EL COLEGIO-UNIVERSIDAD OSUNA
Francisco Reyes. Arquitecto Técnico
ANÁLISIS HISTÓRICO
Cuando el día 8 de diciembre de 1548, el Obispo de Marruecos Don Sancho Trujillo, primer colegia, bendijo la Capilla de la Universidad, acababa de nacer una institución docente que habría de tener casi tres siglos de existencia.
Su fundación se debe sin duda, a la eficaz y generosa personalidad de son Juan Téllez Girón IV Conde de Ureña, el cual obtiene del Papa Paulo III, la Bula de fundación el día 10 de Octubre de 1548. Por ella se instituye un Colegio mayor con una capilla bajo la advocación de la Concepción de Nuestra Señora y un estudio General en el que los estudiantes pudiesen obtener grados que tuviesen la misma validez que los de "Bolonia, Salamanca, Alcalá de Henares, con los mismos honores y prerrogativas de ellos". Tuvieron sede en ella quince cátedras mayores en la Universidad y ocho menores en el Colegio, agrupadas en torno a las facultades de Medicina, Leyes, Cánones y Teología.
Dejó de funcionar como Universidad en el año 1824, desconociéndose la actividad que se desarrolló en el citado edificio hasta el año 1847. En esa fecha se centralizan y concentran en el Estado todas las enseñanzas Universitarias existentes, creándose mediante la Ley de Instrucción Pública de fecha 17 de Septiembre de 1845 los Institutos de Segunda Enseñanza, abriendo nuevamente sus puertas la ya antigua Universidad de osuna como Instituto, hasta el año 1993 que se traslada al edificio del antiguo asilo de ancianos, inmueble restaurado y adaptado por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía.
En el año 1995 se inician por el Ayuntamiento de Osuna, las obras de adaptación de la antigua Universidad para Escuela Universitaria, funcionando nuevamente como Universidad desde el curso académico 1996-97.
En la actualidad se imparten las diplomaturas universitaras de Relaciones Laborales, Ciencias Empresariales y Ciencias de la Salud.
DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO
El edificio de la Universidad, de volumen severo y forma rectangular, se relaciona en el tiempo y en el espacio con la Colegiata Nª Srª de la Asunción de Osuna, erigiéndose ambos hitos urbanos monumentales dentro del programa constructivo del Conde en el Cerro del Higueral que preside el pueblo, junto a los restos del antiguo castillo, convirtiéndose en lo que ha venido en denominarse "la acrópolis bicéfala" del Conjunto Histórico de Osuna.
En su implantación sobre el terreno, se eleva sobre una plataforma empedrada que se convierte en su fachada Este en una especie de "patio inglés" trasero más bajo que el cerro colindante.
Se construyó en sus elementos más importantes desde el punto de vista estructural y estilístico (claustro, torreones, portada, etc.) con los sillares de las canteras cercanas, fuente de la materia prima utilizada en la construcción de los edificios más emblemáticos de la localidad. El resto de la fábrica es de tapial con un tratamiento exterior esgrafiado monocolor imitando el aparejo de los sillares, procedimiento muy utilizado en la tradición local.
Exteriormente se constituye en un prisma regular aislado de dos plantas de altura, de paños lisos y casi desprovistos de ornamentos, enmarcado en sus cuatro esquinas con torreones, cilíndricos los dos de la fachada principal y prismático los dos restantes. La fachada principal se diferencia del resto, además de por dos torreones circulares, por la portada de acceso, de gran simplicidad, por un arco de medio punto y un orden toscano con dos pilastras a media columna de gran esbeltez sobre pedestales. Sobre la misma se sitúa en una hornacina una imagen en piedra de la Inmaculada Concepción.
Desde el amplio vestíbulo de acceso, donde destaca su artesonado, se accede al Oratorio y a la Sala de Grados. El Oratorio dispone de un pequeño coro sobre el acceso y de un presbiterio con gradas en la cabecera. Dentro del mismo destaca el artesonado pintado al estilo plateresco, la verja renacentista y el presbiterio, del mismo autor que las del Sepulcro Ducal de la Colegiata, y las diversas pinturas del siglo XVI atribuidas a Hernando de Esturmio, de indudable influencia italiana, sobre los Padres de la Iglesia, al Anunciación, el nacimiento y la adoración de los Reyes, así como dos óleos anónimos que representan a los Fundadores, Don Juan Téllez Girón y Doña María de la Cueva.
La Sala de Grados, de pequeñas dimensiones para el uso que se le atribuye, destaca por los frescos que recubren la mitad superior de las paredes, atribuidos por la tradición al propio Conde de Ureña. Bajo las pinturas se situaba una meritoria sillería hoy perdida, así como el sitial de mármol destinado a los graduados.
El patio está realizado con sillar de las Canteras. Se compone de un doble claustro de resabios góticos, con seis vanos por lado, con columnas de piedra, sobre pedestal las de la planta superior, que sostienen arcos de medio punto. La austeridad y elegancia caracterizan este patio de generosas proporciones en relación con el edificio al que pertenece. La escalera del claustro está decorada en su bóveda con yeserías fechadas en el año fundacional, con motivos extraídos de Serlio y desembarca en la planta alta con una portada plateresca.
El paraninfo o antigua Sala Capitular destaca por su magnífico portón de entrada en madera, las proporciones de su espacio y en especial por su rico artesonado de madera.
ACTUACIONES REALIZADAS
Una vez conocido el programa de necesidades para poder adaptar el edificio a Escuela Universitaria se procede por el Ayuntamiento de Osuna, a ejecutar la 1ª y 2ª fase de intervención en el edificio, sin que las obras alteren la estructura básica del mismo, es decir, sin introducir ningún elemento de nueva planta y limitándose la actuación a las obras de distribución interior de los nuevos espacios respetando los elementos sobresalientes del mismo (Oratorio, Sala de Grados, Paraninfo, escalera, patios, etc..)
Con las dos primeras fases de ejecución, se ha restaurado la totalidad del interior del edificio, sobre todo en lo referente a los capítulos de instalaciones especiales, electricidad, sanitarias, climatización, revestimientos y carpintería de madera, recuperándose íntegramente todos los artesonados y bóvedas existentes. En las fachadas del claustro se encontró durante la ejecución de las obras, que la tipología y la disposición de huecos no respondían a un orden regular, apareciendo datos que hacían suponer que dichos huecos habían sido transformados durante la vida del edificio en función de los requerimientos de la distribución de usos, recuperándose su disposición reformándolos y adaptando a las necesidades de la nueva Escuela Universitaria.
Puntualmente se estudió la adaptación del edificio a las nuevas normativas para la eliminación de barreras arquitectónicas y de protección contra incendios. Originando esto la necesidad de ubicar, en el ángulo opuesto de la escalera existente, una nueva escalera de emergencia y una pasarela por el foso posterior del edificio que comunicara directamente con el exterior. En dicho espacio es donde se ubicó un ascensor para minusválidos sin que alterara la configuración e imagen exterior e interior del edifico.
Con la tercera fase de actuación aún pendiente de ejecutar, se tienen previsto concluir la reforma total del edificio, procediéndose a la restauración de las fachadas exteriores, torreones de esquina y recuperación de los chapiteles de las torres, recubiertos con azulejería vidriada blanca y azul que vienen a dar una nota de colorido en la severidad predominante del edificio.
En cuanto a los espacios y entornos urbanos exteriores del edificio, se está pendiente de la redacción de un Plan especial de Protección que resuelva la ordenación del área que rodea la Universidad y la Colegiata, así como la inserción con las barriadas colindantes.