Arte ¿Puede ir la crítica más allá de la reproducción de la nota de prensa?

Teniendo en cuenta que quien lee opiniones sobre arte es en su gran mayoría quien no consume arte o no tiene tiempo para ello e intenta optimizar su tiempo, ¿creéis que se pueden imponer nuevos modelos para un "consumidor" sano?

Ahora mismo dominan más o menos:
- Morcillonismo de Jotdown o Playground, donde el saber no ocupa lugar y se mira más salir guapos en una foto en blanco y negro; donde torrenciales cantidades de expertos están dispuestos a eyacular sobre el lector en cada asunto de moda que se precie.
- Cuñados -o tautológicos- de Filmaffinity (Letterbox, Medium, Goodreads, etc), Youtube (Dayoscript, Chris Stuckmann, Yung Beef, etc) o podcasts (La órbita de Endor, Todopoderosos, Destino Arrakis,etc) que se fundamenta en "una teoría general del saber mesetario", donde el ego impide ver más allá de lo que dicen y que mediante efectismos, wikipedia, RTs y likes es imposible disfrutar de nada más allá de la felación asistida.
- El modelo más apegado a la editorial al estilo Babelia (Revista de libros, El cultural, Página Dos, etc), en el que el mismo autor forma parte de la recepción del libro y la condiciona con amiguismos y notas de prensa.
- Cahiers Du Cinema y similares, que intentan que la crítica sea una especie de ritual meta en el que hay que haberse leído Banquete, Poética, Del Orador, Eneadas y un largo etc para luego regurgitar en base a sus términos lo que evoque Star Wars Rogue One sin realmente hablar de nada de la película.
- Modelo milenial estilo Visual404, Beet Beat Bit o Errant Signal que pese a estar aún en bragas ha asumido que pese a la cultura del RT rápido al titular que defina la imagen que queremos dar, el producto realmente consumido es el audiovisual pese a que no genere tanto ruido.

Resumen: no hay modelo válido para quien tiene una posición que le permita explorar el arte por su propia mano.

¿Cómo enfocaríais un nuevo modelo que contemplase lo siguiente?
- Incidir en la obra sin rebajarse a los espectadores que quieren un consumo rápido y que les reafirme en su posición.
- Aprecio al descanso del "consumidor" y no bombardear con la pretensión de que todo sea relevante -ya que en ese caso, nada lo sería-. Ofrecer algo de retorno.
- Alejarse del público dado a las hipérboles, los sensacionalismos, los anglicismos, etc. Cero florituras; cuidado ortotipográfico sí, pero nada más.
- Ir a lo concreto, sin pisar lo general. Hablar desde la experiencia.
- Cero justificaciones, no presuponer nada del otro, en resumen: no ser condescendiente. Desafío en la comunicación, cero comodismos.