Expertos dicen que los inusuales terremotos del Mar de Galilea señalan la Segunda venida de Cristo
Poco antes de su crucifixión y resurrección, Jesucristo pronunció una profecía importante sobre los acontecimientos del fin de los tiempos y que fue inmortalizada en Mateo 24, Marcos 13 y Lucas 21. Sus discípulos le preguntaron cuál sería la señal de su regreso y del fin del mundo. Jesús respondió con todo detalle las condiciones y eventos que conducirían a su segunda venida. Además, dijo que cuando estas señales se hicieran evidentes, su regreso ocurriría dentro de una generación.
Durante los casi 2.000 años transcurridos desde que Cristo dijera su profecía, muchos pensaron que era el momento de su regreso, y resultaron estar equivocados, por supuesto. Pero, curiosamente, hay una serie de “señales” en la Biblia que no se pudieron cumplir hasta nuestra era moderna, el período posterior a la Segunda Guerra Mundial. Pero ahora los expertos en la materia están totalmente convencidos de que el regreso de Jesucristo es inminente.
La Segunda venida de Cristo a la Tierra
El noreste de Israel se ha convertido en el epicentro de una reciente e inusual actividad sísmica, y todo comenzó cuando, en septiembre de 2013, los habitantes sintieron que sus ventanas vibraban cuando un terremoto sacudió el mar de Galilea. Se dice que el lago de agua dulce fue el lugar donde Jesús caminó sobre el agua, tal como dice el Nuevo Testamento. Recientemente se ha convertido el foco para temblores, especialmente en julio de 2018, cuando una docena de pequeños terremotos sacudieron el mismo lugar debajo del lago en una falla: la superficie de deslizamiento a lo largo de la cual se rompe un terremoto.
Además, los cambios sísmicos pueden interpretarse como un signo de proporciones bíblicas. En los evangelios del Nuevo Testamento, hay tres menciones de terremotos cerca de un lago en relación con el fin de los tiempos.
Mateo 24:7: “Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.”
Marcos 13:8: “Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores son estos.”
Lucas 21:11: “Y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo.”
Para el conocido teólogo Gaines R. Johnson el aumento de la actividad sísmica podría sugerir algo más significativo al proponer que solo los eventos naturales, como los terremotos, podrían identificar la Segunda Venida.
“Estos son versículos que todos hemos escuchado predicados una y otra vez, y cada vez que informamos de las noticias de televisión de otro terremoto en algún lugar del mundo, un predicador en algún lugar está inspirado para considerarlo como una señal segura de que el fin está cerca”, dijo Johnson al tabloide británico Daily Express. “El problema es que los terremotos ocurren en todo el mundo todos los días y los promedios anuales de actividad sísmica se han mantenido bastante constantes durante muchas décadas. La corteza terrestre se divide en aproximadamente 12 ‘placas’ principales que cambian constantemente, produciendo terremotos y actividad volcánica en todos los continentes. El Medio Oriente y los países del borde oriental de la cuenca del Mediterráneo están ubicados en una encrucijada geológica de límites de placas tectónicas. Tanto Turquía como Grecia han experimentado grandes terremotos en los últimos tiempos y los geólogos han notado que el fondo del mar Mediterráneo se está fracturando como una lámina de vidrio a medida que las placas cambian.”
Johnson continuó afirmando que el evento real profetizado ocurriría a lo largo de la falla del Mar Muerto.
“Pero el punto focal de la sismicidad bíblica del fin de los tiempos es impulsado por una falla de transformación que está justo al este de Jerusalén”, continuó explicando el teólogo. “La actividad futura principal profetizada ocurrirá a lo largo de la falla de transformación del Mar Muerto, una continuación del sistema del mar Rojo y la grieta del África Oriental. Esta falla corre directamente debajo del Mar Muerto, a través del valle del río Jordán, a través del mar de Galilea y hacia el norte a través del Líbano.”
Terremotos Segunda venida de Cristo
A pesar de la explicación de Johnson, un reciente estudio sugiere que la actividad humana podría ser responsable de los enjambres de terremotos inusuales. Los científicos creen que bombear demasiada agua dulce de acuíferos subterráneos en la región ha “liberado” la falla del Mar Muerto. La misma falla fue responsable de un evento mucho más grande en 1927 cuando un terremoto de magnitud 6.2 mató a 300 personas. Los expertos temen que los recientes enjambres, un término técnico para un grupo de terremotos de aproximadamente la misma magnitud, pueden desencadenar un evento mucho más grave.
“Los terremotos provocan más terremotos y la falla del Mar Muerto es grande, capaz de provocar terremotos destructivos”, dijo Emily Brodsky, sismóloga de la Universidad de California.
De nuevo nos encontramos ante una nueva profecía, que tal vez pueda cumplirse o tal vez no. Pero lo cierto es que todos los extraños fenómenos climáticos que están ocurriendo en todo el mundo parecen una señal de que nos encontramos a las puertas un evento realmente catastrófico, ya sea la Segunda venida de Cristo o uno nueva consecuencia del cambio climático.
¿Se cumplirán las profecías bíblicas de la Segunda venida de Cristo?
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