Nosotros somos tan pequeños que no podremos verlo todo antes del fin...

Alsina y Sardá, Vinos y Cavas, no me arrepiento de haber respondido ante ese deber legal en el que tan poco creo. ¿Cómo no hacerlo si tu vino engaña el paladar de políticos corruptos? Tu vino, la sangre de Dios, la sangre de todos aquellos que sufrieron para permitir que pudieras tener multas de tráfico sin pagar, y también bocas tristes y hambrientas.

¡Y ahora la mía no es capaz de dejar de moverse ante todo lo que veo! Una explosión individual, en un punto concentrado en el espacio, y todo tiene lugar en algún lugar de la Mente.

El paraiso perdido y prometido al que debemos llegar, Enrique. Si acaso esto pasa solo en mi cabeza, lloraré porque no puedas verlo.

Ahora solo pienso en no dormir, en dejar escapar esta bestia que llevo dentro. Ya es hora de tenderle una mano al prójimo y compartir con ellos lo que está ocurriendo. Porque el día de mañana es solo aquello que nos pasamos anhelando y preparando para no poder disfrutar.

¿Qué somos cuando nos quitamos el disfraz, la corbata cara, la hipoteca, las apuestas o los modernos problemas que dan nombre al demonio en sí mismo: STRESS?

¿Están estos pensamientos interconectados? Los científicos piensan que sí. Los psicólogos piensan que sí.

Los psicólogos pensaban que podía entrar en la Universidad con 17 años. Los psicólogos no aprendieron en la facultad que hay algo por lo que nunca podrán llegar a nosotros, a dirigir nuestra vida.

¡Los rincones del alma! Fuera somos diferentes. Cada persona es un mundo, y eso trato de explicar. Somos miles de mundos conectados, y por eso somos iguales.

Nunca había visto mis ventas tan exaltadas, pero deben de fluir con lágrimas al ver la pura belleza contenida en el pensamiento humano desnudo.

II

¿Es que a nadie le importa eso hoy en día?

¿Tan solo estoy?

¿Tenías razón, Christopher? ¿Tenías que morir para abrirle los ojos a la juventud dormida tras palomitas de maiz, crecimiento acelerado, hormonas de violencia y poligamia?

Quizás mi juventud ya pasó, pero mi corazón será solo de una mujer, y si uno mis manos y sudor y fogosidad y obscenidades verbales que crean el amor más hermoso y sincero, el éxtasis natural será perpétuo.

Fluirá como el arroyo a los pies de una casa de madera, protagonista de estas visiones de futuro, de alegría y ya basta de sufrir innecesariamente.

No pongo comas ni puntos, no quiero que esto acabe. Quiero que todo fluya al igual que fluiremos cuando llegue el fin y nuestro ancestral temor por la muerte se desvanezca en una combustión de cenizas y luz incansable, para vernos yaciendo al lado del arroyo, después de días sin fin de unión de las mentes y los cuerpos, porque el reloj será el Sol.

Y cuando muera el Sol habrá otro Sol, pero alguien debe recoger el testigo de sus rayos.

Esto es demasiado bonito, necesitamos un nuevo Sol que nos proteja.

Un Sol abrasador que calcine este marchito sistema por el que lloramos sin consuelo, y no hay nadie para recoger nuestras preciadas lágrimas, que no son más que goteras en nuestras alma.

Ni las sirenas en la noche me harán cambiar de opinión.

III

Mi opinión en aquel momento fue que debía ayudarte; extraños en mitad de la noche unidos por la bondad.

Cuánto he pensado en aquella vez que hizo que me llevases al despertar.

Tú, que no tenías dónde ir.

Tú, que eras el homosexual más respetuoso que he visto.

Tú, que no tenías culpa de nada.

Tú, que compartiste lo poco que tenías conmigo, muestra de eterna gratitud.

Tú, que haces que nunca esté solo en los lejanos rincones de la mente, donde es fácil perderse y no regresar jamás...

Tú, que me protegiste de barrios marginales, de vientos punzantes, de la soledad.

Tú, que me protegiste de mí mismo.

Tú, que no querías hacerlo.

Todo fluyó como una luz a seguir para dos almas atormentadas en un resquicio para la esperanza futura.

Ojalá más nos hubieran seguido.

Pero no será demasiado tarde siempre que me prometas que estarás sentado en De Brouckere, leyendo un libro del que no importa el título, porque bien podría ser el libro de nuestras vidas.

Iniciado por Döppelganger

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No te drogues

Demasiado tarde.