Iniciado por
Pinbol
Hola de nuevo tio simpático, confio que cuando pulas esos aspectos regresas dando nueva opinión ya que me gustaria ver el resultado.
Ok, como tal ha de existir, ha de ser... servido al pueblo.
No estoy de acuerdo, hay que respetar la decisión de la madre, de la mujer.
Ella es quién lo va a tener, o no, y ella es quién ha de tomar la decisión final y de mayor peso.
No podemos arriesgarnos a que la madre tome su decisión y esta sea impedida por un padre fascistoide y ultraconservador.
Lo siento... si la madre decide que aun no... el padre ha de esperar si de verdad la ama, y sino, que se busque otra para tener un hijo ya corriendo si tanta prisa le corre, pero opino que el padre, ha de respetar ese derecho de la mujer...ok? conste en acta.
Mucho cuidado con los neuroprogramadores que fomentan la idea de que el padre también pese en la decisión, a sabiendas de que muchos querrán impedir y anular el derecho a lo que consideran "sus mujeres". No caigas en esa trampa hipnótica y no te consideres menos hombre por pensar que te eliminan a ti derechos, no es asi... todos tendremos descendientes cuando toque, siempre respetando a la mujer y sus decisiones... otra cosa es ver que la mujer se pasa, o excede, o está demasiado sonada o lo que sea y en tal caso podemos elegir cambiar de pareja antes que obligar a nadie a parir.
Eso es falso, es un bulo, un cuento chino, una leyenda urbana que corre como la polvora, lanzada desde puntos ultraconservadores, nadie se toma eso como método anticonceptivo, los casos si los hubier serian aislados. Cuando una mujer pasa por esto no es coherente que lo pretenda repetir como si de caramelos se tratase, además que es orientada hacia métodos anticonceptivos más maduros que un condon y ayudada a obtenerlos eliminando sus dudas o temores, sobretodo a la gente joven que no suele estar orientada mas que eso, a que se busque la vida con un condón, hasta que aparecen sustos. No va a tomarselo asi la gente, borja, no te dejes hipnotizar por esas cosas.
Yo también... y soy hombre, y no me siento menos hombre por buscar el bien de la mujer.
Ni por apartarme de quienes desean impedir ese bien a base de manipulaciones y engaños natos, no natos o con calderos brujeriles de sotanas y rabo de gatos.