Había una vez una gacela que, al pastar por la pradera, fue atacada por un leopardo. Rauda, emprendió la carrera, y mantuvieron el sprint durante un buen rato.
En la lejanía, un rinoceronte miraba la escena. Le hubiese gustado hacer algo, pero no era su asunto.
MORALEJA: EN UNA HISTORIA DE HÉROES Y VILLANOS, LOS DEMÁS SOBRAMOS.