Ciencia y razón del Universo

Originalmente el significado del término “ciencia” comprendía todo conocimiento razonable. Por eso la Teología, la Fiolosofía, la Historia eran consideradas ciencias.

Como muy bien reconoce esta figura EL ÁRBOL DE LA CIENCIA del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas)



Hoy no, en el lenguaje ordinario académico solo se considera ciencia al estudio de la materia y de su actividad siempre que pueda comprobarse con un experimento, medirse y expresarse con un formulismo matemático que pueda explicar cómo actúa la materia, predecir qué ocurrirá cuando se conocen el estado inicial y las leyes que rigen ese estado de la materia o inferir cómo era la materia antes para originar lo que ahora observamos.

La ciencia actual afirma que lo único que hace la materia es transformarse y lo hace usando sólo cuatro fuerzas o interrelaciones, dos de largo alcance: la gravitatoria y electromagnética, y dos de alcance corto: las nucleares, la débil y la fuerte.

Todo lo que no pueda explicarse con esas cuatro fuerzas no es debido a la materia, así toda manifestación de arte, sentimiento, pensamiento, queda fuera del concepto actual de la ciencia.

Los científicos afirman que la materia solo tiene esas cuatro interacciones y se transforma según la naturaleza de las cosas, esto es, las cosas hacen lo que hacen porque son lo que son. Por eso pueden establecerse leyes de la naturaleza o expresiones de lo que la naturaleza es.

Lo no experimentable y no atribuible a esas cuatro fuerzas (arte, literatura, filosofía, teología, etc.) son humanidades pero no ciencia porque no podemos formularlas como ecuaciones ni medirlas ni comprobarlas experimentalmente.

Dentro de las humanidades está la FE o conocimiento recibido directamente de Dios sobre la realidad de Dios y el destino humano.
La Teología es el esfuerzo racional de entender los datos de esa revelación. Así veos que FE no es lo mismo que Teología.

Y la fe tiene 3 significados.

El primero: FE = conocimiento recibido de otros, toda la transmisión cultural humana es fe humana y es lo que nos permite poder conocer el saber de los sabios y genios de la humanidad y mantener una cadena de todo el conocimiento acumulado por el hombre. Y por medio de esta fe podemos adquir CERTEZAS, incluso aunque sean contrarias a nuestra propia experiencia y/o sobre cosas que no entendemos.

Nuestra experiencia nos dice que la mano, una piedra, etc son sólidos pero hoy, por la ciencia, sabemos que hay más huecos que átomos, que esos objetos son, en realidad, un gran vacío.
Y aunque la mecánica cuántica es una verdad científica, que nadie contradice, nadie o casi nadie la entiende ni puede explicar, pero es admitida por la ciencia.

Y mediante esta fe humana tenemos la certeza de que SÍ hubo comunicación de unas verdades que vienen directamente de Dios y en eso se funda y basa el cristianismo. El cristianismo no es, pues, ni una ideología, ni un sentimiento, ni una filosofía sino un HECHO HISTÓRICO atestiguado por testigos dignos de fe de que Cristo existió, de que demostró ser Dios con sus obras y milagros, y que se transmite la enseñanza infaliblemente mediante la Iglesia con la ayuda constante del Espíritu Santo divino que la libra de cualquier error.

Porque todo está basado en el testimonio de los apóstoles que dieron su vida por dicho testimonio. Usando el mismo método de conocimiento que usamos en los juicios criminales en que alguien es declarado, culpable o inocente, por la declaración de testigos dignos de fe.

La Revelación divina no trata de ciencia sino de la relación de nuestra existencia con Dios y nuestro destino eterno, fenómenos que no pueden someterse a pruebas experimentales, medirse ni formularse matemáticamene por lo que quedan al margen de la ciencia.

Un científico, premio nobel, Steven Weinberg, en el último párrafo de su obra: “los 3 primeros minutos” sobre el origen del universo, dice: “cuánto más conocemos el universo más absurdo parece” porque es abusurdo que la infinidad de belleza y maravillas presentes en él tengan por único fin su desaparición, algo que la ciencia no puede explicar.

Otro científico comenta: “el Universo es una broma de mal gusto” que es la conclusión única si sólo se observa y considera la materia.

Stephen Hawking en su obra “el gran diseño” comenta: “Hace aproximadamente 14.000 millones de años, se produjo una gran explosión donde se creó el espacio, el tiempo, la materia y la energía que, en conjunto, constituyen mayoritariamente nuestro universo. La producción de la explosión se dio de la nada ...”

