Pedro Sánchez ganó sus primeras primarias en 2014. Era poco conocido en aquel tiempo. Su rival directo fue Eduardo Madina, que a priori tenía mejor cartel que él.. No obstante, Sánchez se impuso con claridad, con casi el 50% de los votos de la militancia frente al 36% de su adversario. La primera, de cal.
En 2015 concurre como candidato a la presidencia del gobierno en las elecciones generales. Obtiene el peor resultado de su partido desde la transición, con un 22% y 90 diputados. Tras la renuncia de Rajoy a intentar ganar la presidencia, firma un pacto con C's y presenta su candidatura para ser investido como presidente del gobierno. Pierde la votación y vamos a nuevas elecciones. La segunda, de arena.
Tras una campaña en la que Podemos se presenta conjuntamente con IU, y en la que muchos daban por hecho el sorpasso, logra mantener la segunda plaza aún perdiendo 5 diputados. Incluso logra mejorar aunque sea ligerisimamente su porcentaje de voto, del 20% al 20,68%. La tercera, a pesar de que continúa en posición débil, logra salvarla dadas las circunstancias. Otra de cal.
Con su persistente negativa a abstenerse para facilitar la investidura de Rajoy (con el famoso "NO es NO") y ante un escenario de terceras elecciones que nadie desea, el PSOE entra en crisis. Pedro Sánchez es defenestrado de la secretaria general e incluso se ve obligado a dejar su acta de diputado, pasando a ser, sobre el papel, un mero militante de base. La cuarta de arena, y bastante amarga.
Aunque en esta tesitura cualquiera habría dejado la política, Pedro Sánchez decide seguir batallando. Se presenta a las nuevas primarias del PSOE y gana con claridad a una Susana Díaz que ha sido apoyada por la plana mayor del partido, recuperando la secretaria general del PSOE. En junio de 2018 presenta una moción de censura contra Rajoy y es investido presidente del gobierno. Un meteórico ascenso que le lleva de la nada al todo. La quinta de cal y de un modo bastante sorpresivo por cómo ha sucedido todo.
A partir de aquí, y aunque manifestó que su intención era convocar elecciones, lo fia todo a la aprobación de unos nuevos Presupuestos Generales del Estado. Llega a un acuerdo con Podemos y se elabora un documento base. Finalmente los PGE no son aprobados y se convocan nuevas elecciones. Pedro Sánchez no logra consolidarse en la presidencia y se la tiene que jugar en las urnas. Obviamente, no era lo que pretendía. La sexta, siguiendo la secuencia, ha tocado de arena.
En los comicios de abril de 2019 gana con claridad. Sube 38 diputados hasta los 123 con una derecha dividida y un Podemos que pierde 22. La séptima, de cal.
No obstante, Pedro Sánchez no logra ser investido tras unas negociaciones infructuosas con Podemos. De nuevo elecciones a las que concurre inicialmente con muy buenas expectativas, pero conforme transcurre el tiempo su candidatura pierde fuelle mientras que la derecha mejora las suyas. Finalmente vuelve a ser la lista más votada, pero muy lejos de sus pretensiones. El PP gana 22 diputados, VOX irrumpe con 52 (sube 28) y C's se hunde estrepitosamente. La jugada le ha salido muy mal a Sanchez. La octava, de arena.
Ahora a Pedro Sánchez solo le queda promover un pacto multipartidista. Está peor que en abril, la situación en Cataluña se cronifica, la derecha, espacialmente la extrema, ha subido ostensiblemente y soplan vientos de recesión económica. Pero ahora toca la de cal...
Hoy leo esta noticia:
La confianza de los inversores alemanes sube con fuerza ante la expectativa de que se despejen las incertidumbres
¿Será posible?