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Biden muere. Después de un año en el más allá se aburre y le pide a Dios poder bajar a la tierra para ver cómo le va a su país.

Dios lo deja ir, pero solo en un lugar y solo para encontrarse con una persona. Biden decide ir a un bar de Nueva York que está frente a la ONU, el cantinero siempre está bien informado de todo. Biden pide una cerveza y le pregunta al cantinero cómo le va al país, cómo se está desarrollando, qué problemas está teniendo. El cantinero responde sorprendido: "¿Qué problemas puede haber? ¡El mundo entero ahora es nuestro!"

Biden se muestra incrédulo: "¿Qué pasa con Irak, Afganistán, Siria, esos malditos árabes con su petróleo?"
Barista es categórico: “¡Es todo nuestro!

Biden no se calma: "¿Y Europa, África?"
El cantinero afirma con orgullo: "¡Te lo dije, el mundo entero nos pertenece!"

Biden, ahora feliz y satisfecho, termina su cerveza y dice: "¡Bueno, gracias, hombre! ¿Cuánto te debo por la cerveza?".

Cantinero: -"Cinco rublos...".