Y Hawking pretende ser un científico cuando sostiene que la “nada” por gravitación (¿sin masa?, ¿sin materia?). Esto es, que la nada produce materia … ¿en serio?, la nada, por definición no puede producir nada ni tener nada.

La racionalidad humana origina el efecto de la búsqueda de la verdad, la belleza y el bien. La racionalidad busca entender el porqué de las cosas y para ello se basa en tres principios:
- identidad, las cosas son lo que son, no lo que nos gustaría que fueran.
- no contradicción, ante una disyuntiva con alternativas no es lo mismo Sí que No.
- razón suficiente, esto es, la explicación coherente y lógica de la relación entre la causa y el efecto o dos fenómenos diferentes.

Y este último es hoy el principio más olvidado. Así cuando alguien ignora una respuesta afirma que ocurre porque sí, explicación que no satisface ni a los niños, por lo que actualmente se sustituye por la palabra “azar”.

Ante preguntas de ¿Cómo se formó el universo? ¿cómo surgió la vida?, etc. la respuesta más común hoy es “por azar”. Pero resulta que el AZAR NO es una fuerza física, no puede experimentarse, no puede medirse, no puede formularse matemáticamente ni tampoco es una propiedad de la materia. El azar es el intento de relacionar fenómenos o cosas que no tienen una relación causal o lógica.

Así se afirma, sin ruobor, que de la nada surgen infinidad de universos. Y se toma como base lógica un absurdo, encadenando un falso razonamiento como el siguiente:
lo que vemos es un universo de infinitos universos con una falsa lógica que mezcla y confunde lo posible con lo probable y con la realidad.

Porque algo sea matemática posible NO implica que sea probable y mucho menos que exista.

El que haya infinidad de astros con muchos de ellos que cumplen las leyes físicas para que surja la vida no hace que este hecho sea probable y mucho menos que realmente existan astros con vida fuera de la Tierra. No importa cuán grande sea el número de astros que reúnan esas condiciones.

Este falso razonamiento tiende a rebajar la dignidad humana, pues si hay vida en varios astros diferentes a la Tierra no somos seres únicos, somos unos más.

Recientemente varios científicos, de renombre internacional, no filósofos, ni teólogos, astrofísicos, afirmaron el PRINCIPIO ANTRÓPICO que se basa en una pregunta sencilla: “¿Qué pasaría si en un estado muy inicial del bigbang hubiera una pequeña variación en cualquiera de las fuerzas participantes o en la cantidad de materia comprometida?
Cuando se calculan los resultados siempre surge la misma respuesta: la IMPOSIBILIDAD de vida inteligente.

Del principio antrópico, desde la más pura ciencia, se concluye que el universo, desde el primer momento, ha sido ajustado con suma y extraordinaria precisión, de una magnitud que requiere 50 cifras decimales, de no estar así precisado, ajustado, la vida sería imposible incluso en un único planeta.

Entonces surgen dos preguntas básicas:
- ¿por qué hay algo en lugar de nada?
- ¿cuál es la relación entre las propiedades del universo, en su primer momento, y nuestra existencia?

Si no podemos responderlas hemos de reconocer que no entendemos nada. La propiedad más absolutamente propia de la materia es su mutabilidad, la ciencia, precisamente, estudia los cambios de la materia. Y toda mutabilidad implica la posibilidad de diferentes alternativas para existir. Por esa razón ha de ser ajustado con extraordinaria precisión para que exista de una manera, no de otra.

Por tanto, el universo, en su primer momento tuvo que ser ajustado con gran precisión, por un agente externo y con un fin, el único explicable es que surgiera la vida humana. Así el universo cumple su destino cuando consigue formar, al menos un planeta, en el que puede desarrollarse vida inteligente.

Si tal agente externo, el Creador es inteligente y libre, tiene atributos, propiedades, de una persona. Así el fin último de la creación no tiene sentido que sea ver quemarse y desaparecer estrellas, menos aún ver corretear lagartijas por el suelo. Una persona solo puede satisfacerse con relaciones personales y es, entonces, cuando el universo toma sentido, está hecho para que existan personas que puedan mantener una relación personal con el Creador.

Anoche también hablamos de astronomía,me encanta esto,he visto videos ,y de telescopios..me encanta!


Poner videos de telescopios si tenéis