¿Cada cuanto te confiesas?

Por qué un sacramento de la Reconciliación después del Bautismo

"Habéis sido lavados [...] habéis sido santificados, [...] habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios" (1 Co 6,11). Es preciso darse cuenta de la grandeza del don de Dios que se nos hace en los sacramentos de la iniciación cristiana para comprender hasta qué punto el pecado es algo que no cabe en aquel que "se ha revestido de Cristo" (Ga 3,27). Pero el apóstol san Juan dice también: "Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos y la verdad no está en nosotros" (1 Jn 1,8). Y el Señor mismo nos enseñó a orar: "Perdona nuestras ofensas" (Lc 11,4) uniendo el perdón mutuo de nuestras ofensas al perdón que Dios concederá a nuestros pecados.

La conversión a Cristo, el nuevo nacimiento por el Bautismo, el don del Espíritu Santo, el Cuerpo y la Sangre de Cristo recibidos como alimento nos han hecho "santos e inmaculados ante Él" (Ef 1,4), como la Iglesia misma, esposa de Cristo, es "santa e inmaculada ante Él" (Ef 5,27). Sin embargo, la vida nueva recibida en la iniciación cristiana no suprimió la fragilidad y la debilidad de la naturaleza humana, ni la inclinación al pecado que la tradición llama concupiscencia, y que permanece en los bautizados a fin de que sirva de prueba en ellos en el combate de la vida cristiana ayudados por la gracia de Dios (cf DS 1515). Esta lucha es la de la conversión con miras a la santidad y la vida eterna a la que el Señor no cesa de llamarnos (cf DS 1545; LG 40).

Yo no le rindo cuentas nadie, vivo bajo mi propia brújula moral

Iniciado por josalb

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Yo no le rindo cuentas nadie, vivo bajo mi propia brújula moral

Menudo malote! Seguro que también fumas y to pa ahcerte er shulo...

Se le pide a Jesús o a Dios? No es lo mismo que te perdone el jefe a que lo haga el becario

No es mi momento

Saludos, un apretón de manos, dos agarrones de piernas, una botella de aceite virgen extra para freír un par de huevos, tres yeeee que pasa, dos abrazos con gancho, otro abrazo sin gancho, tres que pasa, un escueto hola, dos zumitos, dos a ver cuando nos tomamos algo en aquel bar de Santander, dos silbidos con la mano abierta, un apretón de manos sin garfio y un que pase buena tarde.

Eso es como todo cuando se necesita limpiar algo se limpia, ya sea la casa o el alma. Las veces que haga falta es lo de menos.

Confieso que no me he leído tu hilo.

¿Confe que.....? Como si no tuviese bastantes jaleos en mi vida, voy a incluir la religion

No existe ningún dios

Más o menos cada 20 años.
Como los pecados son repetidos, me sale a cuenta

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Llevo algo más de 10 años sin confesarme, aunque he estado pensando seriamente en hacerlo estos días...

Iniciado por bellochacal

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Llevo algo más de 10 años sin confesarme, aunque he estado pensando seriamente en hacerlo estos días...

No lo dudes ¡ Verás que tranquilidad cuando termines!

nunca. mi problema es que no me arrepiento de alguno de los pecados que según la iglesia cometo. por lo demás, tengo la conciencia tranquila, intento ser buena persona con mi entorno

Me vi obligado ha dejar de confesarme , cada día la iglesia tienes menos curas como para que se suicidara uno cada vez que yo me confesaba .

Cada año

Cada 75 años

Espérate que ahora mismo me leo todo hijo de fruta

Me confieso cada vez que me emborracho

Cada vez que hago la comunión

Confesarme con esta Iglesia ? Va a ser que no.

Cada nunca

Cada media hora

¿En la iglesia con un cura? Pues la última vez creo que fue el año que hice la Primera Comunión, y de eso hace como 25 años ya.

Nunca

Lo dificil es que, uno al confesarse, cree que está horrorizando al cura porque nos creemos muy malotes, cuando en realidad, los ministros de la iglesia han escuchado peores cosas, a menudo de sus pares.

Iniciado por El Exorcista

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Por qué un sacramento de la Reconciliación después del Bautismo

"Habéis sido lavados [...] habéis sido santificados, [...] habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios" (1 Co 6,11). Es preciso darse cuenta de la grandeza del don de Dios que se nos hace en los sacramentos de la iniciación cristiana para comprender hasta qué punto el pecado es algo que no cabe en aquel que "se ha revestido de Cristo" (Ga 3,27). Pero el apóstol san Juan dice también: "Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos y la verdad no está en nosotros" (1 Jn 1,8). Y el Señor mismo nos enseñó a orar: "Perdona nuestras ofensas" (Lc 11,4) uniendo el perdón mutuo de nuestras ofensas al perdón que Dios concederá a nuestros pecados.

La conversión a Cristo, el nuevo nacimiento por el Bautismo, el don del Espíritu Santo, el Cuerpo y la Sangre de Cristo recibidos como alimento nos han hecho "santos e inmaculados ante Él" (Ef 1,4), como la Iglesia misma, esposa de Cristo, es "santa e inmaculada ante Él" (Ef 5,27). Sin embargo, la vida nueva recibida en la iniciación cristiana no suprimió la fragilidad y la debilidad de la naturaleza humana, ni la inclinación al pecado que la tradición llama concupiscencia, y que permanece en los bautizados a fin de que sirva de prueba en ellos en el combate de la vida cristiana ayudados por la gracia de Dios (cf DS 1515). Esta lucha es la de la conversión con miras a la santidad y la vida eterna a la que el Señor no cesa de llamarnos (cf DS 1545; LG 40).

Y te puede aconsejar el cura donde enterrar un cadáver?