Es una cuestión que se plantea en este hilo:
Nos estamos matando por culpa de ELLAS
Uno de los argumentos empleados es esta gráfica:
Se enfatiza el aumento de la brecha entre hombres y mujeres a partir de la aprobación de la Ley Integral de Violencia de Género. Efectivamente tras la aprobación de esa ley el número de suicidios masculinos crece mucho más que el femenino durante el periodo 2006-2008, por lo que esa relación causal podrìa existir.
Pero veámoslo con mayor perspectiva:
Si analizamos tanto la gráfica como la frecuencia de suicidios observamos que:
- El número de fallecimientos masculinos es mucho más alto que el femenino siempre. Los hombres somos más proclives a quitarnos la vida que las mujeres (prácticamente el triple)
- Efectivamente, en el período 2006-2008 se produce un aumento mucho mayor de suicidios masculinos que femeninos.
- Pero después hay in nuevo descenso de los suicidios masculinos y la LIVG sigue vigente. Se produce entre 2008 y 2011. A continuación vuelve a subir entre 2012 y 2014 para nuevamente descender hasta 2016. Además también puede observarse que las alteraciones en los suicidios masculinos son mucho más acusadas que en los femeninos, tanto al alza como a la baja.
No parece pues que la LIVG sea la causante, pues en ese caso se habría mantenido o incluso habría aumentado desde la aprobación de dicha ley.
¿Pero cuál es la causa entonces de ese efecto "montaña rusa"?
Vamos a ver cómo ha evolucionado el PIB durante esos años.
Cómo puede comprobarse, existe un paralelismo entre la evolución del PIB y los suicidios, especialmente entre los hombres.
- La economía pierde fuelle hasta el segundo trimestre del 2009. Y es precisamente en el período 2006 -2008 cuando se incrementan más los suicidios masculinos.
-A partir de 2009 hasta principios de 2011 se produce una recuperación, que coincide con una reducción de los suicidios.
- Y de 2011 a 2013 se produce otra recesión en la que de nuevo aumentan los suicidios, si bien ese incremento se suaviza mucho en 2014 (ver gráfica).
- Finalmente la economía recupera la senda del crecimiento y los suicidios también vuelven a reducirse.
Por consiguiente se podría decir que las circunstancias económicas explican mucho mejor las variaciones de los suicidios entre los hombres que la aparición de la LIVG.